En Santa Bárbara están asfixiados sin la troncal
Aunque vía que va al Suroccidente opera a un carril, productores y comerciantes alegan fuertes afectaciones por cierres parciales.
En medio del ensordecedor ruido de los automotores que cruzan la troncal del Occidente, a la altura de las veredas La Quiebra y la Judea de Santa Bárbara, varios productores y comerciantes concluyen que ni la pandemia los afectó tanto como lo han hecho algunas de las decisiones tomadas en la zona por la Concesión Vial La Pintada.
Desde el 21 de abril, tras el daño de un tramo de 200 metros de la carretera, que obligó al cierre total de la vía que conecta el sur y el norte del país por 15 días, se generó un traumatismo no solo vial sino económico y social que afectó a 11 veredas de Santa Bárbara y cerca de 6.000 de sus habitantes, según Andrés López, presidente del Concejo.
Por ejemplo, para don Elí Castañeda —agricultor con 42 años de vivir en una de las curvas del sector— las ventas de carretera son un ingreso importante para sostener su hogar, pues casi la mitad de los $2 millones que logra conseguir mensualmente provienen de la miel y la panela que vende a camioneros y turistas que paran al frente de su casa.
Sin embargo, el cierre ordenado por la Concesión, así como la instalación de un punto de pare y siga desde el viernes 6 de mayo muy cerca de su vivienda (ver Para saber más), han hecho que sus ventas mermaran a la mitad. “De seguir esto así, nos vamos a la quiebra”, agregó.
Un caso más crítico es el de Nilson Ospina, un vendedor de frutas con 37 años de estar en La Judea y quien antes del cierre se ganaba cerca de $150.000 al día. Hoy, con mucho esfuerzo, apenas logra conseguir $15.000.
¿Sin solución a la vista?
El concejal Edidier García señaló que luego de 20 días, la comunidad no tiene claro el motivo que llevó a la clausura de la vía, así como cuál será la solución definitiva que les devuelva la normalidad.
Los vecinos de La Quiebra indicaron que el mutismo entre los encargados de la obra es lo habitual. Aún así, han escuchado rumores que apuntan a que la zona se intervendría hasta con puentes militares. “Hasta ahora no sabemos nada en concreto, ni cuanto tiempo va a tomar”, le dijo un vecino a EL COLOMBIANO.
García indicó que la comunidad vive en zozobra económica, pues no se sabe en qué momento la Concesión volverá a cerrar el tramo dejándolos aislados, en la incertidumbre.
“La gente, con la vía abierta, tiene zozobra por el futuro del puente; pero con la vía cerrada tiene hambre. Por eso queremos que el gobierno nos diga a quién le toca darnos las soluciones. Necesitamos que se arregle la situación”, agregó.
Otro asunto que resaltan García y López es que, salvo por las gestiones de la Personería, los afectados no han recibido un apoyo psicosocial que les permita afrontar su situación.
“Los habitantes de dos casas al lado del camino perdieron sus viviendas y les tocó desplazarse. Los 17 estudiantes de la escuela Damasco se quedaron en casa como si hubiera vuelto la pandemia, pero sin la compañía de sus padres que les tocó salir a rebuscar el sustento. Acá hay comerciantes con décadas de prestar sus servicios que de un día para otro tuvieron que cerrar sus negocios 15 días. Todos ellos
están en la incertidumbre”, dijo García.
Don Elí y Nilson señalaron que el apoyo que han recibido de la concesión durante estos días han sido unos bonos alimentarios por los que están agradecidos. Sin embargo, consideraron que un apoyo psicosocial sería esencial para detectar las otras necesidades de la comunidad.
“Sí hay acompañamiento”
La Concesión Vial La Pintada respondió a la comunidad por medio de este diario a través de un comunicado. Indicó que desde el principio informó que el cierre se dio por las afectaciones de la fuerte ola invernal que azota al Suroeste.
Según explicó el cierre se decidió el 21 de abril, una vez se identificó el riesgo que representaba mantener la vía abierta en dichas condiciones para los vehículos y los habitantes. De igual forma dijo que instaló un punto de atención a la comunidad en La Quiebra para entregar toda la información disponible.
Contrario a lo dicho por López y García, la concesión indicó que ha estado en permanente conversación con autoridades y entidades del territorio en la búsqueda de soluciones y acciones conjuntas.
“Cada 40 minutos se hacen mediciones topográficas de monitoreo para detectar posibles movimientos y cada tres horas mediciones más complejas de acuerdo con el comportamiento del terreno. En caso de alerta, se procederá con el cierre, teniendo como prioridad el cuidado de las personas”, dijo la concesión.
Indicó que desde el día 1 de la emergencia se levantó un censo de personas afectadas o en situación de riesgo, en conjunto con la Alcaldía. Por ahora, las respuestas dadas por la concesión no dejaron contentos a varios habitantes y por eso el Concejo dedicó una comisión accidental para hacer seguimiento al tema.
“Yo no me quiero imaginar que el día de mañana abran la vía Caldas – Amagá – Bolombolo – La Pintada y nosotros quedemos en el cajón del olvido. Si no buscamos la solución rápida para este sector, el día que abran esa vía, nosotros desapareceremos”, dijo Nilson ■
CAMILO SUÁREZ