¿POR QUÉ NO SE CAMINA LA CIUDAD?

Uno de los serios problemas de Medellín es la movilidad, en la que seguimos fallando al preferir medios de transporte particulares sobre algunos limpios como los viajes a pie o en bicicleta.

Pero es que no nos gusta caminar, incluso donde hay condiciones para hacerlo. Un estudio del ingeniero Andrés

Felipe Mesa, de la Universidad Nacional, encontró que no aumentaron los viajes peatonales en los llamados corredores verdes o de la vida, como se les llamó, que se hicieron en sectores de El Poblado, Castilla y Manrique. Allí mejoraron la iluminación, el paisajismo y la seguridad.

¿Por qué esa renuencia? Quienes más caminan son personas de los estratos del uno al tres, más por necesidad, como para ahorrar un transporte. Lo corrobora el

Informe de Calidad de Vida de Medellín 2020, que muestra cómo en esos sectores se camina mucho más frente a zonas del sur, donde el auto va ganando la partida. En El Poblado, por ejemplo, el 41 % de los viajes se hace en carro.

Amplios sectores de Medellín son caminables, claro, en el día. Es una de las realidades que por distintos factores no enraízan en la población. (Otra es el uso del transporte colectivo de buses: hay creencia de que es muy malo, pero el 70 % de quienes lo usan, según el Informe, se sienten satisfechos).

Son percepciones sin fundamento, en las que inciden factores desde lo cultural, sociológico, hasta lo económico, que hacen que se desechen buenas oportunidades de movilidad.

En sectores de estratos del uno al tres se cree que el auto genera estatus. A eso apuntan muchos, aunque el crecimiento de la moto es notorio. Y en los barrios de estratos más altos el vehículo propio no genera estatus, pero sí comodidad y de ahí su uso, incluso para desplazamientos cortos.

Las políticas y planes de movilidad no se pueden centrar solo en el transporte masivo ni en incentivar el uso de la bicicleta (que se ha estancado). Conviene generar conciencia sobre los viajes a pie en una ciudad que en general es caminable y que los ciudadanos se pierden, sobre todo en el sur. Más en una ciudad atiborrada de vehículos (1 740 000) que no tiene vías para ampliar.

Tampoco altera la decisión saber que acá se pasan cada año cincuenta horas, dos días, encerrados en los vehículos en congestiones.

Un viejo informe de la Secretaría de Movilidad dice que Medellín es la ciudad de la movilidad inteligente. No parece.

Maullido: Imposible creer en la palabra del presidente Duque: dice una cosa, hace otra ■

No aumentaron los viajes peatonales en los llamados corredores verdes o de la vida que se hicieron en sectores de El Poblado, Castilla y Manrique.

¿Por qué esa renuencia?