El séptimo envión de Gilinski por el control del GEA
Analistas dicen que la estrategia del banquero es comprar barato lo que vale mucho. Otros estiman que la OPA por Grupo Argos no será exitosa.
Los esfuerzos de Jaime Gilinski por perforar la hegemonía del Grupo Empresarial Antioqueño ( GEA) intentando el control de algunas de las sociedades claves como Nutresa, o la compra de participaciones accionarias relevantes en otras como Sura y Argos, tendrán el próximo lunes dos nuevos pulsos que se desarrollarán en instancias diferentes.
El primero de ellos será en el mercado bursátil cuando vuelvan a negociarse en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) las acciones de Grupo Argos, suspendidas desde el pasado 19 de mayo cuando la sociedad Nugil de Gilinski lanzó una Oferta Pública de Adquisición (OPA), por al menos el 26% de la propiedad de la holding de infraestructura.
Uno de los efectos tangibles de la publicación ayer de los avisos y cuadernillo de la OPA, fijando el periodo de aceptaciones y otras condiciones del proceso, fue que la BVC levantara la suspensión de la especie, lo que ocurrirá pasado mañana, 13 de junio, cuando reiniciará las transacciones con una cotización de $13.540.
En el entendido de que Gilinski ofrece US$4,28 por cada título, unos $16.745 a la tasa de cambio del dólar vigente este fin de semana de $3.912,51, se espera que la especie observe una tendencia al alza, y alcance por lo menos los $15.000 que es el precio objetivo que estiman algunos comisionistas de bolsa.
Es necesario anotar que, inicialmente, el periodo de aceptaciones de la OPA en la bolsa estará habilitado entre el 21 de junio y el 6 de julio (10 días hábiles), pero Gilinski podría ampliarlo, sin exceder los 30 días.
El segundo pulso tiene que ver con la asamblea extraordinaria de accionistas de Sura que el pasado primero de junio solicitó Gilinski, quien considera que, con el 37,86% de las acciones de esa sociedad en su poder, tiene derecho a un asiento más en la junta directiva de la holding financiera y aumentar de dos a tres sus fichas en el órgano directivo, compuesto por siete integrantes.
Más o menos
Para algunos analistas vender las acciones de Grupo Argos hoy es un error. “Si la oferta es muy baja en un mercado deprimido, cobra más relevancia el largo plazo, y la compañía tiene resultados sólidos y una perspectiva de crecimiento favorable”, anotaron.
Es así como destacaron que en los últimos 10 años la holding ha multiplicado su ebitda 2,6 veces, y sostuvieron que $1.000 invertidos en Grupo Argos en el año 2000 hoy equivalen a más de $25.000.
Igualmente, comentaron que ante la expectativa de un ciclo favorable prolongado de commodities en los próximos años, este favorecerá la acción de una compañía posicionándola como un activo defensivo frente a la inflación, y con un potencial de crecimiento derivada de las múltiples oportunidades en infraestructura que tiene en la región donde sus filiales desarrollan los negocios cementero, energía y concesiones.
Desde esa perspectiva insistieron en que “la estrategia de Gilinski está cantada: compra barato lo que vale mucho más. Quien mire el valor de la acción y no el valor de la estrategia (entiéndase romper el enroque, controlar e ir por Bancolombia) no está leyendo bien las cartas del juego”.
También llamaron la atención de los fondos de pensiones, pues el mercado ya tuvo un proceso de aprendizaje luego de seis OPA, tres por Nutresa y tres por Sura.
“Gilinski va por el control del GEA, y por eso no se puede salir a vender de forma apresurada. Los afiliados de los fondos de pensiones que vendieron en las primeras OPA por Nutresa y Sura salieron perdiendo, porque los administradores se dejaron pre
sionar. Pese a las evidentes señales de que vendrían nuevas ofertas y que el oferente iba por el control, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) vendieron barato y esto causó pérdidas”, mencionaron.
Según algunas cuentas, en Sura los fondos dejaron de percibir US$163 millones frente al valor de la segunda y tercera OPA. En Nutresa dejaron de percibir US$437 millones entre la primera y la segunda ofertas. En total US$600 millones dejaron de entrar por vender las participaciones grandes en las primeras OPA.
Con los precios de mercado, que le han permitido a las especies de Sura y Nutresa alcanzar valores récord, el valor que dejaron de percibir los fondos por haber vendido en la primera OPA pudo pasar de US$600 millones a US$1.100 millones (ver gráfico).
Interés por controlar
La oleada de ofertas de Gilinski a través de sus vehículos de inversión Nugil y JGDB Holding por compañías del GEA contrastan con la composición accionaria que en los últimos 40 años apreciaron Sura, Nutresa y Argos, en las que a pesar del cruce nunca fue superior al 50% (ver Para saber más).
Para algunos empresarios paisas, la visión de Gilinski fue que tomando el control de una de ellas, como pretendió con Nutresa apostando por el 50,1%, lograba entrar al GEA y tomárselo, e incluso tendría la intención de cambiar a los administradores de las distintas sociedades.
“Al ver que la tarea no fue fácil en Nutresa, lanzó la OPA por Sura, pero pese a sus intentos no ha logrado controlar a ninguna y ahora va por la tercera”, comentaron.
Adicionalmente, estiman que en la oferta por Grupo Argos, que empezará luego de la segunda vuelta de elecciones presidenciales, los dueños de las acciones esperarían a que se lancen otros ofrecimientos.
En ese escenario, las posibilidades de éxito de esta séptima OPA son bajas, aunque en el mejor de los casos pueda acceder a uno o dos cupos en la junta, pero sin obtener el control.
En esa línea, analistas de Credicorp Capital señalaron que Gilinski parece haber alcanzado un tope después de la tercera oferta fallida por Nutresa, por lo que descartan un cuarto intento por la empresa de alimentos.
“Destacamos que si Gilinski adquiere una participación del 32,5% en Grupo Argos, tendría dos miembros en la junta. Sin embargo, no esperamos que esto desencadene un efecto dominó que le permitiría tomar el control de cualquiera de los empresas del GEA”, explicaron.
Frente a lo que pueda suceder en la asamblea extraordinaria de accionistas de Sura, el próximo lunes, se reconoció que es alta la probabilidad de que consiga un tercer puesto en la junta directiva, pero aun así seguirá siendo minoría en ese órgano de administración.
“Podrá hacer más ruido, pero no será mayoría. Y esto va a desencadenar un tema complicado y es que va a tratar de resolver jurídicamente y demandando a quienes no estén de acuerdo con sus intenciones en la junta”, sentenciaron analistas.
En esa línea, Credicorp Capital tampoco ve a Gilinski obteniendo el control de ninguna de las compañías a corto plazo y cree que su estrategia está siendo encaminada a ganar relevancia en el GEA gradualmente.
El libreto
Según el cuadernillo, la adquisición de acciones del Grupo
Argos se hará con recursos propios y de deuda. Esto último hace referencia a un crédito otorgado por el First Abu Dhabi Bank, socio árabe que está respaldando a Gilinski en la avanzada por las empresas del GEA.
La garantía expedida por el banco árabe a través de una carta de crédito que tiene como beneficiaria a la BVC, se dio por un monto mínimo de US$461,34 millones.
El documento también revela las intenciones que existen en caso de que tenga éxito la oferta por el conglomerado de infraestructura que agrupa a compañías como Cementos Argos, Celsia y Odinsa.
Gilinski aseguró que no tienen intenciones de deslistar la acción de Grupo Argos de la bolsa. Además, anticipó que una vez se les adjudique los títulos de la OPA —si logran su objetivo— podría seguir adquiriendo acciones ordinarias en el mercado.
De hecho, ya ha ejecutado esa práctica con el Grupo Sura, pues según confirmó Gilinski a comienzos de este mes su participación en esa empresa se acerca al 38%, porcentaje superior al conseguido luego de tres OPA por esa organización, en las que se adjudicó el 34,5%.
En el caso de Grupo Argos, el oferente aseguró que a la fecha y bajo las condiciones actuales no contempla formular ofertas similares sobre las sociedades relacionadas (subsidiarias) a la compañía antioqueña, pero deja abierta la puerta a lanzar nuevas OPA por empresas paisas.
“En relación con sociedades listadas en bolsa, el oferente como cualquier otro inversionista podrá evaluar la conveniencia en un futuro de adquirir acciones de este tipo de sociedades. En este caso, cualquier operación de dicha naturaleza estará sujeta al cumplimiento de las leyes vigentes aplicables. Lo anterior no podrá entenderse como una restricción para que el oferente pueda a futuro, y como cualquier otro inversionista, adquirir acciones de cualquier sociedad listada en bolsa, incluyendo a través de ofertas públicas de adquisición”, se lee en un apartado