El Colombiano

Méndez regresó a la pantalla 16 años después

RCN estrenó la telenovela de Hasta que la plata nos separe, producción que se emitió en 2006. ¿Por qué se producen tantos remakes y versiones?

- Por JAIME HORACIO ARANGO D. FOTO

El éxito de una telenovela o serie no solo se mide con el rating (número de televident­es), sino con la cantidad de repeticion­es, adaptacion­es y remakes.

De Betty la fea, por ejemplo, se han hecho 28 versiones o adaptacion­es en el mundo, además de que ha sido doblada a 25 idiomas y se ha emitido en 180 países, mientras que de Pasión de Gavilanes se han emitido cinco remakes. La original fue en 1994 con el título de Las aguas mansas.

Uno de esos casos es el de

Hasta que la plata nos separe,

producción que RCN estrenó este martes en un remake.

Esta historia, original del fallecido libretista Fernando Gaitán, se vio por primera vez en pantalla en 2006, protagoniz­ada por Marcela Carvajal y Víctor Hugo Cabrera, mientras que en 2009 en México hicieron su versión con el título

Hasta que el dinero nos separe,

con Pedro Fernández e Itatí Cantoral. Además de un par de repeticion­es en la televisión colombiana.

Diferencia­s

Acerca de la diferencia entre adaptación y remake, el doctor en Comunicaci­ón, guionista, escritor y docente universita­rio Jerónimo Rivera advierte que pese a que la esencia es la misma, “trabajar sobre cosas que ya existen”, la gran diferencia es que en el remake la idea es “volver a hacer algo que ya se hizo, de manera muy similar a la original, con ligeros cambios”, mientras que la versión o adaptación “son miradas particular­es de un creador frente algo ya existente y en ese sentido puede diferir mucho de la original”.

Produccion­es como Ecomoda, Betty en NY o Uggly Betty son el mejor ejemplo de adaptacion­es, en este caso de Yo soy Betty, la fea.

Rivera comenta que los remakes generalmen­te se usan cuando la obra se hizo hace mucho tiempo y se requiere actualizar­la al tiempo actual o cuando se hizo en otro país y hay que cambiar condicione­s de espacio e idioma, entre otras. Ese es el caso de las “nuevas” Hasta que la plata nos separe

o Café, con aroma de mujer.

Debían actualizar­se.

Acerca de la libertades y licencias que los guionistas se pueden dar en los remakes frente a la historia original, el escritor y libretista Andrés Burgos, que hizo parte del grupo de guionistas de Hasta que la plata nos separe en 2006, bajo la tutela de Fernando Gaitán, expresa que cada producto (serie, telenovela o película) es diferente en su proceso de adaptación. “No hay reglas generales más allá de respetar el espíritu de la historia y la esencia de los personajes”.

Para Burgos, un escritor se puede topar con títulos donde le dan margen de libertad y otros donde no quieren más que una actualizac­ión del contexto. “Todo depende lo que quieran los productore­s”.

2006

año en el que se estrena la edición original de Hasta que la plata nos separe.

Falta creativida­d

El boom reciente de estas versiones y remakes es tal que Café, con aroma a mujer (2021) llegó la semana pasada a la cifra de 500 millones de usuarios en la plataforma Netflix y durante las dos primeras semanas de enero de 2022 fue la serie más vista de la plataforma en Colombia y estuvo en el top 10 del mundo.

Sobre esta tendencia, Jerónimo Rivera explica que hay un agotamient­o de la industria y un temor general de los canales de televisión por la pérdida de audiencia, a la vez que son consciente­s de que su público objetivo son las personas mayores y por eso emiten productos (dramatizad­os) que recurren a la nostalgia de esos televident­es adultos.

Este fenómeno se evidenció mucho más durante la pandemia, cuando los canales ante la imposibili­dad de producir nuevo productos, recurriero­n a las repeticion­es con muy buen resultado. RCN emitió por quinta vez Betty,

Además de cautivar la nostalgia, a los canales les sale muy económico retransmit­ir esos productos, que grabar nuevos.

El periodista y experto en telenovela­s Carlos Ochoa anota que además de Hasta que la plata nos separe actualment­e están en producción otros dos remakes, uno de la comedia Dejémonos de vainas (1984-1989) y otro de la telenovela Señora Isabel, que se emitió en 1993.

Más allá del boom y de los buenos resultados del nuevo Café en Netflix (porque en RCN le fue mal), lo cierto es que el éxito de los remakes no es tan constante, casi que son más los fracasos, como pasó con Azúcar o Secretos del paraíso, que los buenos resultados que sí tuvo Pasión de gavilanes.

¿Logrará Méndez de 2022 (Sebastián Martínez) igualar la popularida­d del Méndez de 2006 (Víctor Hugo Cabrera) en Hasta que la plata nos separe? ■

Sebastián Martínez y Carmen Villalobos son los protagonis­tas del remake de Hasta que la plata nos separe. En 2006 fueron los actores Marcela Carvajal y Víctor Hugo Cabrera.

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 ?? CORTESÍA RCN ?? Arriba imagen de los nuevos protagonis­tas de Hasta que la plata nos separe, Juliette Pardau, Sebastián Martínez y Carmen Villalobos. Abajo, los de 2006, Víctor Cabrera y Marcela Carvajal.
CORTESÍA RCN Arriba imagen de los nuevos protagonis­tas de Hasta que la plata nos separe, Juliette Pardau, Sebastián Martínez y Carmen Villalobos. Abajo, los de 2006, Víctor Cabrera y Marcela Carvajal.

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