Asamblea de Antioquia arranca año con nueva coalición
La corporación inició ayer un nuevo periodo de sesiones con 22 diputados alineados a la Gobernación. Pese a su tamaño, la coalición muestra algunas fisuras.
Con una coalición de gobierno compuesta por casi todos los espectros políticos, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, encabezó ayer la instalación del primer periodo de sesiones ordinarias de la Asamblea.
Luego de un año turbulento, marcado por la pandemia, una investigación de la Fiscalía que lo apartó por cuatro meses de su cargo y fricciones que agitaron el tablero político, el mandatario departamental arrancó 2021 estrenando nueva coalición.
Aunque legalmente, de los nueve partidos que conforman la Asamblea seis hacen parte del gobierno, dos de la oposición y uno es independiente, la repartición de fuerzas cambió el año pasado.
El nuevo tablero
La movida más grande la protagonizó el Centro Democrático cuando, en octubre, sus ocho diputados se adhirieron a la coalición de gobierno y respaldaron, entre otros proyectos, la ordenanza para reformar la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA).
Verónica Arango, integrante de esa bancada y vicepresidenta primera de la Asamblea, explicó que la decisión obedeció a varias afinidades programáticas con la Gobernación.
“En el partido, al ver que había varias fisuras al interior de la Asamblea, decidimos conversar con el gobernador y participar de la coalición. Su Plan de Desarrollo, en donde se acogieron más de 100 modificaciones planteadas por nosotros, nos pareció muy acertado y por eso quisimos acompañarlo”, dijo Arango.
Desde otras bancadas los cambios se expresaron en fisuras internas que apartaron a varios diputados del gobierno.
El caso más notorio lo protagonizó el liberal Rubén Darío Callejas, quien presidía la corporación en 2020 y arrancó el año declarando su independencia. En las filas de la Alianza Verde, el diputado Camilo Calle sostuvo que, aunque su bancada se mantendrá en el gobierno, él se considera independiente.
Así las cosas, las cuentas arrojan dos diputados opositores (Luis Eduardo Peláez, del Movimiento Dignidad y Dafflys Enrique Romaña, del Partido ASI), dos independientes y 22 corporados cercanos al ejecutivo para este periodo.
Carlos Builes, analista y docente del programa de Ciencia Política de la Universidad de Antioquia, señaló que podría anticiparse un año estable para la Gobernación.
Pese a las fisuras y el distanciamiento por cuatro meses de su cargo, el analista planteó que el gobernador mantuvo su fuerza política en 2020 y supo preservar su legitimidad ante el electorado.
“La capacidad de traspasar los discursos ideológicos y establecer alianzas estratégicas y burocráticas siguen siendo fortalezas del gobernador. Si por ejemplo, al alcalde de Medellín le reprochan no tener tacto político, en el caso del gobernador podríamos plantear que está superdesarrollado”, planteó Builes.
Por otra parte, el analista advirtió que la estrategia con que Gaviria manejó su detención domiciliaria, en la que se “proyectó como una víctima del sistema de justicia”, le permitió preservar su legitimidad ante sus electores.
Una coalición diversa
Aunque la capacidad del ejecutivo para aglutinar a los partidos se mantiene intacta, la publicación de una carta en la que 13 diputados respaldaron la gestión del alcalde de Medellín reveló algunas fisuras en la coalición.
Encabezados por el liberal Callejas, corporados de los partidos Conservador, Liberal,
Alianza Verde, ASI y Cambio Radical destacaron algunos proyectos de esa Alcaldía y rechazaron el proceso con el que se busca revocar el mandato de Daniel Quintero.
Pese a que la carta no constituyó una comunicación oficial de la Asamblea, su contenido no cayó bien entre varias bancadas.
Por ejemplo, dentro del Centro Democrático, el diputado Andrés Guerra Hoyos, calificó como de “muy mal sabor” que el documento incluyera los nombres de todos los diputados y enfatizó que sí estaba de acuerdo con revocar a Quintero.
Mientras Arango García negó que el documento afectara la unidad de la coalición, desde la orilla de la oposición el diputado Luis Eduardo Peláez señaló que el episodio dejó muy claro que hay dos bandos: los que apoyan a Quintero y los que no.
Bajo ese panorama, advirtió Peláez, un debate como el del proyecto Hidroituango, previsto para este año, podría acrecentar las fracturas.
“Nuestra mirada es completamente institucional. Frente a las expresiones de respaldo de los diputados nos consideramos respetuosos hacia ellos y su autonomía”, expresó Juan Guillermo Usme, secretario general de la Gobernación, sobre ese episodio.
Dentro de los temas que se discutirán este año, se contempla debates sobre Hidroituango, la FLA, la modernización administrativa y la elección de candidatos para contralor. Cada uno, una prueba que medirá la nueva conformación de la Asamblea