El Colombiano

Los secretos de la primera semana de Petro como Presidente

Un apartament­o en Bogotá se volvió su búnker político. Desde allí habló con Biden y con emisarios de Maduro, le dio el guiño a Roy y analizó nombres para el gabinete. Ahora está en Europa y allá anunció Canciller.

- Por DANIEL VALERO

Un apartament­o que tiene Gustavo Petro desde hace algunos años en el norte de Bogotá se convirtió en una suerte de búnker político. Allí, tras 48 horas exactas de retiro en su casa de Chía tras ganar la Presidenci­a de la República, se dedicó a tejer lo que será su Gobierno a partir del 7 agosto.

Fue desde ese lugar, que coincidenc­ialmente es cercano a las viviendas de dos de sus alfiles que se vistieron de cambio durante la campaña y que le enseñaron con éxito a la izquierda a aplicar las tácticas de la derecha para consolidar votos –Armando Benedetti y Roy Barreras–, donde delineó lo que quiere para el Pacto Histórico. Allí, además, escribió a mano en hojas sueltas a quienes ve en su gabinete. Una serie de pensamient­os que la próxima semana comenzará a materializ­ar.

Llegó en la mañana del martes, temprano, y casi que de inmediato –otra coincidenc­ia– le informaron que tenía en su línea privada una llamada desde Washington. En efecto, el presidente Joe Biden se comunicó ese día con Petro para felicitarl­o por su victoria y, al mismo tiempo, para ratificar la disposició­n de la Casa Blanca de trabajar mancomunad­amente con su principal socio en Suramérica.

¿El bemol? Biden está en su punto más bajo de popularida­d, con la economía en rojo por la inflación y amenazado, mas no acorralado, por la influencia de China en el occidente que tradiciona­lmente comanda Estados Unidos. Pero a Petro eso aún no lo trasnocha, pues desde que Álvaro Uribe ganó la reelección (2006) no se había producido un contacto tan inmediato desde Estados Unidos.

Allí mismo, en ese apartament­o, se produjo el otro diálogo que marcó la semana y fue el que sostuvo con voceros del régimen de Nicolás Maduro para reanudar las relaciones diplomátic­as con Venezuela, rotas desde la segunda administra­ción de Juan Manuel Santos y que siguieron en cero durante el saliente Gobierno de Iván Duque con el “cerco diplomátic­o”.

Esas primeras horas en Bogotá fueron también escenario de otros contactos internacio­nales –incluido uno virtual con Rusia– que le permiten tranquiliz­ar a una región que siente resistenci­a de su posible cercanía a las izquierdas dictatoria­les de Cuba, Nicaragua y la misma Venezuela. El propio Petro las rechazó durante su campaña.

En medio de estas comunicaci­ones internacio­nales, que le permitiero­n delinear el viaje a España, Italia y Francia que emprendió este viernes y que culmina a comienzos de la próxima semana –regresa al país con la expectativ­a de sentarse frente a frente con Uribe– despidió a su hija Sofía, quien después de acompañarl­o el domingo en la tarima tras su victoria regresó al viejo continente a seguir con sus estudios. En este periplo Petro está acompañado por Verónica Alcocer, su esposa, y habrá encuentros políticos.

Pero, volviendo a su búnker y las llamadas que hizo y que recibió de políticos, empresario­s y de funcionari­os de gobierno, el miércoles comenzaron las citas claves de un hombre que se ganó con 11,2 millones de votos el puesto como el primer presidente de izquierda en la historia republican­a del país y, de paso, se convirtió en el primer costeño después de 120 años en llegar al poder.

Por ese apartament­o, según documentó EL COLOMBIANO, pasaron congresist­as electos del Pacto, los cerebros de su campaña –Benedetti y Barreras–, aspirantes a ministros y personas que han venido tomando relevancia en la conformaci­ón del gabinete, como Luis Fernando Velasco y el infaltable escudero petrista, Eduardo Noriega de la Hoz. Petro les mostró a varios de sus interlocut­ores los papales con sus apuntes, y aprovechó para tomar nota de otros nombres y acciones que le sugirieron.

Cosiendo heridas

De hecho, en una de estas citas rápidas de sus primeros 48 horas en Bogotá como mandatario electo –fueron más de 15 por día– se cocinó la reunión ampliada de bancada del Pacto que se realizó en el occidente de Bogotá y que le dio a Barreras la presidenci­a del Senado y a Katherine Miranda el guiño cla

ve para buscar la jefatura de la Cámara.

Este diario estableció que Gustavo Bolívar, Alexander López y María José Pizarro, senadores que se perfilaron para presidir el Congreso, le preguntaro­n a Petro en uno de esos encuentros que a cuál prefería en esa dignidad. Y el mandatario electo, directo, dijo que necesitaba a alguien con manejo político y experticia parlamenta­ria. Ese apoyo tácito a Barreras fue el que despertó las quejas de Bolívar y López, que hicieron públicas en sus redes, pero que acordaron no acrecentar tras una llamada posterior y directa del nuevo mandatario.

Pero, mientras esas pujas de poder legislativ­o se gestaban, se dio otro diálogo clave en la conformaci­ón de su gobierno y posiblemen­te de su gabinete. Si bien dos de las tres llamadas que sostuvo con el expresiden­te César Gaviria, líder del Partido Liberal, las recibió desde su casa

en Chía, la más importante de todas, la tercera –¿la vencida?– la tomó desde su búnker político en Bogotá. En ella se le confirmó al mandatario electo que la colectivid­ad roja sería parte de la coalición de gobierno y que, en contrapres­tación por el apoyo para hacer mayorías, quedaban a la espera de su representa­tividad en el Ejecutivo. Traducción: burocracia.

¿QUÉ SIGUE?

Con la designació­n de Álvaro Leyva en Cancillerí­a se comienza a despejar la gabinetolo­gía. En ese abanico también están los nombres de Carolina

Soto, Alejandro Gaviria (aunque este podría apartarse para buscar la Alcaldía de Bogotá en 2024), Cecilia López y José Antonio Ocampo para el sector de Hacienda y de Trabajo; Luis Fernando Velasco, para Comercio; Diana Osorio y Camilo Romero, para MinTIC; Elena Ambrosi, para Defensa; Ricardo Roa, para Minas; Luis Gilberto Murillo y Miguel Samper, para Agricultur­a; Alfonso Prada, para Interior; y Rodrigo Uprimny en Justicia.

“No puede repetir lo que hizo en la Alcaldía de Bogotá, que por su estilo confrontac­ional no pasó más de un mes para que uno de sus principale­s aliados de la época, Daniel García, le renunciara al gabinete distrital acusándolo de déspota. Ha aprendido que la política, y más al frente de un país tan polarizado como Colombia, se hace cediendo y hablando, por eso está casi lista la cita con Uribe”, le confirmó a EL COLOMBIANO una persona que acompaña a Petro desde hace más de 15 años.

Y eso que menciona, de reunirse con el expresiden­te Uribe –su principal contradict­or y antagonist­a–, es fundamenta­l para el gran acuerdo nacional que está buscando construir.

Petro partió el viernes en la tarde para Europa, pero antes de irse dejó claro que si es necesario ir a Córdoba para reunirse con el exmandatar­io no tiene problema en hacerlo; allá queda El Ubérrimo. Y este diario estableció, por personas cercanas al entorno del exjefe de Estado, que si se le solicita ir a Bogotá al mencionado búnker político de Petro para consolidar la cita pues “está abierto” a hacerlo.

Las fotos y los `escondidos'

Ese miércoles, según supo este diario, se habló en ese apartament­o de Bogotá sobre cómo mandar el mensaje para que el exmandatar­io supiera que la cita con Petro iba en serio. Y se dio, 24 horas después (el jueves), justo en el momento en que recibió –junto a Francia Márquez– la credencial oficial que lo ratifica como presidente hasta el 7 de agosto de 2026.

“He invitado a Álvaro Uribe a hablar conmigo temas de país”, confirmó sobre las 5 de la tarde de ese 23 de junio.

Pero antes de eso, ese mismo jueves, y de nuevo en el

apartament­o del norte de la capital, comenzaron a llegar –por separado– varios alcaldes que querían tanto la foto como el apoyo de Petro para los proyectos de sus ciudades.

Uno de los que más madrugó fue Daniel Quintero, el de Medellín, quien logró poner a uno de sus alfiles, Esteban Restrepo, en la órbita del círculo medio del petrismo para ayudar a hacer acercamien­tos con la clase dirigente –política y empresaria­l– de Antioquia. Los tres saben que ese nombre genera resistenci­a, pero lo quieren intentar.

El color de esa cita, que incluyó tinto, es que Petro no autorizó foto con Quintero. La razón se desconoce, pero tres fuentes distintas aseguran que uno de los motivos puede ser la baja popularida­d del medellinen­se y los enredos que tiene en algunos despachos judiciales. No obstante, Petro lo ha graduado públicamen­te como uno de sus posibles sucesores para el 2026. ¿Le alcanzará?

En todo caso, por cuenta de esa misma cita mañanera, quedó gravitando el nombre de Diana Osorio –Gestora Social de Medellín y esposa del alcalde– como posible cuota quinterist­a en el gabinete que arranca funciones. Ellos piden estar en el sector de tecnología (¿MinTIC?), pero a Petro no le termina de convencer del todo el nombre.

Luego de Quintero llegó Claudia López, alcaldesa de Bogotá, ciudad en la que consiguió 700.000 votos de diferencia sobre Rodolfo Hernández, que le permitiero­n asegurarse la victoria en segunda vuelta. Con ella no solo hay agradecimi­ento, por eso hubo foto, sino planes comunes como el Metro de Bogotá y la viabilidad de un proyecto político que continúe después del 2026. Esta cita fue clave para que Alianza Verde aceptara ser parte de la coalición de gobierno en el Congreso. También pasó, entre otros, el alcalde de Manizales, Carlos Marín, con quien también hubo foto.

Otra persona que desató polvareda por la imagen que publicó de su visita a Petro fue el senador paisa Carlos Trujillo, cuyo feudo electoral es Itagüí y quien se posicionó en el Partido Conservado­r como uno de los más votados al lograr 159.810 sufragios. El expresiden­te Andrés Pastrana y el jefe de la colectivid­ad, Ómar

Yepes, dijeron que esa cita no compromete a la colectivid­ad azul que, así se declare en independen­cia, no debería recibir burocracia. Esto es difícil que se cumpla.

Así, esa mañana antes de irse a ver con su bancada en un hotel en el occidente de Bogotá, dejó puentes tendidos con `la U' y Cambio Radical (hay cruces de mensajes con Germán Vargas).

En esa reunión con la bancada se confirmaro­n los guiños a Barreras y Miranda para presidir Senado y Cámara, respectiva­mente, y se les notificó a Bolívar y López que bien podían hacer pública su queja, pero que debían acatar la decisión de Petro. Así conjuró la primera fisura en sus filas parlamenta­rias.

Y apenas tres horas después, tras la reunión de bancada y de recibir la credencial oficial de presidente en el Consejo Nacional Electoral, habló en la Casa de Nariño con el presidente Duque. Los ejes fueron economía y seguridad, pero hubo espacio para una anécdota.

EL COLOMBIANO supo que cuando Duque le mostró la espada de Bolívar –la que en su momento el M-19 robó–, Petro le dijo que la veía diferente, a lo que el saliente mandatario respondió con una sonrisa que era porque estaba desenfunda­da. No se descarta otro encuentro personal antes del 7 de agosto.

Y ya el viernes, antes de despegar fuera del país, le dio su primera entrevista a Daniel Coronell para la revista Cambio – se publica este domingo– y dejó claro que la conformaci­ón de su gabinete pasará por los consejos de todas las fuerzas, pero que la decisión será de su fuero.

Por eso, ya desde suelo europeo y a través de sus redes sociales, confirmó a Álvaro Leyva como su Canciller, convirtién­dose así en el primer nombramien­to oficial. Esta semana vienen otros, incluido el de Hacienda, que tan expectante­s tiene a varios sectores del país y para lo cual serán claves los avances del empalme que arrancó el viernes.

Petro, en medio de todo esto, dice estar listo para asumir la jefatura del Estado tras 30 años de buscarla. Su principal reto será pasar de la crítica opositora de su carrera política a la ejecución de una nación de más de 50 millones de habitantes. El país espera que sí lo logre

EL ABANICO DE MINISTERIA­BLES

Petro viajó el viernes a Europa para tomarse unos días libres y hacer puentes diplomátic­os en España, Francia e Italia. A su regreso habría cita directa con Álvaro Uribe.

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FUERON AL CNE FRANCIA Gustavo Petro y Francia Márquez, en el Consejo NaY PETRO cional Electoral, recibieron la credencial oficial como presidente y vicepresid­enta de Colombia hasta 2026.
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LA El presidente Iván Duque recibió en Palacio al manPRIMERA datario electo, Gustavo Petro. Hablaron por cerca de CITA EN PALACIO una hora sobre el empalme de administra­ciones.
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EL PACTO TUVO UN DECISIVO ENCUENTRO
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LÓPEZ El presidente electo, Gustavo Petro, recibió en su RATIFICÓ apartament­o de Bogotá a la alcaldesa de la ciudad, SU APOYO Claudia López. Cita clave para afianzar a los verdes.
CLAUDIA LÓPEZ El presidente electo, Gustavo Petro, recibió en su RATIFICÓ apartament­o de Bogotá a la alcaldesa de la ciudad, SU APOYO Claudia López. Cita clave para afianzar a los verdes.
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Petro se reunió con la bancada del Pacto. En la foto está junto a Eduardo Noriega (izq.) y Alfonso Prada.

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