LOS LUNARES DE SU GESTIÓN
Entre los principales escándalos e irregularidades del sector salud de la ciudad en los últimos dos años, que involucran tanto a la Alcaldía como a otras entidades del conglomerado público, figuran el deterioro de la red de Metrosalud, que presenta 20 sedes con graves fallas de infraestructura y denuncias de sobrecarga laboral de los empleados. Por otro lado, la administración del Hospital General ha estado plagada de denuncias de contratación irregular y tercerización laboral, irregularidades que según el concejal Daniel Duque son de conocimiento de la Alcaldía sin que esta haya hecho nada al respecto. A esto se suman las denuncias en el Hospital Infantil Concejo de Medellín donde los pediatras ajustaron 10 meses sin recibir sueldo. Según dos fuentes de las agremiaciones de salud, ante las solicitudes directas a Uribe para que tomara acciones contra denuncias de irregularidades en contratación y precarización laboral en estas entidades, la respuesta de Uribe fue de apatía total. Su gestión también ha estado marcada por el lío de la Clínica de la 80 que la Alcaldía recibió en comodato para atender la pandemia y le invirtió casi $24.000 millones, en una contratación que está bajo la lupa de la Contaloría. Además existía la promesa de comprarla, pero luego la Clínica Vida se quedó con ella dejando en un limbo temporal la inversión realizada. Tras esto, la Alcaldía intentó retener irregularmente la Clínica lo que forzó a Saludcoop a reclamar ante la Procuraduría. Luego la entregó el 13 de mayo. A Uribe también se le cuestiona que dos hermanos suyos, Cristian y Sebastián, hayan sido favorecidos con contratos en Sapiencia y una beca por parte de la Alcaldía, respectivamente.