El “coco” de la recesión de EE. UU. ensombrece 2023
La caída del Producto Interno Bruto (PIB), el encarecimiento de precios y la subida de tasas tienen al mercado imaginando esta situación el otro año.
El hombre más rico del mundo, Elon Musk, tiene un “súper mal presentimiento” sobre la economía mundial. El presagio lo está haciendo evaluar el despido de uno de cada 10 trabajadores de Tesla, es decir, aproximadamente 10.000 personas, e incluso congelar las contrataciones, según correos filtrados del magnate.
Los temores no están lejos de la realidad y de hecho Musk no es el único que los tiene. Es que las cifras de Estados Unidos, principal potencia mundial, hacen que muchos divisen una recesión, partiendo de que esa economía ajustó una caída de 1,4% en el primer trimestre de este año y hasta abril la inflación anual escalaba a 8,3%.
Por si fuera poco, en una histórica decisión la Reserva Federal estadounidense (FED) decidió subir sus tasas de interés a entre 0,75% y 1% (incremento más alto en 22 años) y para final de 2023 podrían llegar a entre 3,25% y 3,5%. Todo esto hizo ver a la firma especializada Goldman Sachs una posibilidad de recesión de 35% para EE. UU. en los próximos dos años.
Técnicamente la recesión se define como una caída del PIB durante dos trimestres consecutivos, aunque de fondo, dice el investigador económico de la Universidad Sergio Arboleda, Luis Fernando Ramírez, EE. UU. podría sufrir un fenómeno todavía más agudo: la estanflación, que combina el estancamiento de la economía con el alza persistente en los precios.
Golpe en Colombia
El docente asegura que el efecto directo que eso tendría sobre Colombia estaría en el sector externo, entendiendo que EE. UU., principal socio comercial del país y mayor consumidor del mun
do, tendería a bajar sus importaciones y con eso los ingresos provenientes de la exportación de hidrocarburos o alimentos de Colombia bajarían drásticamente.
Dicha situación aunada a una menor liquidez mundial por las decisiones de la FED podría mermar el crecimiento económico del país, que depende en buena parte de las ventas de materia prima. Además, los activos del sistema financiero y las remesas también se impactarían negativamente.
Algunos como el economista Peter Schiff, fundador de Euro Pacific Capital, creen que incluso EE. UU. ya entró en recesión y podría ser peor que la del 2008, cuando se vivió la famosa burbuja inmobiliaria, pues las clases más vulnerables pagarían “los platos rotos” debido a las fuertes medidas que tomará la FED para atajar el encarecimiento de los precios, con la mencionada alza de tasas que reducirá el acceso al crédito.
No obstante, en una postura menos fuerte, hay quienes como el profesor Ramírez creen que esa podría ser una situación meramente coyuntural que tendría un efecto parcial en la economía. In
cluso, el propio Elon Musk ha dicho que una recesión –que en su concepto podría durar hasta 18 meses– sería “algo bueno” porque pondría a EE. UU. a reflexionar sobre la excesiva irrigación de liquidez que se dio durante la pandemia.
En cualquier caso, la incertidumbre ronda a la economía mundial de cara a 2023 y desde ya expertos califican la posible recesión como el coletazo definitivo de la pandemia y los grandes niveles de emisiones monetarias a los que obligó