Las alianzas de Duque de cara a 2022
Aunque mantiene acuerdos con colectividades, el presidente ha mostrado que no son su prioridad. La pandemia también afecta a las coaliciones.
Aunque tiene el apoyo de varios partidos, la coalición de Gobierno es frágil. Se afectaría por la campaña electoral. Razones.
Una de las cosas que quedó clara desde el comienzo de la presidencia de Iván Duque es que su prioridad nunca fue armar coaliciones con los partidos tradicionales. Y aunque eventualmente les abrió la puerta de su gabinete de ministros, no ha sido su prioridad centrar su gobierno en esa relación, entre otras cosas, por la promesa de campaña de “eliminar la mermelada”.
Ahora, el país político se prepara para una campaña electoral que no será sencilla, al tiempo está pendiente de cómo el gobierno de Duque continúa la gestión de la pandemia por covid-19, una vara con la que también serán medidos sus aliados.
En ese contexto, por ejemplo, se ha visto como el Centro Democrático –y su máximo líder, el expresidente y exsenador Álvaro Uribe Vélez– se ha desligado, sin dejar de apoyarlo, en ciertos temas de la gestión del primer mandatario.
Ocurrió, por ejemplo, en noviembre cuando, días después de que recuperara su libertad, Uribe declaró que al Gobierno le hacía falta fortaleza en asuntos de seguridad, específicamente, la protección de líderes sociales.
“El Gobierno tiene que mostrar un liderazgo más fuerte. Allá donde asesinen a un líder social, tendría que llegar de inmediato el ministro del Interior o de Defensa (...) tiene que ser más visible en eso, porque desafortunadamente de ese discurso se han apoderado en la oposición”, dijo Uribe en ese momento en entrevista con el diario El Mundo, de España.
Los partidos que llegaron
Esas posturas críticas con el Gobierno no son nuevas ni provienen exclusivamente del Centro Democrático. Al comienzo de los cuatro años de Duque se vio reflejada en la dificultad que tuvo para sacar adelante algunas de sus propuestas legislativas más importantes como las objeciones a la Jurisdicción Especial para la Paz, que se hundieron en 2019.
Ante ese panorama, a finales de ese año, le dio paso a nuevas alianzas al nombrar a Rodolfo Zea, del Partido Conservador, como ministro de Agricultura; Karen Abudinen y Fernando Ruiz, cercanos a Cambio Radical, en los ministerio de las TIC y de Salud, respectivamente, y Ángel Custodio Cabrera, cercano a La U, en la cartera de Trabajo.
Lo que hay ahora
Dichas cuotas, que también fueron elegidas con un criterio técnico, no dan certeza de un apoyo irrestricto. Así lo explica el consultor José Penso, al asegurar que “cuando se entra en el terreno electoral, los partidos tomarán decisiones motivados por las circunstancias, por lo que va a costar mantener la coalición de Gobierno, porque la prioridad de los partidos será defender sus propuestas con miras a las elecciones de 2022”.
En ese mismo sentido, Carlos Andrés Arias, docente de Comunicación Política de la Universidad Externado (Bogotá), indica que aunque en este mandato, Duque no solo consiguió fortalecer apoyos en el Congreso, sino que también logró impulsar la llegada de aliados suyos en los órganos de control (como su exministra de Justicia, Margarita Cabello, a la Procuraduría o Francisco Barbosa, amigo de Duque desde sus años universitarios, a la Fiscalía), puede no resultar tan útil. Esto, porque a juicio de Arias, hay una “carencia de liderazgo”.
El analista asegura que esto también explica que haya un distanciamiento, que no significa una ruptura, con el Centro Democrático, lo cual puede impactar en las aspiraciones electorales de 2022. Esto porque, en 2018, las diferencias dentro del uribismo derivaron en la pérdida de bastiones tradicionalmente suyos, como la Gobernación de Casanare y la Alcaldía de Medellín.
No obstante, Penso asegura que esa falta de una alianza que realmente se fortalezca y una mayor participación de partidos en el gabinete no solo no es algo único de Duque, sino que es algo coherente con sus propias promesas cuando se lanzó a la Presidencia en 2018.
“Desde sus primeros nombramientos se notó que no buscó personajes políticos, sino técnicos. Entonces está siendo coherente con su idea de promover personas de confianza, antes que llenar con cuotas políticas los ministerios”, explica.
En todo caso, a Duque aún le queda poco más de año y medio de Gobierno, en el que tendrá que enfrentar dos grandes retos: la reactivación económica y la vacunación contra la covid. Desafíos que no podrá asumir en soledad y en los que, como dicen los analistas, la política es clave
“Desde los primeros nombramientos, se notó que Duque no busca personajes políticos, sino técnicos”.
JOSÉ PENSO
Analista político