“Yo sé que me van a matar”
¿Cuál fue la respuesta de las autoridades durante el paro armado?
“La Gobernación estuvo presente pero nos ha ido muy mal con Presidencia, minimizó lo que estaba ocurriendo. El presidente insinuó que no estaba pasando nada, que era un pequeño reducto y que nosotros estábamos haciéndole eco a los bandidos. Se le olvida que en los 19 municipios del Occidente opera el bloque Edwin Román de esta organización que, según inteligencia militar, tiene 1.000 hombres. No nos pueden venir a decir que salgamos como si nada hubiera pasado”.
¿Qué significó este paro en el Occidente?
“Dos conclusiones. La primera es que el presidente carga un problema muy grande con los grupos irregulares. La segunda es que los grandes perdedores son las Autodefensas Gaitanistas, porque confrontaron al pueblo, lo estrecharon, lo asesinaron. Pero también perdió el Estado porque perdimos autoridad, estuvimos secuestrados a la merced de unos bandidos y el Estado se olvidó de nosotros. Hoy no tenemos ninguna legitimidad porque una cadena de Whatsapp o dos tipos en una moto con dos fusiles ponen las condiciones en estas zonas”.
¿Cuál es su situación de seguridad?
“En el primer año de gobierno empezaron mis problemas con las medidas que tomamos para irle cortando espacios a la delincuencia, en especial cerrando un aeropuerto donde en el periodo pasado se cayeron dos avionetas, una con droga y otra con muchos millones de pesos. Me fueron a asesinar, un familiar de uno de los cuatro que venían los aventó y tuvieron que abortar. Tengo un policía y un funcionario de la UNP, pero en estos momentos es insuficiente frente a la molestia que he causado en los grupos irregulares (...) Yo sé que esa gente me va a matar. En mi intimidad se me venían las lágrimas. Si me llega a pasar algo, no dejen que lo que está ocurriendo en estos pueblos se muera, porque es muy grave”.