NINFA LE APUESTA A LA GASTRONOMÍA QUE RECUERDA SU CULTURA
Cuando Ninfa Herrera Domínguez era penas una niña tuvo que salir desplazada junto a su familia del pueblo Uitoto en la Amazonia colombiana. Por su cultura indígena, siempre estuvo cerca de las comunidades y asistía de manera constante a los cabildos de Florencia (Caquetá) para trabajar en su favor. Llegó a estar tan involucrada en el trabajo con la comunidad que se convirtió en Gobernadora indígena. Un día, en los archivos de la Casa de Cultura de Montañita, se encontró con que los Uitotos eran considerados un pueblo que existió, pero no se evidenciaba su existencia actual. “Eso me llevó a pensar en cómo trabajar para que mis raíces no desaparecieran. Me radiqué en la zona y logré constituir el cabildo K+G+FENE MURUI o ‘Gente de Centro’. Imaginé que una de las maneras de proteger nuestro pasado era a través de su gastronomía y empecé a idear la manera de hacerlo y formar algún emprendimiento”, comentó Ninfa.
Así fue como creó un restaurante en el que prepara comida típica de su cultura y vende artesanías, además siembra semillas ancestrales de sus orígenes (recopiladas a lo largo de los últimos años) e inició un banco de semillas, en el que se destacan productos como la yuca brava y dulce, que ella asegura se han ido perdiendo de la historia indígena.
El asentamiento donde fundó el Espacio Cultural Ancestral y Gastronómico, está ubicado en la vereda Semillas de Paz, finca La Reforma y se denomina La Reserva, el cual cuenta con tres hectáreas. Allí, reside con sus tres hijas y varias familias que apoyan el proyecto.