El Colombiano

Providenci­a se tragó el rastro del niño Neyker

La historia del pequeño de 10 años que desapareci­ó el pasado domingo de forma misteriosa mientras dormía en su casa.

- Por JAVIER ALEXANDER MACÍAS

La noche del pasado domingo parecía ser tranquila en la familia Livingston, en la isla Providenci­a. Tras un día de juegos, el niño Neyker Livingston, de 10 años de edad, se despidió de su abuela Gloria McNish Hugson y se fue a dormir a su cuarto.

Como cada noche, Neyker dejó la luz encendida para conciliar el sueño. De esta forma lograba exorcizar los fantasmas que rondan por su cabeza después de las conversaci­ones infantiles con sus amigos de la isla. Antes de dormir, su abuela Gloria le dio instruccio­nes para el día siguiente.

“Como ella tenía que salir al otro día a hacer unas diligencia­s, le dijo que todo quedaba listo. Le explicó que el jugo quedaba hecho, que quedaba con el celular cargado por si necesitaba hablarle y que quedaban la ropa y la camisa ordenados para ponérselos después del baño”, le relató a EL COLOMBIANO su tía Luz Marina Livingston.

Al día siguiente, y con las primeras luces del amanecer, uno de los obreros que trabaja en la reconstruc­ción de la Isla de Providenci­a tras el paso del huracán Iota, fue hasta la vivienda de la mujer por los alimentos que ella les prepara. En ese momento ella se dirigió a la habitación del pequeño Neyker para despertarl­o y pedirle ayuda, pero su niño no estaba en la cama.

Todo estaba intacto

Ante la ausencia de Neyker, su abuela dio aviso a los familia

res. Lo más extraño es que en el cuarto todo estaba intacto, tal cual lo había dejado ordenado en la noche anterior la abuela del niño. Los zapatos y la camisa estaban en la mesa de noche, unos al lado de la otra, y el cuarto estaba en perfecto orden, tal como lo mantenía el pequeño Neyker.

No había signos de violencia o de que alguien hubiera estado en el sitio y haber revolcado todo en su afán por llevarse al niño. Sin embargo, la familia de Neyker cree que alguien se lo llevó por la ventana, a la fuerza o engolosina­do con algo que le gustara.

“Cuando la abuela se dio cuenta de que él no estaba, miró la puerta principal y estaba trancada por dentro. En la casa todo estaba en perfecto orden. Creemos que alguien se lo llevó por la ventana, y era alguien que mi sobrino conocía porque él no salía con nadie extraño, no se iba sin permiso. Además, no era capaz de salir por la noche por el temor a la oscuridad y tampoco era capaz de saltar una ventana de dos metros de altura”, comenta su tía Luz Marina.

Desde ese instante toda la familia –y la isla entera en solidarida­d–, se volcó en la búsqueda de Neyker. Lo han buscado en la casa de los amigui

tos pese a que, dice su familia, no era un niño de salir sin permiso. Lo han buscado en los sitios de juego, aunque sus espacios se reducen solo a la cancha y los alrededore­s, pues Neyker es aficionado al fútbol.

“Lo único que creemos es que se lo llevaron, y la persona que lo hizo conocía muy bien la casa, porque el cuarto del niño es el del fondo y hasta allá llegó sin hacer ruido ni levantar sospechas”.

La única pesquisa

El padre de Neyker es un joven que trabaja picando piedra para venderle a los constructo­res encargados de la recons

trucción de Providenci­a.

Cuando fue indagado por sus familiares sobre la ausencia del niño, él solo atinó a decir que “hace dos meses recibió una llamada de unos hombres que pedían dinero a cambio de no afectar a su familia”.

La familia de Neyker presionó al hombre para que les dijera si estaba metido en negocios raros (de narcotráfi­co), algo que se ha vuelto común en la isla, pues esta ha sido escogida por los carteles de la droga como una ruta para sacar la cocaína al exterior.

Pero la respuesta del padre de Neyker fue que “el se rompía el lomo picando piedra y no estaba en nada raro”, y manifestó el asunto de las llamadas extorsivas. Además, precisó que cuando previno a las autoridade­s sobre las llamadas extorsivas, la respuesta fue que no se alertara que eso lo hacían desde las cárceles de Valledupar o Cesar.

Para conocer la versión de las autoridade­s, EL COLOMBIANO buscó al alcalde de Providenci­a, Jorge Norberto Gari Hooker, pero no respondió al llamado. No obstnate, la Alcaldía emitió un comunicado en el que señaló: “Se convocó a Bomberos, Policía e Infantería de Marina para que adelanten la búsqueda con los recursos y medios disponible­s”.

La familia de Neyker sigue con su búsqueda. En estas noches y días eternos, en los que lo han buscado en cada rincón posible, los recuerdos del pequeño les da el aliento para no desfallece­r.

Lo recuerdan como el que siempre ocupa el primer lugar en la escuela, amoroso con su abuela y siempre con un balón en la mano. Mientras lo buscan, sus familia pide un equipo profesiona­l de investigad­ores, porque allá en Providenci­a, una isla de 4.33 habitantes, “la Policía no tiene ni para tomar unas huellas dactilares”

 ?? ??
 ?? FOTO CORTESÍA ?? Neyker es recordado por su familia como un niño juicioso, amante del fútbol y dedicado a los estudios de primaria. Sus seres queridos piden ayuda especializ­ada para su búsqueda.
FOTO CORTESÍA Neyker es recordado por su familia como un niño juicioso, amante del fútbol y dedicado a los estudios de primaria. Sus seres queridos piden ayuda especializ­ada para su búsqueda.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia