Sabemos más de Shakira
Así como buscamos información y sabemos hasta de qué color era la marquilla del bóxer que tenía Piqué cuando le fue infiel a Shakira, si miráramos a fondo a los candidatos, podríamos tomar decisiones más conscientes, ser ciudadanos responsables”.
Si así como nos gusta escudriñar la separación de Shakira y Piqué nos gustara buscar las propuestas de los candidatos y no quedarnos en las cadenas y memes de WhatsApp, no tendríamos este vacío e incertidumbre política en la que no sabemos para dónde coger.
En Medellín tenemos un alcalde que parece más un adolescente influencer que un estadista cuando escribe en Twitter frases provocadoras para llamar la atención. Por el lado de la presidencia, estamos entre un mesiánico, a quien muchos de sus seguidores le hacen más daño que beneficio, porque quieren atraer nuevos votantes a la brava, y otro candidato que produce, con la misma intensidad, videos en TikTok, risa e incertidumbre. Un señor que quiere manejar el país como maneja sus empresas, duro, a la brava y desconociendo el equilibrio de poderes. Entre muchas barbaridades, ha hablado de declarar conmoción interior, cerrar consulados y limpiarse el culo con la ley. Esas ideas populistas, aunque gustan mucho, son peligrosas porque generarían un caos institucional más desastroso que el que tuvimos en Medellín cuando vivimos varios días sin alcalde.
Si Rodolfo habla como regañando aun sin ser electo, imagíneselo gobernando. Pero eso le encanta a Colombia: la mano dura. Nos gusta un candidato que hable fuerte, que regañe en público, temerario, imponente, peleador. Cuando el pueblo se siente abandonado por el Estado, como es el caso, aparecen figuras como la de Rodolfo, que antes daban risa, ahora dan sustico. Tiene la fortuna electoral de recibir el apoyo incondicional del uribismo, que después de la primera vuelta se volvió “rodolfista”, solo por un interés común: que no gane Petro. A muchos uribistas no les gusta Rodolfo y lo ven peligroso. Sin embargo, el miedo a Petro y a todo lo que no sea pensamiento de derecha —miedo cultivado por años— está por encima del riesgo que se corre al poner en la presidencia a un señor que más parece un abuelo bravo y divertido que un estadista. Recordemos que en Medellín ya se eligió a un “independiente” que gobierna por redes, al que la esposa le tuvo que quitar el teléfono para que no publicara más barbaridades. Debe ser dura la encrucijada del uribismo en Antioquia porque Rodolfo es como Quintero, pero con más plata. Ahí está el espejo.
Entonces, si así como buscamos información y sabemos hasta de qué color era la marquilla del bóxer que tenía Piqué cuando le fue infiel a Shakira, si con esa misma entrega miráramos a fondo a los candidatos, podríamos tomar decisiones más conscientes, ser ciudadanos responsables. Vote por el que quiera, Petro o Rodolfo, pero sin miedos y esa pasión ciega, evaluando riesgos y beneficios para todos. Soy soñador. Eso no pasará. Somos pasión. Sigamos eligiendo a tiktokers. Sigamos como la canción de Shakira: ciega sordomuda, porque se me acaba el argumento y la metodología