Gustavo Petro da tranquilidad a empresas, excepto a las mineras
En reunión con el Consejo de Empresas Americanas, el candidato afirmó que daría un plazo de 12 años para cesar la explotación petrolera.
El candidato a la presidencia, Gustavo Petro, ha señalado que si llega a ganar la carrera a la Casa de Nariño no permitirá el fracking ni otorgará más contratos de exploración y extracción petrolera y carbonífera en Colombia, lo que genera dudas en este sector que es el más importante para la economía del país.
Como parte de tratar de suavizar su discurso, Petro se refirió a estas posiciones en reunión con el Consejo de Empresas Americanas (CEA), que agremia a 112 empresas norteamericanas con sede en Colombia, pertenecientes a 17 sectores de la economía. En el encuentro se abordaron diferentes temas como la estabilidad jurídica para las empresas y la transición energética del país.
¿Qué pasó?
Ricardo Triana, director del Consejo de Empresas Americanas (CEA), expresó a EL COLOMBIANO que Petro les dio un parte de tranquilidad, garantizándoles la seguridad jurídica a las empresas extranjeras que tienen inversiones en el país. Sin embargo, el panorama no es el mismo para las compañías del sector minero.
Primer trimestre de cada año
“Queríamos escuchar de su boca su programa y cómo sería, ante un eventual gobierno suyo, el panorama para la inversión extranjera estadounidense, ya que muchas de estas empresas llevan más de 100 años en el país”, señaló Triana.
Asimismo, el director del CEA dijo que Petro les reiteró los tres problemas que considera que tiene el país: el petróleo, el carbón y la cocaína. Razón por cual propone una transición de 12 años para cesar la explotación y extracción de petróleo y carbón.
Así, para Triana, si bien a los empresarios les generó tranquilidad que el candidato del Pacto Histórico les asegurara que respetará los contratos actuales de hidrocarburos, les quedó preocupando el hecho de que no se firmarían más a partir de su llegada al Gobierno.
“Si es un sector que se irá extinguiendo en 12 años, esto implicaría que las empresas no podrán seguir invirtiendo, sobre todo las estadounidenses, que siempre piensan a largo plazo. Y pues se trata de un sector que representa más del 77% de las regalías de Colombia y más del 7% de los ingresos fiscales del país. Además, la empresa Drummond, que produce carbón, representa la mayor inversión extranjera estadounidense en Colombia y lleva aquí 35 años”, señaló Triana.
¿Colombia sin petróleo?
Para Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), de mantenerse el ritmo actual de las exportaciones mineras —que crecieron en este primer trimestre un 44% frente al mismo periodo de 2021— y las condiciones internacionales de los mercados, este año se alcanzaría una cifra récord en aportes fiscales y regalías cercana a los $9 billones.
Por esta razón, Nariño afirmó que Petro debe “ser responsable y no puede prescindir de una industria que la aporta tanto al país”. Además, destacó que el sector genera alrededor de 160.000 empleos directos y 700.000 indirectos.
“Es prometedor que todos
los candidatos tengan dentro de sus propuestas de país la transición energética y la adaptación al cambio climático, pero esto solo será posible con una política de fomento minero. Colombia produce varios minerales esenciales y se pueden desarrollar proyectos que en un escenario de diversificación energética son estratégicos”, indicó el dirigente gremial.
Y resaltó que para reemplazar los aportes actuales de la minería formal se tendría que incrementar cuatro veces el sector de información y comunicaciones, seis veces el agro colombiano, siete veces el sector cervecero, 16 veces el sector de las confecciones, 40 veces la producción de cemento y 70 veces la panadería.
En este sentido, para la analista en materia minero energética, Clara Inés Pardo, es importante que primero se realice un análisis estratégico de cómo se compensarán los recursos que aporta el sector minero al país, con el fin de definir cuáles serían las consecuencias y las medidas para sustituir esos ingresos, así como las exportaciones y la mano de obra que este genera.
“Hay que tener en cuenta si el país realmente ha logrado realizar inversiones para la diversificación productiva y la reducción de la dependencia de este sector. Si no se define cómo se van a suplir esas cifras, las consecuencias podrían ser complejas para las finanzas públicas”, concluyó Pardo ■