NICO LE BAJA EL ESTRÉS AL ARRIERO HERRERA
Hernán Darío Herrera es un abuelo consentidor, de esos que sacan tiempo para darle fruta y llevar a pasear a su nieto Nicolás Villamil Herrera, quien desde que nació lo tiene encantando.
Mientras está concentrado con el equipo en la final, su hija Andrea no pierde oportunidad para llevarle a Nico, pues es el único que logra darle paz, tranquilidad y esa pausa que necesita el entrenador para bajar la tensión.
“Siempre lo que quiero es que mi papá pueda tener esa paz y esa tranquilidad que necesita, por eso traigo a Nico a los entrenamientos o lo llevo a la concentración para que él pueda distraerse, caminar, pasear, jugar con la pelota con
Nico”, comenta Andrea.
El Arriero carga al pequeño, lo lleva al campo, lo deja gatear en el césped del Atanasio, mientras el equipo se prepara para la final.
Y es que la familia del Arriero no lo desampara, pues aprendieron de él sentir ese amor y esa pasión por el equipo verdolaga.
“Es muy lindo volver a sentir esa mariposas en el estómago con algo tan grande, tan cerca, y más porque sabemos todo lo que representa para mi papá esta final”, reconoce su hija.
Andrea también comenta que el profe es católico, muy devoto y fielmente todos los días reza el rosario.
Andrea se declara orgullosa de todo lo que hace y ha logrado su padre, y se une a la ilusión que tienen no solo el entrenador, sino todos los hinchas del verde, ganar la estrella 17.
“Sé que ha trabajado fuerte y es un sueño que guarda muy profundo, por eso todos estamos anhelando que lo cumpla, se lo merece, y me siento muy feliz por el cariño que la gente le profesa, se lo ha ganado”, dice Andrea.
En la noche de este miércoles, Nico se quedará en casa, mientras que su abuelo buscará el triunfo que lo acerque más al título