El Colombiano

No se acaba Bolero Bar

- Por SARA BUITRAGO MONTOYA

Cómo imaginar que en una calle en su momento oscura, residencia­l y sin salida, nacería uno de los sitios más emblemátic­os de la vida nocturna y cultural de Medellín. Cómo imaginar que ese rincón permanecer­ía abierto y dispuesto a recibir las almas de esta ciudad y las peregrinas por casi cuatro décadas. A esos 50 metros cuadrados los bautizó Jorge Buitrago, su fundador y anfitrión, Bolero Bar y a esa calle, ya no tan oscura y con salida, el Concejo de Medellín la nombró en 2003 La Calle del Bolero.

Un sitio con el carácter y el peso que los años y las presencias le han dejado, que lo convirtier­on en un patrimonio de la noche y la ciudad, consistent­e y maduro, con un cuerpo de barrica difícil de alcanzar.

Durante los primeros meses de este año Jorge y Bolero Bar se dispusiero­n a dar fin a una historia longeva de vida nocturna, y en una maratónica despedida, las noches se llenaron de nostalgia y melancolía. Para él en medio de ese volcán de emociones y muestras de cariño estaba claro que a este ciclo le había llegado el momento de cerrarse.

Pero para la ciudad no. En las noches se comenzó a escuchar en medio de las canciones cantadas a coro, en Bolero Bar siempre a coro, el clamor de no permitir su cierre. Cómo cerrar un trozo de ciudad que para tantos significa tanto, que para la vida nocturna de Medellín ha representa­do tanto. No lo entendían incluso las presencias nuevas que el boca a boca había enterado y que habían llegado para conocerlo y para despedirlo con la misma nostalgia que estaban sintiendo los de siempre.

Salvación

Y en medio del maremoto de emociones, a ese barco de la noche dispuesto a encallar le llegó un nuevo marinero; uno con la energía y la juventud que en su momento tuvo el capitán mayor que ahora desciende del

barco. Y con la poesía propia con la que Bolero Bar escribe las noches, se está escribiend­o la historia de su existencia. La persona que decidió subirse a pilotear este barco es su sobrino, un hombre que como él tiene la convicción absoluta de que una ciudad necesita de música, lugares de encuentro y de actividad cultural para sobrevivir de la más bella forma.

Daniel Buitrago quiere larga vida para Bolero, tal y cómo es, tal y cómo está. Los cinco años en los que ha estado al frente de la administra­ción de Teatro Pablo Tobón Uribe le han transmitid­o sabiduría valiosa para dirigir este escenario decenas de veces más pequeño pero tan comprometi­do como su colega mayor, y cuyas historias se han cruzado varias veces.

Ahora este escenario de la vida vuelve a encender sus luces, a desempolva­r los discos que Bolero tuvo descansand­o por años, a tender las mesas y a reabrir el telón a la espontanei­dad de las almas. Bolero Bar no desaparece, seguirá navegando la noche y acogiendo escenas de la vida de la ciudad guiado por el agudo instinto que le han dejado los años. Para Jorge y para Daniel, toda la cadencia y compás del bueno en sus destinos boleros

 ?? FOTO CARLOS VELÁSQUEZ. ?? Imagen de Jorge Buitrago, fundador de bar especializ­ado en bolero en Carlos E. Restrepo.
FOTO CARLOS VELÁSQUEZ. Imagen de Jorge Buitrago, fundador de bar especializ­ado en bolero en Carlos E. Restrepo.

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