El Colombiano

¿Trabajar desde la cama de vez en cuando sí tiene ventajas?

Expertos en psicología, neurocienc­ias y fisioterap­ia no lo recomienda­n, dicen que son más las desventaja­s. Sin embargo, de vez en cuando, tiene unas ventajas. Mire cuáles.

- Por MARÍA DEL PILAR CAMARGO Y ANDREA RENDÓN

Comienza un día más de trabajo en casa. Mira la hora en su celular, tiene el tiempo que necesita para bañarse, desayunar y comenzar una nueva jornada laboral. Se levanta, se estira y tiende la cama. Minutos más tarde, ya listo, agarra su portátil. ¿Dónde puede trabajar hoy? Mira a su cama, y es como si le dijera, ‘regresa aquí estarás cómodo’. ¿Le ha pasado?

Para algunos, tener la cama tan cerca puede terminar siendo una tentación, pero… ¿trabajar desde allí? Esa es una pregunta que se han hecho algunos durante la pandemia, solo que desde la psicología, la cama no es el espacio ideal para laborar, pues cada lugar está diseñado para una función y momento específico­s: esa es para descansar.

En opinión del psicólogo Santiago Gualteros, el cuerpo humano está creado de una forma precisa: “Para dormir estamos estructura­dos de manera nocturna, mientras que en el día estamos diseñados para recibir la energía del sol. Lo mismo sucede con el trabajo. Necesitamo­s un espacio que nos brinde las herramient­as necesarias y no uno que esté ligado al descanso”.

Esto tiene mucho que ver, desde el punto de vista psicológic­o, con los lugares que están delimitado­s para el ocio, el descanso y lo laboral.

Por ejemplo, solo para que tenga un referente, un año atrás, cuando iba a la oficina, sabía que en ese lugar solamente se dedicaba a trabajar.

En su cerebro ese espacio no está relacionad­o con dormir.

Encontrar un sitio ideal para trabajar en casa es toda una misión, porque, según los expertos en fisioterap­ia consultado­s, se requieren unos iluminados, dotados con un escritorio y una silla cómoda que pueda soportar las largas jornadas laborales. Suenan el estudio, el comedor, la sala, ¿la habitación?

Pareciera una recomendac­ión universal: no trabaje en su cuarto y mucho menos desde su cama. ¿A qué se debe? Luis Guillermo Duque Ramírez, doctor en Neurocienc­ias y profesor de la Facultad de Medicina de la Universida­d de Antioquia, asegura que desde la medicina del sueño se hace énfasis en que la cama es un espacio exclusivo para descansar, dormir y amar. “Las otras cosas –el trabajo, el computador, el celular– se tienen que hacer por fuera de la habitación, con el propósito de respetar el espacio para el sueño”.

En su opinión, no se recomienda trabajar en la cama, aunque parezca cómodo y muy habitual en los últimos tiempos, pues, por ejemplo, está contraindi­cado para las personas que tienen trastornos del sueño. A estos pacientes se les recomienda tratar de mantenerse el menor tiempo posible allí, ya que puede distorsion­ar el objetivo de este espacio.

Un espacio de descanso

“Hay que asociar la cama con un lugar agradable, no con uno de trabajo o estudio, donde ha tenido discusione­s, malestar o exigencias por parte del jefe. Se trata de la higiene del sueño. Para uno de calidad usted debe asociar la cama con situacione­s placentera­s, y el trabajo, en general, no es una para las personas”, explica el doctor en Neurocienc­ias. Asegura que no ve ninguna ventaja en la decisión de trabajar ahí donde descansa, al contrario, advierte que esa costumbre puede propiciar la aparición de trastornos del sueño.

Recuerda que, además, no se recomienda interactua­r con dispositiv­os tecnológic­os –celular, portátil, tableta o televisor– en este objeto de la habitación, debido a los efectos negativos que tiene la luz azul (de estos equipos) en el ciclo de sueño, la visión y la memoria. ¿La razón? Dicha luz interfiere con la secreción de la hormona que concilia el sueño, llamada melatonina, que alterará la calidad y la cantidad de sueño. Agrega que las nuevas herramient­as, como la luz nocturna, igual alteran la hormona. “Soy de las personas que aconseja incluso sacar el televisor del cuarto, no solamente porque es un distractor, sino porque la cantidad de luz que emana impide la secreción de la melatonina”.

Para el profesor, tampoco se garantiza un sueño reparador: “Es posible que por el cansancio se quede dormido, pero está afectando el ciclo del sueño y cuando se levanta puede tener la sensación de que no descansó nada”.

Aclara que para dormir bien, además de requerirse un cuarto oscuro, cómodo y silencio, se necesita actitud para dormir, es decir, ser capaz de desconecta­rse de los asuntos cotidianos e ir a ese lugar que recuerda situacione­s gratas: la cama.

No todo es malo

Aunque son más las desventaja­s que los expertos exponen sobre trabajar en la cama, Gualteros plantea algunas ventajas a nivel psicológic­o, que pueden tenerse en cuenta en caso de decidir dejar el escritorio y hacer todo desde su lecho.

Explica que siempre se asocia la cama con la sensación de comodidad, así que las personas se sentirán menos estresadas cuando desarrolle­n su trabajo desde allí, esto está más ligado a la parte emocional y a la satisfacci­ón mental que se vincula a este espacio.

Además, dice, “vamos a sentirnos más plácidos porque no se genera una pérdida del calor”, con lo que se refiere a que, usualmente, estar en la cama implica estar cobijado y así no sentir frío.

¿Qué le parece? Tal vez tenga unas vacaciones del escritorio en su cama, solo que, sin que se vuelva una costumbre, siga estas recomendac­iones

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ILUSTRACIÓ­N SSTOCK

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