Así le toca el bolsillo el alza en la tasa de interés
Estas movidas del Banco de la República se trasladan a las tasas del sector financiero del país.
Desde agosto del año pasado el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se salió del rango meta fijado por el Banco de la República, entre 2% y 4%, llegando al 4,44%, por lo que desde entonces la tarea del Emisor ha estado enfocada en ponerle freno a esa dinámica alcista.
No obstante, el indicador anualizado se mantiene en ascenso y en la medición correspondiente a abril se ubicó en 9,23%, es decir que en los últimos ocho meses se ha duplicado, presionado por el mayor valor de los alimentos, muebles, artículos para el hogar y el rubro de gastos asociados a restaurantes y hoteles.
Como responsable de preservar la capacidad adquisitiva de la moneda colombiana, el peso, el banco no se ha quedado quieto y ha echado mano de la que se considera la principal herramienta para contener el avance de la inflación: elevar sus tasas de interés.
Es así que en un entorno creciente del IPC la junta directiva del Emisor ha aplicado seis ajustes a su tasa de intervención, llevándola de 1,75% a finales de septiembre de 2021 a 6% en la actualidad.
Es necesario anotar que este porcentaje corresponde a la tasa de interés mínima que el Banco de la República le cobra a las entidades financieras por los préstamos que les hace. En ese contexto, los movimientos en esta tasa de interés pueden afectar las tasas del mercado, en particular a las del sistema financiero, por lo que esas decisiones los colombianos pueden llegarlas a sentir en su bolsillo.
Velocidad
Estudios publicados por el Emisor sostienen que en el corto plazo los cambios en la tasa de referencia suelen transmitirse con mayor velocidad hacia las tasas de interés de los créditos
comerciales que a las tasas de interés de los préstamos dirigidos a los hogares.
Una mirada a la variación que ha tenido la tasa de interés del Banco desde el último trimestre de 2021 y la dinámica que han observado algunas tasas de interés que cobran los establecimientos financieros a sus clientes coinciden en su tendencia ascendente.
Así, mientras a finales de septiembre la tasa del Emisor era de 1,75%, los intereses cobrados por transacciones con tarjetas de crédito eran en promedio de 23,64%.
Al cierre de abril con una tasa de intervención del 5%, el interés del sistema financiero por el denominado dinero plástico estuvo en 26,62%, es decir que subió 2,98 puntos porcentuales (ver gráfico).
Juan Pablo Espinosa Arango, director de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercados de Bancolombia, explicó que las tasas de interés que se están aplicando para los nuevos créditos, en sus diferentes modalidades, al compararse con las que estaban vigentes hace un año se han incrementado.
“Eso se debe a que los aumentos de tasas de referencia por parte del Banco de la República empezaron en el segundo semestre del año pasado, y hay un rezago entre la decisión del Emisor y la modificación de tasas para los nuevos préstamos. Este periodo esta entre seis y doce meses, así que lo que se está viendo ahora es el resultado de los ajustes que se definieron en 2021”, añadió el experto.
En ese sentido, es importante tener en cuenta las diferencias que existen entre las tasas de interés del sistema financiero, es decir, cómo se forman y sus posibles relaciones, pues estas se determinan por oferta y demanda en un mercado en el cual las entidades bancarias captan dinero del público para financiar sus préstamos e inversiones, y prestan dinero (dan crédito) a los usuarios que lo solicitan.
La tasa de interés de captación o tasa pasiva es el precio (en términos porcentuales) que las entidades financieras les pagan a los ahorradores que buscan una rentabilidad por depo
6% tasa de interés fijada por el Banco de la República, vigente desde el 2 de mayo.
sitar de manera libre sus excedentes de dinero.
Estos recursos captados son usados para financiar los préstamos o colocaciones a quienes solicitan crédito, cobrándoles una tasa de interés activa o tasa de colocación.
De esta manera, las tasas de interés de captación o de crédito son el resultado de la interacción de varios factores que afectan tanto la demanda como la oferta de recursos en el sistema financiero y que inciden en el mercado de depósitos, de crédito y de liquidez del sistema bancario.
Para Espinosa, de aquí en adelante los clientes del sistema financiero van a ver que los créditos que asuman tendrán un aumento más visible en las tasas de interés, pero por otro lado los ahorradores tendrían posibilidad de dejar sus recursos a unas tasas más altas en los Certificado de Depósito a Término (CDT) o en sus cuentas de ahorro.
Así las cosas, las decisiones que se toman en política monetaria tienen un rezago natural desde que la junta directiva del Banco de la República toma la decisión de la tasa de interés hasta que se transmiten a las tasas del sistema financiero, y a los precios de la economía.
Perspectiva
El más reciente dato de inflación anualizada, publicado por el Dane el jueves, de 9,23%, provocará que en sus próximas reuniones de junta, el Emisor siga apostando por aumentar la tasa de interés.
Los investigadores de Bancolombia anticiparon que la autoridad monetaria continuará el ciclo alcista iniciado en septiembre hasta llegar a una tasa de 7,25%, que se alcanzaría durante el segundo semestre de este año (ver ¿Qué sigue?).
Desde la óptica de Hernando José Gómez, presidente de Asobancaria, es necesario que se controle el avance de la inflación pasando de tasas bajas a niveles similares a los que tiene la inflación: “La junta ha tomado la decisión correcta, pero será clave que no haya afanes, porque por las experiencias del pasado sabemos que estos procesos son lentos que tardan hasta dos años para llegar al rango meta de la inflación” ■