Un servicio con más oportunidad
Los niveles de atención en las IPS se relacionan con la patología del paciente. Aquí, una breve explicación.
Resfriado, hernia, apendicitis, herida o pérdida del conocimiento. Cualquiera de estos diagnósticos requiere de una consideración médica diferencial en los niveles de atención de las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS). En este sentido, Andrés Zapata Cárdenas, director médico del Hospital San Vicente Fundación, afirma que conocer a dónde acudir según las condiciones de salud particulares “evita la saturación del sistema y optimiza recursos, pues la utilización no adecuada de estos servicios redunda en sobrecostos por traslado y uso de ambulancia”.
Por ejemplo, si la persona presenta dolor de cabeza leve debería acudir a un hospital de nivel 1 para ser atendido por
un médico general. En caso de desmayo, la recomendación es dirigirse a urgencias para que sea remitido de acuerdo con la complejidad de su caso.
En detalle
Para saber, entonces, a qué nivel de complejidad acceder es importante que la persona conozca cuál es su diagnóstico o triage distribuido en 5 categorías. Si lo clasifican en el criterio 1 es porque requiere atención inmediata y probablemente maniobras de reanimación. En
el 2 necesita recibir atención médica y esta no debe superar los próximos 30 minutos. Si le indican que está en el 3 es porque requiere medidas diagnósticas y terapéuticas de urgencia. El 4, por su parte, significa que presenta condiciones médicas que no lo comprometen, pero que requieren tratamiento, y finalmente, si lo ubican en el 5 es porque su diagnóstico está relacionado con problemas agudos o crónicos que no representan riesgo evidente.
Según Abelardo Guzmán, director asistencial de la Clínica Universitaria Bolivariana, el 85 % de los pacientes por urgencias están entre nivel de atención básica e intermedia y el 15 % en nivel avanzado, lo que demuestra que los servicios de urgencias están saturados por patologías no prioritarias