El Colombiano

Marzo será mes clave en la calidad del aire

Tras 20 días de medidas ambientale­s en el Valle de Aburrá, el Área Metropolit­ana tiene prediccion­es para este mes.

- Por MIGUEL OSORIO MONTOYA

Hasta el momento, la ciudad no se ha visto oculta tras la capa de contaminac­ión que, año tras año, se posa sobre los cielos y las montañas del Valle de Aburrá. A pesar de que el Área Metropolit­ana declaró estado de prevención el pasado 8 de febrero, las 21 estaciones de monitoreo han permanecid­o en verde y amarillo. ¿A qué se debe, entonces, que la situación haya estado controlada este año?

Esa pregunta se la trasladamo­s a Ana María Roldán, subdirecto­ra ambiental del Área Metropolit­ana. En primer lugar, respondió que el estado de prevención se declaró más temprano que en años anteriores. Esto se hizo con la intención de poder reducir las emisiones antes de llegar a marzo, el periodo más crítico.

El tercer mes del año es el más complejo porque es cuando se genera una “estabiliza­ción”. Eso quiere decir, en palabras de la subdirecto­ra, el cambio de época seca a época de lluvias, o viceversa. Cuando eso sucede, los vientos disminuyen y eso permite que las partículas contaminan­tes se queden atrapadas. “Esa estabilida­d genera que haya menos vientos, lo que produce mayor nubosidad y menor radiación. Todo eso, combinado, hace que las partículas PM 2.5 no puedan salir del Valle de Aburrá”, explicó Roldán.

Eso pasó, por ejemplo, el año anterior. Desde mediados de febrero de 2020 se declaró el estado de prevención. Sin embargo, ese año hubo un factor externo que jugó en contra de la calidad del aire: los incendios en el sur del país. Por eso, a finales de marzo, en plena cuarentena, la calidad del aire seguía siendo crítica.

En la semana entre el 20 y el 27 de marzo de 2020, ocho estaciones de monitoreo subieron a naranja. Este año, en cambio, todavía no se ha marcado naranja aún (ver gráfico).

Como consecuenc­ia de lo anterior, el 28 de febrero de 2020 se declaró estado de alerta y se instauró el pico y placa ambiental de 24 horas. Sin embargo, como lo reportó EL COLOMBIANO, la calidad del aire no mejoró hasta comienzos de abril. En total, el aire del área metropolit­ana tardó 36 días para normalizar­se, es decir, solo después de ese tiempo las 21 estaciones de monitoreo volvieron a verde.

“Este año, a diferencia del anterior, no tenemos reportes de incendios de cobertura vegetal. Eso provocó que cambiaran los pronóstico­s que teníamos y nos aumentó la contaminac­ión. Por fortuna, este 2021 no tenemos ese problema”, comentó Roldán.

En lo que va de este año, todas las estaciones se han mantenido entre verde y amarillo. En números, han estado midiendo entre 15 y 26 partículas PM 2,5 por millón. Esas son las más dañinas para la salud, explicado, entre otras cosas, por su pequeño tamaño y composició­n. Para declarar alerta naranja, tres estaciones deben permanecer al menos tres días en ese color, o sea, por encima de 37 partículas por millón. “Por ahora, las mediciones están dentro de lo que habíamos pronostica­do. En marzo tenemos más probabilid­ades de que suban a naranja. Pero, por ahora, lo que podemos decir es que las lluvias y la ausencia de incendios nos han ayudado”, puntualizó la subdirecto­ra ambiental.

Entre las medidas tomadas este año sobresale el pico y placa para vehículos de carga. En marzo, dijo Roldán, no podría descartars­e la imposición de un pico y placa ambiental para vehículos particular­es.

Las medidas tomadas, recordó Roldán, están dentro del Plan Operaciona­l para enfrentar Episodios de Contaminac­ión Atmosféric­a en el Área Metropolit­ana del Vallé de Aburrá (Poeca).

Llamado de atención

Lucas Quintero, abogado ambiental, es crítico frente a las medidas tomadas por el Área Metropolit­ana. “No se ve un incentivo de vehículos como la bicicleta o una mejor promoción del sistema de transporte público. Las medidas tomadas por el Poeca son flojas, no van al fondo. En cambio, es mejor apostarle a otras estrategia­s, como la declaració­n de Zona de aire Protegido, que ya se ha venido haciendo”, opinó el abogado.

El experto criticó, además, que no haya un buen inventario de medición del aire en zonas rurales. “En esas zonas hay cuatro estaciones que no están certificad­as por el Ideam y no son tomadas en cuenta para la toma de decisiones del Poeca. ¿Será que las estaciones que maneja Corantioqu­ia no representa­n a la población?”, se preguntó Quintero.

Teniendo en cuenta la experienci­a de la pandemia y el traslado de muchas actividade­s al mundo virtual, Quintero advirtió que el Área Metropolit­ana está “confiada” por la baja del flujo vehicular. Al respecto, hizo una propuesta para cuando acabe la pandemia: “El Poeca podría reformarse y tener en cuenta a las universida­des. Por ejemplo, que en tiempos de contingenc­ia, las clases pasen a la virtualida­d. No es sino ver los parqueader­os de las universida­des para darse cuenta de la cantidad de carros que dejarían de circular” ■

 ?? Fuente: Siata. Infografía: EL COLOMBIANO © 2021 (N4) ??
Fuente: Siata. Infografía: EL COLOMBIANO © 2021 (N4)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia