Disputa por liberar patentes de vacunas
La OMC enfrenta un dilema histórico que tiene en vilo a la salud pública global y a la industria farmaceútica.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) deberá decidir sobre una posible exención temporal de derechos de propiedad intelectual. Sin embargo, no hay consenso definitivo. Explicamos la negociación.
Estados Unidos, uno de los países con más influencia en el mundo en el sector farmacéutico, tanto como productor como consumidor de medicamentos, sentó su posición sobre la liberación de patentes de las vacunas anticovid.
En un comunicado, publicado el 5 de mayo pasado por la embajadora Katherine Tai, la representante de Comercio de Estados Unidos, se informó que aunque la Administración de Joe Biden respeta los derechos de propiedad intelectual, “apoya la renuncia a esas protecciones para las vacunas contra el covid-19. Participaremos activamente en las negociaciones basadas en textos en la Organización Mundial del Comercio (OMC) necesarias para que esto ocurra”. Esto haciendo referencia a una petición hecha por Sudáfrica e India en octubre pasado ante esa entidad.
David Castrillón, investigador y profesor de la Universidad Externado de Colombia, señaló que el anuncio del gobierno Biden es sobre todo político. “Algunos líderes en Europa han dicho que si esta fuera una Administración movida por fines humanitarios, hubiera tomado decisiones más temprano”, dijo Castrillón.
Por ejemplo, la canciller alemana Ángela Merkel le pidió a EE. UU. que exportara sus vacunas. “El 100 % de las vacunas producidas en EE. UU. van al mercado estadounidense”, enfatizó la mandataria. A finales de abril, Andy Slavitt, asesor sénior de la Casa Blanca para la respuesta covid, dijo que EE. UU. iba a enviar 60 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca “a medida que estuvieran disponibles”.
Pero Castrillón señaló que esto no se ha puesto en marcha de forma concreta y que si bien la posición de EE. UU. respecto a las negociaciones en la OMC es de apoyar las negociaciones para liberar las patentes, a esa propuesta le queda un camino bastante largo para ser aprobada.
El papel de la OMC
Aunque la embajadora Tai se refirió a la propiedad intelectual, la solicitud radicada por India y Sudáfrica es más amplia, pues dice que se debe considerar “una exención de la implementación y la aplicación de las Secciones 1 (Derecho de autor y derechos conexos), 4 (Dibujos y modelos industriales), 5 (Patentes) y 7 (Protección de la información no divulgada) de la Parte II del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Adpic) en relación con la prevención contención o tratamiento de covid-19”.
Vale decir que, a diferencia de otras organizaciones, la OMC requiere que todos sus miembros estén de acuerdo para tomar una decisión de grandes proporciones, por lo cual este tipo de medidas no son comunes, ni fáciles de tomar.
La exención solicitada volverá a ser evaluada a principios de junio de este año y tiene que ver directamente con el Acuerdo sobre Adpic. “Es un convenio muy importante porque aun los rincones del planeta que no tenían protección intelectual comienzan a tenerla”, señaló Luisa Herrera, abogada y experta en propiedad intelectual de la Universidad Externado de Colombia.
Herrera explicó que suspender esos derechos implicaría una violación de los Adpic y por eso no se podría tomar esa decisión de forma arbitraria. También dijo que aún no se tiene certeza de que la suspensión de patentes bloquee de forma determinante el acceso a medicamentos, aunque sí influye.
“Los ejes del problema también están en la adquisición de materias primas, que han estado escasas, en la infraestructura necesaria que se requiere para fabricar y producir medicinas y en los trámites de aprobación sanitaria”, advirtió.
“Creo que debe haber un balance. El waiver (liberación de derechos de propiedad intelectual) puede ser peligroso en términos de innovación y en los contratos”, opinó Herrera. Y agregó que, aunque no se opone a la suspensión, no solo se trata de ceder los derechos de las patentes, sino que también debe haber contratos de transferencia de tecnología y hay información que no se libera por no estar incluida en las medidas de exención.
Es decir, esos conocimientos quedarían a voluntad de las empresas que inicialmente tuvieron que ceder sus derechos de propiedad intelectual.
Por su parte, Carolina Gómez, fundadora e investigadora del Centro de Pensamiento de Medicamentos de la Universidad Nacional, criticó estos reparos, y señaló que la información que no está incluida en las patentes se encuentra en los registros sanitarios de cada país.
Advirtió que no es cierto que haya limitaciones tecnológicas en los países menos desarrollados que impidan fabricar vacunas. Según manifestó, esta es una postura “neocolonial”. Explicó que las vacunas de ARN Mensajero (Pfizer y Moderna) son incluso más sencillas de producir. “Las plantas para fabricarlas son más baratas de hacer, porque no se requiere de tanta bioseguridad. No están manejando el virus directamente”, dijo.
Argumentó que liberar las
“La liberación de patentes podría ayudar con las variantes, porque este virus va a permanecer y vamos a requerir vacunas en el futuro”.
JORGE ENRIQUE GÓMEZ Médico de la Universidad del Quindío.
patentes aún es una medida oportuna y los trámites ante las entidades sanitarias no son problema, porque las vacunas actuales ya se han aprobado en tiempo récord.
Luego dijo que los países pobres no están accediendo a los medicamentos y algunos aún tardarán varios meses en hacerlo, por lo cual esta liberacion de patentes y tecnologías sería una medida más eficaz para acelerar el abastecimiento. En marzo, ONUSIDA informó que el 3 % de la población de los países más pobres del mundo habrá sido vacunado para mitad del 2021.
La posición de Colombia
Para conocer a fondo la posición de Colombia frente al tema de la liberación de patentes, EL COLOMBIANO contactó al Instituto Nacional de Salud, a la Presidencia y a los Ministerios de Comercio y de Salud, pero ninguno de esos entes respondió a las preguntas.
Sin embargo, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, sí se refirió en sus redes sociales al anuncio de la embajadora Tai: “Celebramos importante paso de gobierno de Estados Unidos sobre derechos de propiedad intelectual en OMC. Colombia sigue trabajando para aumentar producción y acceso a vacunas covid-19. Apoyamos las negociaciones y estamos listos para construir consenso”, escribió Ruiz. De todas formas, Colombia aún no ha concretado su apoyo a la propuesta.
En un derecho de petición dirigido al presidente Iván Duque y al ministro de Salud, Dejusticia y el Centro de Pensamiento Medicamentos, información y poder, de la Universidad Nacional le hacían dos solicitudes al Gobierno.
Una es que apoyara la iniciativa de Sudáfrica e India ante la OMC de suspender de forma temporal partes de la propiedad intelectual, tratamientos y tecnologías contra el covid-19, Y, en caso de que el Gobierno tome la decisión de no unirse a esa propuesta, los investigadores le solicitaron que explique su posición, pues “hoy existe la capacidad técnica para incrementar rápidamente la producción mundial de vacunas para lograr la inmunidad de rebaño a nivel global en algunos meses”, argumentaron en el documento. Por su parte, el doctor Jorge Enrique Gómez, profesor de la Universidad del Quindío y expresidente de la Asociación Colombiana de Infectología, aseguró que, aunque Colombia ya ha comprado cerca de 40 millones de dosis de vacunas, podría resultar beneficiada si hubiera una exención de patentes y derechos de propiedad intelectual para producir estos medicamentos.
“La liberación de patentes podría ayudar con las variantes, porque este virus va a permanecer y vamos a requerir vacunas en el futuro”, concluyó Gómez ■