Esto es lo que está pasando en el interior del partido Farc.
Cocinan cambio de nombre y fijarán propuesta programática de cara a elecciones del 2022.
La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común llega hoy a su Asamblea Nacional Extraordinaria dividida y con el reto de zanjar diferencias para poder sobrevivir como colectividad.
Aunque se pensaba que con la salida de “Iván Márquez”, “el Paisa” y “Jesús Santrich” de la escena política se cerrarían filas en torno a Rodrigo Londoño, más conocido como “Timochenko”, la realidad es que las dos visiones siguen vivas y son tan contrapuestas, que parecen no encontrarse nunca.
Tanto es así que Joaquín Gómez y dos de los congresistas Victoria Sandino y Benkos Biohó, anunciaron que no asistirán a la Asamblea, luego de calificarla de antidemocrática, e hicieron duras críticas al manejo que le está dando un poderoso sector de la directiva al movimiento.
Ya Farc anunció una investigación disciplinaria en contra de los parlamentarios, asunto que quedará en manos de su Comité de Ética, pero que no soluciona el problema de fondo, pues hay dos sectores enfrentados que se necesitan mutuamente, porque a partir de 2022 deben trabajar para mantener las 10 curules que hoy tienen aseguradas en el Congreso.
Los motivos de la discordia
En Farc hay dos corrientes desde antes de que “Alfonso Cano” muriera en un operativo militar. Cuando “Timochenko” ganó la comandancia, por antigüedad, el sector más duro, que era liderado por Márquez se resintió, por eso cuando iniciaron los diálogos de paz el segundo fue nombrado jefe negociador. Así que ,cuando el Partido nació, la mayoría de la base guerrillera quería ser liderada por Márquez, él ganó la votación de la directiva e impuso sus ideas acerca del nombre del partido y la fijación de los estatutos.
“En el congreso constitutivo de las Farc planteé no asumir el nombre de Farc como Partido político, en el debate democrático
perdí, se aprobó el nombre de Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, no armé pataleta ni saqué documentos públicos”, expresó Rodrigo Londoño hace dos días a través de sus redes sociales. Y aseguró que “la realidad demostró que no fue lo más acertado”, como no fueron acertadas muchas ideas de Márquez, que lo llevaron a la disidencia armada.
Hoy parte de esas banderas con exigencias al Gobierno sobre la implementación del Acuerdo, las garantías de seguridad y la reincorporación económica y social son recogidas por Sandino, Gómez y Biohó.
“Nosotros somos la contraparte del Gobierno en el Acuerdo de Paz, somos un partido surgido del proceso y como tal hay unas condiciones especiales que debemos jugar, no somos un partido más ni una Ong que quiere que el gobierno cumpla, sino que tenemos que exigirlo”, dijo a EL COLOMBIANO la senadora Victoria
Sandino.
Y agregó: “Propusimos que hiciéramos una Asamblea de cara a la realidad de país, empezando por un balance de la implementación del Acuerdo de Paz”. En la misma, según la senadora, se solicitó que se discutiera la situación de derechos humanos, “de asesinato sistemático de nuestros compañeros y los grandes problemas de la reincorporación”, entre otros asuntos internos.
A su juicio, “esas preocupaciones no han sido aceptadas por una parte de la dirección, y llamaron a una Asamblea con un orden del día dado por ellos que no reconoce estas luchas”.
Entre otras inquietudes de los tres excomandantes guerrilleros se encuentra que se haya cambiado a finales del año pasado la directiva en Atlántico, pasando por encima de la que ya estaba funcionando. Dicen que este es un ejemplo del autoritarismo del grupo de Londoño.
Sin embargo, ni Sandino, ni Gómez ni Biohó renuncian, aunque creen que probablemente serán expulsados como lo fueron Benedicto González (quien reemplazó a Santrich en el Congreso antes de su fuga) y Ubaldo Zúñiga (más conocido como “Pablo Atrato”), después de criticar públicamente al partido.
Estas voces disonantes fueron respaldadas por el también excombatiente Alberto Martínez, uno de los otrora voceros de las Farc y aún miembro del movimiento: “Lamentable que el partido de las Farc se haya convertido en una secta y en un aparato de maniobras oscuras, colocado a espaldas de sus bases y de la ciudadanía. Es terrible decirlo, lo que tenemos hoy nada tiene que ver con lo que se pensó en los textos del Acuerdo”.
Desde la directiva
El sector de la directiva liderado por Rodrigo Londoño está molesto por el alboroto que ha causado la división interna, públicamente quieren minimizar los efectos de que estos tres directivos no asistan a la Asamblea.
Al ser consultado por EL COLOMBIANO, el senador Carlos Antonio Lozada manifestó que “esto es un partido político como cualquier otro, donde obviamente existe la democracia, ellos están en su derecho de no asistir a la Asamblea, pero eso no invalida las decisiones que se tomen, siendo ellos muy importantes, van a asistir 300 delega
dos de 23 departamentos, es una asamblea plenamente facultada para tomar decisiones. La Asamblea en sí misma es autónoma, de manera que el hecho de que no participen tres militantes no tiene mayor efecto”.
Y criticó que no hayan acudido a los mecanismos que existen en los estatutos para limar cualquier discordia.
En ese mismo sentido, la senadora Sandra Ramírez afirmó que “ellos son compañeros que no acatan los estatutos cuando ellos mismos los aprobaron. Nosotros tenemos mecanismos internos de centralismo democrático. Cuando no se acata esa conclusión queda sometido al estatuto que es el que regula nuestro comportamiento. Por eso dijimos que la Comisión de Ética tomará en sus manos estos asuntos”.
La Asamblea
Es así como sin estos tres directivos se llevará a cabo la segunda Asamblea Nacional Extraordinaria del Partido Farc. En ella la primera propuesta a discutir es el cambio de nombre, ya que Londoño propuso modificarlo para acabar con el estigma que esa sigla transmite, además cambiarán al representante legal y definirán la senda de cara a las elecciones.
“Vamos a diseñar las líneas generales de nuestra participación en 2022, para nosotros la situación es bastante complicada porque hay importantísimas regiones que están vedadas a los dirigentes del partido, eso no nos da garantías. Para el siguiente periodo vamos a tener de nuevo diez curules pero debemos consolidar una propuesta alternativa que permita conformar una bancada importante en el Congreso con los sectores que apoyamos el proceso de paz, y analizaremos la posibilidad de realizar consultas interpartidistas para llegar a ser gobierno en 2022”, contó Lozada.
Así que de esta Asamblea es probable que el partido Farc salga con otro nombre, otro logo y otra cara, pero que mantenga las divisiones con las que carga hace más de 10 años
“La Asamblea en sí misma es autónoma, de manera que el hecho de que no participen tres militantes no tendrá ningún efecto en las decisiones que allí se tomen”.
CARLOS ANTONIO LOZADA
Senador del partido Farc