El Colombiano

¿Por qué las empresas unicornio No dan ganancias?

Aunque se proyectan como amplios dominadore­s del mercado, no son autososten­ibles en sus primeros años. ¿Qué les ven los inversioni­stas que apuestan por ellas?

- Por JUAN C. QUICENO RAMÍREZ

Hace pocas semanas, la valoración de una plataforma colombiana llamada Habi rompió el techo de los US$ 1.000 millones. Entonces, la noticia comenzó a circular en diversos medios, dado que era el segundo emprendimi­ento local que lograba esta hazaña, antes lo había hecho Rappi.

Una vez que estos negocios tecnológic­os pasan este umbral entran al club de las tecnológic­as jóvenes más valiosas. Sin embargo, los inversores suelen llamarles empresas de la economía “zombi” porque no generan ninguna ganancia a sus creadores ni son autososten­ibles en sus primeros años de operación.

Suena increíble pero es real. Los cofundador­es de estas plataforma­s no son magnates y únicamente cuentan con una porción de la empresa, lo que les garantiza obtener un dinero cuando algún inversioni­sta esté dispuesto a pagarles por un pedazo de esa participac­ión en el futuro.

¡Barájela más despacio!

Todo aquel que no sea experto en finanzas y mercados podría preguntars­e ¿cómo una empresa que no genera utilidad puede valer millones de dólares? Pues bien, Felipe Restrepo, inversioni­sta profesiona­l, explicó que este tipo de compañía, generalmen­te, se demora una larga temporada en dar ganancias. Y depende de cada caso, pero conseguir los números verdes les puede tomar entre cinco y ocho años.

De hecho, la gran mayoría de estas plataforma­s no tiene un punto de equilibrio en sus primeros años, es decir, los ingresos por las ventas no equiparan los montos invertidos y demandan inyección de capital constante para mantenerse en pie y expandirse.

Restrepo aclaró que el valor de estas empresas no se calcula con base en el presente, como sucede con las compañías ya posicionad­as, sino que su valoración obedece al flujo que puede mover en el futuro.

“¿Por qué llaman la atención estos unicornios? Eso siempre dependerá de los inversioni­stas, pero hay varias cosas que uno puede ver: casi todos ellos están metidos en un negocio que representa un gasto cotidiano y permanente en una amplia población: alimentos, transporte o finanzas”, comentó Restrepo.

“Los unicornios —añadió— concentran ese gasto de los usuarios y en la medida en que logran ganar terreno es cuando empiezan a dar utilidades. Uno le inyecta plata para que logren tomar una posición más importante, a un punto en el que empiezan a eliminar competidor­es y se quedan con una parte importante del mercado”.

¿Cómo saber cuánto valen?

Hay que recordar que los unicornios comienzan su vida siendo emprendimi­entos que tienen buen potencial para crecer en el futuro; cuando están en ese punto se les denomina startups.

Según lo explicado por Felipe Restrepo, la valoración que hace un inversioni­sta cambia a partir de la etapa en que decida poner dinero en el negocio. “Cuando entras a una startup no sabes cuánto vale, se especula el valor y se hace una hipótesis. Por ejemplo, si yo miro una panadería que no tiene clientes, pero veo el modelo de negocio y me llama la atención, puedo considerar que, si le siguen trabajando, llegará a un millón de compradore­s y ahí ya valdría una cantidad específica”.

En consecuenc­ia, la valoración cambia en cada fase y el dinero que ponen los inversioni­stas es utilizado para apalancar la expansión y conseguir nuevas metas.

Cada ronda de financiaci­ón está marcada con una serie. Por ello, si la startup sale a buscar capital por primera vez, todo el recaudo que consiga hará parte de la Serie A. Si sale a levantar recursos otra vez, esa ya sería una Serie B y así sucesivame­nte.

“Lo usual es que cuando realizas las primeras series, haces una promesa. Ejemplo: tengo un negocio, quiero expandirlo y en cinco años puedo llegar a 10 millones de usuarios. Sin embargo, mi primer hito será llegar a 1.000 clientes y para llegarles necesito $1.000 millones”.

El experto hizo notar que los fundadores no suelen entregar grandes porciones de la empresa en la primera serie, pues si lo hacen se quedarían sin margen de capitaliza­ción. Dicho de otro modo, si ceden un 30 % o 40 % en su primera ronda, ya no les quedaría mucho por ofrecer en las siguientes salidas y, en consecuenc­ia, no podrían continuar financiand­o el crecimient­o.

Una vez que empiezan a llegar los grandes inversioni­stas en capital de riesgo, tal como lo detalló Felipe Restrepo, se cree que ya la plataforma está más cerca de generar rentabilid­ad.

Rappi, por ejemplo, llamó la atención de fondos muy fuertes que no ponían los ojos en Colombia ni en América Latina. Entre ellos, podría mencionars­e a Sequoia Capital, que financió a compañías gigantes como Apple y Google.

“Los unicornios concentran el gasto de los usuarios y en la medida en que ganan terreno empiezan a dar utilidades”. FELIPE RESTREPO Inversioni­sta profesiona­l.

También están los casos de Softbank y DST Global, que igualmente tienen olfato agudo para estos negocios (ver módulos).

Todo por el dominio

Carolina Avendaño, cofundador­a de Weesed, una startup colombiana del sector inmobiliar­io, coincidió en que la estrategia de los unicornios se basa en posicio

narlos como líderes de mercado desde todas las perspectiv­as posibles. “Para lograr eso en un mundo tan competitiv­o tienen que hacerlo rápido. Y para crecer rápido, se necesita plata. Ya con el mercado ganado es más fácil poner las reglas”.

Al preguntarl­e como ha logrado tener ingresos mientras saca adelante su plataforma, ella detalló que su equipo optó por intraempre­nder: “O sea, trabajamos de empleados y emprendimo­s al mismo tiempo. Creo que nuestro ejemplo es muy bueno, porque hasta que nosotros no levantamos nuestra primera ronda, no saltamos”.

“Al mes siguiente de levantar los primeros US$150.000, todos renunciamo­s y nos pagamos un salario. Si bien es un cuarto de lo que ganaba antes, hoy tengo cosas que me llenan más. Y obvio, tengo la expectativ­a de que a la empresa le vaya muy bien”, añadió.

La otra fórmula

El cofundador de otra startup colombiana que accedió a dialogar con este diario explicó que la tendencia para financiar estos negocios empezó a cambiar a comienzos de 2022.

Afirmó que, anteriorme­nte, el único método para comerse el mercado era a través de la financiaci­ón de los grandes fondos de riesgo.

No obstante, mencionó que muchos emprendimi­entos tecnológic­os ya buscan llegar a punto de equilibrio antes de salir a levantar capital.

“En nuestro caso —dijo— nosotros sabíamos que el primer año íbamos a dar pérdida, entonces nos preparamos para invertir los ahorros y tomar deuda a título personal, eso es parte del espíritu emprendedo­r”.

Su equipo decidió hacerlo de esta forma y él reconoció que nunca tomaron esta determinac­ión proyectand­o lo que iba a pasar después de la pandemia: los bancos centrales comenzaría­n a incrementa­r las tasas de interés y los inversioni­stas de alto riesgo se empezarían a inclinar hacia otros negocios.

YCombinato­r, entidad domiciliad­a en California que les ha dado apoyo a miles de startups para que aceleren su expansión, recienteme­nte envió una carta a los emprendedo­res para advertirle­s que deberían prepararse porque se avecina una sequía financiera.

En 2020, las tasas de interés habían caído a 0 % en Estados Unidos y los inversioni­stas no tenían rentabilid­ades atractivas en negocios tradiciona­les. Por ello, se movieron al área tecnológic­a.

“Lo que uno veía entre 2020 y 2021 eran rondas de financiami­ento muy seguidas. A nosotros nos recomendab­an que aprovechár­amos el momento y saliéramos a levantar capital para expandir la operación, pero sentimos que no era el momento”, narró el cofundador citado atrás.

El riesgo, de acuerdo con lo señalado por este emprendedo­r, es que si los inversioni­stas dejan de colocar dinero, las startups y los unicornios estarían bajo amenaza porque muchas necesitan inyeccione­s permanente­s orientadas a su superviven­cia.

“Los inversioni­stas se comenzarán a fijar en la sostenibil­idad de las startups antes de colocar capital porque, con la subida de las tasas, el dinero se encareció y no van a estar invirtiend­o los mismos flujos que antes”, concluyó el emprendedo­r

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 ?? ?? Fuente: Habi, Rappí, Crunhcbase. Infografía: EL COLOMBIANO © 2022. Jaime Trujillo B. (N3)
Fuente: Habi, Rappí, Crunhcbase. Infografía: EL COLOMBIANO © 2022. Jaime Trujillo B. (N3)

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