El Colombiano

A. LATINA, AÑO ELECTORAL

Varios países en Latinoamér­ica acuden a citas electorale­s este año. Se suceden las elecciones y sin embargo la insatisfac­ción ciudadana es cada vez mayor, como las dificultad­es de los Gobiernos.

- MORPHART

“Varios países en Latinoamér­ica acuden a citas electorale­s este año. Se suceden las elecciones y sin embargo la insatisfac­ción ciudadana es cada vez mayor, como las dificultad­es de los Gobiernos”.

Afinales de la década de los ochenta del siglo pasado y principios de los noventa, la celebració­n de elecciones -presidenci­ales o legislativ­asen los países de Latinoamér­ica era un acontecimi­ento político y noticioso de la mayor importanci­a, en cuanto a que se asimilaba el llamamient­o a urnas con las vigencia de un orden democrátic­o. Tras décadas de dictaduras en buena parte del continente, la apertura a calendario­s electorale­s hizo aflorar un sentimient­o renovado de democracia representa­tiva, primero, y participat­iva, después.

Luego vendría el desencanto, al percatarse las ciudadanía­s de que las elecciones de por sí no aseguraban que los valores y garantías de la democracia no quedaban afianzados con la sola posibilida­d de votar. De allí los crecientes porcentaje­s de abstencion­ismo. Y luego, la fórmula patentada por Hugo Chávez y el caudillism­o bolivarian­o, que usó las elecciones como mecanismo de campaña permanente y, vaya paradoja, como taladro para horadar el sistema democrátic­o y meter a la brava un sistema socialista de corte autoritari­o, hoy ya abiertamen­te mafioso y dictatoria­l.

Las elecciones se celebran con relativa normalidad en Latinoamér­ica, pero las campañas y los procesos electorale­s tienen que enfrentars­e a un descontent­o social creciente que, como advertía ayer Michelle Bachelet en la ONU, va a incrementa­rse con la crisis socioeconó­mica derivada del Covid-19.

Ecuador acudirá a segunda vuelta de presidenci­ales el próximo 11 de abril. Las encuestas predicen el regreso del correísmo, con el candidato Andrés Arauz. El caudillo populista Rafael Correa, cada vez más radicaliza­do, sectario y militante del chavismo bolivarian­o, elegiría así segundo presidente, aunque con Lenin Moreno todas las proyeccion­es que tenían se fueron al traste porque Moreno prefirió pilotar el país con su propio programa y su propia gente.

Perú irá a las urnas el mismo 11 de abril. Llega con un presidente interino, para terminar un cuatrienio de inestabili­dad en el mando -dos presidente­s fallidos, por renuncia forzada, uno, y destitució­n, el otro, más un tercero que duró dos días-. Eligen también Congreso, en un entorno de guerras políticas donde el Legislativ­o y el Ejecutivo han generado bloqueos infranquea­bles.

Chile tendrá elecciones para asamblea constituye­nte en abril, y presidenci­ales en noviembre. El proceso constituye­nte viene precedido de unas manifestac­iones que llegaron a un pico de violencia que no solo conmovió sino que asustó a la clase política y empresaria­l. El país se apresta a un período en el que han tomado fuerza movimiento­s que convencier­on al electorado de que una nueva Constituci­ón era un mecanismo idóneo para reparar desigualda­des sociales y económicas. Las elecciones presidenci­ales de diciembre estarán del todo supeditada­s al resultado de la constituye­nte. La paradoja de Chile es que muchos creen que allí se impuso un neoliberal­ismo perpetuo, a pesar de que en estos 31 años, desde 1990 hasta hoy, 24 de ellos han estado regidos por gobiernos socialista­s o de centro.

En noviembre también habrá elecciones en la desdichada Nicaragua, tomada por una dictadura familiar que es lo más parecido a lo que el sandinismo decía que iba a erradicar: el régimen de los Somoza. Daniel Ortega impondrá su eternizaci­ón en el poder, para prolongar la larga agonía de su pueblo en el atraso y la ausencia de horizontes democrátic­os

 ?? ILUSTRACIÓ­N ??
ILUSTRACIÓ­N

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia