Seis acuerdos para el próximo cuatrienio
Este domingo el ejercicio de la democracia nos permitirá elegir el próximo presidente de Colombia, aunque ninguno genera suficiente confianza. Sus programas de gobierno no reflejan una visión de país que dé tranquilidad en tiempos de incertidumbre. Sin embargo, el deseo de cambio que se expresó en las urnas es contundente. Lo relevante es que este mandato no ponga en riesgo el cumplimiento de la Constitución, la institucionalidad del país y las finanzas públicas.
De ahí la urgencia de plantear al menos seis acuerdos para este próximo cuatrienio. El primero y, obvio, es el compromiso necesario del ganador y el perdedor de aceptar los resultados de las urnas y respetar los principios democráticos. Cualquiera de los dos candidatos que gane debe declarar, desde el mismo discurso del próximo domingo, que en su gobierno no se van alterar las bases y tradición de nuestra democracia. Esto, obviamente, va de la mano del cumplimiento del mandato constitucional, sin “la jugadita” para la reelección o constituyente, contrario a lo que ya afirmó Petro, ni tampoco que se va a gobernar con estado de excepción, como lo propuso Hernández.
El segundo, que es fundamental, es que cualquiera de los dos que gobierne lo haga para todos los colombianos y colombianas, no para un segmento de la población o fracción política, como sí lo ha hecho este gobierno, según afirman algunos analistas serios del país.
El tercero es una necesidad para la gobernabilidad futura, y cito a Juan Gabriel Vásquez (“Los desacuerdos de paz”, 2022) cuando retoma a Chéjov: en la Colombia de hoy debería ser un credo político “estar libres de la violencia y la mentira” y el odio. Lo que ha vivido el país por efecto de estas ha sido dañino, doloroso y costoso. Es necesario que ambos asuman este credo, el uno como próximo presidente y el otro como perdedor u opositor.
El cuarto consiste en respetar nuestra institucionalidad y algo primordial: la libre empresa, la generación de riqueza y empleo. Se trata de preservar un Estado que corrija excesos y deficiencias del capitalismo y promueva igualdad de oportunidades, y también que exista la iniciativa privada, incluyendo, además, distintas formas de organización que busquen tanto objetivos económicos como sociales (cooperativas, empresas B, innovación social, etc.).
El quinto es por un respeto rotundo por la libertad de prensa; que las afirmaciones recientes de Petro y el trato de Hernández a los medios no sea la norma una vez cualquiera de ellos sea elegido. Eso haría un daño enorme a la democracia.
El último es la necesidad de un impecable y transparente empalme, debidamente documentando y de acceso público, por parte del gobierno saliente.
Finalmente, cualquiera que sea el resultado, nos corresponde seguir trabajando con más ahínco y dedicación en todo aquello que creemos y valoramos, para darle un rumbo más favorable al futuro frente a la adversidad del momento (Sri Aurobindo, India, 1951)
Cualquiera que sea el resultado, nos corresponde seguir trabajando con más ahínco y dedicación en todo aquello que creemos y valoramos”.
El año pasado, en julio, América del
Norte y algunos países de Europa experimentaron temperaturas tan altas que ocasionaron un fenómeno súbito conocido como golpe de calor, uno de los más graves casos conocidos de hipertermia que pueden causar la muerte. Solo en un fin de semana de esa época, esas temperaturas causaron la muerte de más de 500 personas en Canadá.
El cambio climático ha alterado los ciclos de la Tierra y por los eventos más extremos las consecuencias también son de tipo socioeconómico. Los afectados, de nuevo, son los más pobres y vulnerables: 216 millones de personas podrían verse obligados a desplazarse dentro de su país por motivos climáticos para 2050, según un informe del Banco Mundial.