El Colombiano

El GEA no le cede el control a los

El miércoles y el viernes están citadas nuevas asambleas. Los grupos Nutresa y Argos deben reconfigur­ar sus juntas. En la bolsa avanza OPA por Argos.

- Por FERNEY ARIAS JIMÉNEZ

La pugnacidad por el control del Grupo Empresaria­l Antioqueño (GEA) entre apoderados de las holding Sura, Nutresa y Argos y de quienes están alineados con los intereses de la familia Gilinski quedó evidenciad­a durante la asamblea extraordin­aria de accionista­s de Sura, realizada el jueves.

Un momento álgido de la sesión lo suscitó la intervenci­ón de Sergio Londoño, quien dijo representa­r al accionista Juan Pablo Amaya, al defender la reforma estatutari­a planteada por los Gilinski, que buscaba que fuera la asamblea y no la junta directiva de Sura la que decidiera sobre la Oferta Pública de Adquisició­n (OPA) que se está desarrolla­ndo en la bolsa de valores por acciones de Grupo Argos.

Londoño hizo referencia a la regla de pasividad que obliga a la administra­ción de una sociedad objeto de una OPA a abstenerse de realizar cualquier acto que no sea propio del giro ordinario de los negocios o que tenga por objeto o efecto perturbar la oferta.

Aunque la reforma de estatutos fue derrotada, Londoño advirtió a los accionista­s de Sura, entre los que figuran los grupos Argos y Nutresa, que su votación pudo haber violado la regla de pasividad, “lo que implicaría gravísimas contravenc­iones al régimen bursátil”.

Igualmente, manifestó que del éxito o fracaso de una OPA depende la permanenci­a en el cargo de los administra­dores de una compañía, sugiriendo con ello que los presidente­s de las compañías del GEA estarían actuando por “un preocupant­e interés de atrinchera

miento”, y no obrando en beneficio de los socios de esas sociedades.

Londoño también afirmó que las sociedades del GEA están inmersas en una situación de subordinac­ión, por lo que sus votaciones en la asamblea del jueves negando la aprobación de la reforma estatutari­a pudo vulnerar algunas normas del Código de Comercio.

Claudia Barrero, abogada de Grupo Argos, refutó de inmediato las argumentac­iones de Londoño señalándol­o de querer causar confusión en el auditorio y entre los accionista­s minoritari­os.

“Según él (Londoño) las sociedades del GEA no podían votar, entonces ¿quién sí podía hacerlo y tomar una decisión frente a la venta de las acciones de Argos? Por el argumento del señor Londoño el único que podía votar en la asamblea era él, para quedar con la posibilida­d de comprar las especies y, ¿entregárse­las a quién?”, comentó.

Adicionalm­ente, frente a

las observacio­nes hechas a la regla de pasividad, Barrero anotó que esta no está concebida para favorecer los abusos de los oferentes. “Está hecha para mantener el valor de las compañías, lo que se está haciendo no perjudica la OPA, y ni el Grupo Argos ni sus filiales están actuando por fuera de la ley”.

Otro pulso

A su turno, José Miguel Mendoza, quien dijo representa­r al accionista Nicolás Polanía, también defendió la reforma estatutari­a explicando que la asamblea de accionista­s es el máximo órgano de la compañía, es decir el constituye­nte primario, y es el ente que puede tomar todas las decisiones que le competan a la empresa.

Agregó que “la ley colombiana le da la potestad a la asamblea de aprobar asuntos importante­s como una fusión o una escisión. Si fuera cierto que la asamblea no puede ocuparse de temas como la aprobación de la OPA, tampoco podría ocuparse en cuestiones de mayor envergadur­a”.

Mendoza precisó que incluso los propios estatutos de

Sura en su artículo 23 le otorgan a la asamblea la potestad de aprobar la segregació­n, que no es más que una venta de activos significat­ivos. “Lo que se propuso en la reforma fue un desarrollo natural de lo que ya dicen los estatutos”.

A esta intervenci­ón le salió al paso Juan Carlos Rocha, abogado de la Fundación Argos, quien insistió en que la estrategia de Mendoza fue causar confusión.

Desde la óptica de Rocha, la junta directiva es la que tiene por estatutos la atribución de decidir sobre las inversione­s o desinversi­ones en las que deba incurrir o participar la compañía. Alegó que esa no es una competenci­a de la asamblea y que quienes promoviero­n la reforma estatutari­a, buscaban convertir a la asamblea en otro administra­dor de Sura.

“Querían retrasar a los miembros de la junta, quienes fueron elegidos el miércoles, para que fuera la asamblea la responsabl­e de administra­r los negocios de la sociedad. ¿Les iban a pagar (a los asambleíst­as) para ser miembros de la junta? Para eso hay profesiona­les, exclusivam­ente, de

dicados a esa gestión”, aseveró Rocha (ver A favor En contra).

En el mismo escenario, el abogado y pequeño accionista de Sura, Fernando Rodas, cuestionó el manejo que el promotor de las OPA le ha dado a las mismas. “Es como si tratara de linchar y acabar con los nombres de las juntas directivas y de los administra­dores de estas sociedades”.

Otros consultore­s empresaria­les opinaron que quienes están en una posición de conflicto de interés evidente son los nuevos accionista­s, al ser ellos los directamen­te interesado­s y beneficiad­os de una eventual venta de acciones de Grupo Argos, incluso sabiendo que la oferta que realizaron es poco atractiva.

Un hecho que podría confirmar esa tesis es que el pasado viernes Gabriel Gilinski, quien en la asamblea ordinaria de Nutresa del 22 de marzo fue elegido como miembro patrimonia­l de la junta, presentó renuncia al cargo; es decir, se retiró tan solo tres meses después de su elección.

Próximos encuentros

El tono de las discusione­s del jueves anterior marca lo que podrían ser las asambleas extraordin­arias de accionista­s previstas para el 29 de junio y el primero de julio.

Es así como Sura programó la reunión para el miércoles a las 7 de la mañana, en el teatro Suramerica­na, con el objetivo de evaluar y decidir acerca de potenciale­s conflictos de interés de algunos miembros de su junta, en el contexto de la OPA lanzada por acciones de Grupo Argos.

Por su parte, Nutresa citó una asamblea extraordin­aria para el próximo viernes, a las 10 de la mañana, con el mismo orden día, o sea tratar los potenciale­s conflictos de interés de la junta para decidir sobre la OPA.

Sura con el 35,32% de las acciones de Grupo Argos es el principal accionista de ese holding de infraestru­ctura, seguido de Nutresa que posee el 12,41% de las especies

Entretanto, la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) reportó que durante las cuatro primeras jornadas de la OPA recibió 54 aceptacion­es de interesado­s en venderles a los Gilinski. Estas representa­n 44.664 acciones, el 0,007% de las especies en circulació­n de Grupo Argos.

Nugil, sociedad de Gilinski titular del ofrecimien­to, espera comprar como mínimo el 26% de los títulos y como máximo el 32,5% de participac­ión, pagando US$4,28 por acción. El periodo de aceptacion­es de la oferta estará abierto hasta el 6 de julio, pero podría ser prorrogado.

La OPA fue anunciada el pasado 19 de mayo y mientras se conocieron los términos del negocio las transaccio­nes con la acción, que valía $13.540, estuvieron suspendida­s en la bolsa. Desde el pasado 13 de junio cuando se reanudaron las operacione­s con la especie, esta ha aumentado su valor un 18,38%, alcanzando valores de $16.030. Para Davivienda Corredores el precio objetivo de ese título es de $15.000.

El rol de los fondos

Entre los fondos de pensiones con acciones en Grupo Argos figuran Porvenir con una porción que puede llegar a 5,23%, Protección con 4,63%, Colfondos con un 2% y Skandia con 0,52%, es decir que en conjunto podrían tener una participac­ión que supera el 12,38%.

Con el precio actual de la OPA, US$4,28, estos paquetes accionario­s valdrían unos US$351,47 millones, que a la Tasa Representa­tiva del Mercado del dólar de este fin de semana de $4.129,87 equivalen a $1,45 billones.

No obstante, hay quienes advierten tras analizar el comportami­ento de Gilinski en las otras OPA, que al subir los precios ofrecidos por las acciones, sería posible que los fondos dejen de percibir millonario­s recursos si venden en esta primera ronda por Grupo Argos.

Recordaron que en el caso de las OPA por Sura ajustó en un 23% el valor de la oferta, y si por Argos hace lo mismo la OPA subiría a US$5,26 por acción. Con lo que la porción de los fondos sumaría US$431,95 millones o $1,78 billones.

Para las ofertas por Nutresa Gilinski incrementó el precio un 63%, es decir que si esto ocurriera en esta oportunida­d la oferta por Argos sería de US$6,97, con lo que el porcentaje de los fondos podría valer US$572,37 millones o $2,36 billones.

“Se entiende que el valor que podrían dejar de percibir los fondos al vender en esta OPA podría estar entre $330.000 millones y $910.000 millones”, concluyero­n

“Gilinski y sus apoderados actúan como si las sociedades del GEA nunca hubieran tenido una revisoría fiscal”. FERNANDO RODAS Abogado y accionista de Sura.

 ?? FOTOS JAIME PÉREZ Y EDWIN BUSTAMANTE ?? Los asistentes a las dos asambleas extraordin­arias de Sura observaron el asiento vacío de Gabriel Gilinski, miembro patrimonia­l de la junta directiva, quien se excusó por no asistir. El viernes se conoció su renuncia a la junta de Nutresa, en la que era miembro patrimonia­l.
FOTOS JAIME PÉREZ Y EDWIN BUSTAMANTE Los asistentes a las dos asambleas extraordin­arias de Sura observaron el asiento vacío de Gabriel Gilinski, miembro patrimonia­l de la junta directiva, quien se excusó por no asistir. El viernes se conoció su renuncia a la junta de Nutresa, en la que era miembro patrimonia­l.

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