“Colombia nunca se ha dejado seducir por demagogos”
El presidente Iván Duque reveló que se mantendrá activo en la política cuando deje la Casa de Nariño.
Al presidente Iván Duque
Márquez, a partir de este domingo, le quedan 385 días al mando. Son los últimos 12 meses y 3 semanas de su jefatura de Estado y desde ya anuncia que después del 7 de agosto de 2022 –cuando entregue el poder– seguirá activo en la política colombiana. Dice que quiere continuar opinando y que, sin referirse con nombre propio a ninguno de los cinco expresidentes vivos que tiene Colombia –todos vigentes en el escenario público–, espera hacerlo para aportar y “nunca para destruir”.
Estas reflexiones surgen durante la entrevista con EL COLOMBIANO, la cual se realizó el jueves tras su visita a las obras de Hidroituango, desde donde reconoció que habrá un sobrecosto de 2,1 billones de pesos para la culminación de este proyecto. De hecho, afirma que en noviembre del próximo año deben estar funcionando sus dos primeras turbinas, tal cual se comprometió ese día junto al alcalde Daniel Quintero y el gobernador (e)
Luis Fernando Suárez, o todo el país sentirá un alza en sus facturas de energía eléctrica.
“Este proyecto tiene que concluir por el bien de nuestro país”, advierte el mandatario, quien también señala que es necesario que Fiscalía, Procuraduría y Contraloría se pronuncien de fondo sobre los expedientes que llevan –desde lo penal, disciplinario y contractual– por cuenta del retraso que tuvo la obra tras la contingencia del 18 de abril de 2018 cuando se taponó el túnel auxiliar de desviación del río Cauca.
EL COLOMBIANO indagó al Presidente por otros aspectos también de impacto nacional, como la viabilidad política de que en pleno año preelectoral el Congreso le apruebe una reforma tributaria con la que se busca un recaudo de 15 billones de pesos para paliar el golpe social y financiero desatado por la pandemia. Duque asegura que hay consenso en torno al proyecto que su gobierno bautizó “ley de inversión social”, pero les dice a los legisladores que, en medio de lo posible, no modifiquen el texto que se radique para evitar efectos secundarios sobre ese respaldo.
Además, ratifica que se impulsará en el Capitolio una reforma de la Policía, presionada –entre otras cosas– por los casos documentados de uso excesivo de la fuerza denunciados durante las protestas que comenzaron el pasado 28 de abril, pero deja claro que su estructura continuará en el Ministerio de Defensa protegiendo su naturaleza civil. Duque señala que no será movida hacia la cartera del Interior porque eso abriría la puerta a la politización del monopolio que tiene el Estado para el uso de las armas.
En el siguiente diálogo periodístico con EL COLOMBIANO el Jefe de Estado también advierte que el país “no está exento de populismos y de demagogia” de cara a las elecciones presidenciales del otro año, pero asegura que “los colombianos saben quiénes son los que enarbolan las banderas fracasadas que hemos visto en otros países” para evitar darles su voto.
Y, frente a la coyuntura, Duque advierte que en las protestas anunciadas para este 20 de julio no se permitirán bloqueos porque “son ilegales”. De paso, plantea varias preguntas que, a su juicio, la justicia de Haití debe resolver en torno al magnicidio del presidente Jovenel Moïse, caso por el cual se rastrea el accionar de 24 colombianos señalados de tener algún grado de responsabilidad en un hecho que tiene en jaque la estabilidad de esa nación ■