Malas palabras
Como colombiano y como periodista he sido testigo de muchas campañas electorales. Todas ellas, como es natural, han estado marcadas por la controversia entre los candidatos de los distintos partidos. Algunas de las últimas han sido una fiesta de millones por cuenta del dinero de los carteles del narcotráfico que entra en las arcas de los partidos políticos, como las de 1994. Otras han sido una fiesta de las balas, como las de 1990, en las que fueron asesinados cuatro candidatos presidenciales.
Creo que la de 2022, que por fin terminó la semana pasada —¡ qué alivio!—, será recordada por la intolerancia, el odio y las malas palabras usadas en contra de los rivales.
La batahola comenzó desde el año pasado, cuando empezaron a decantarse los candidatos al Congreso. Se agudizó cuando se inscribieron los partidos y los candidatos que iban a participar en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Finalmente, llegó a su cenit — que en realidad fue su punto más bajo, en el peor de los sentidos— en la segunda vuelta, donde se enfrentaron Gustavo Petro, apoyado por los partidos de la izquierda democrática, y Rodolfo Hernández, por los partidos de la derecha.
Pienso que este clima de intolerancia fue heredado de las discrepancias de casi una década entre los partidarios del Acuerdo de Paz con las Farc, encabezados por el entonces presidente Juan Manuel Santos, y sus opositores, encabezados por el expresidente Álvaro Uribe Vélez. El clima se caldeó con los intentos del actual gobierno de desconocer, debilitar o aplazar el cumplimiento de algunos de los puntos fundamentales de ese acuerdo. La situación explotó con la crisis económica y social provocada por la pandemia del covid19 y las grandes protestas populares de 2021.
Busco la palabra intolerancia en los diccionarios para poder explicarme un poco mejor esta lamentable y a veces vergonzosa situación. El Diccionario de Oxford, uno de los más reputados en los ámbitos académicos del mundo, dice que “es la actitud de la persona que no respeta las opiniones, ideas o actitudes de los demás si no coinciden con las propias”. Wikipedia la define como “el rechazo de las personas a quienes consideramos diferentes, por ejemplo, los miembros de un grupo social o étnico distinto al nuestro, o las personas que son diferentes en su orientación política o sexual”.
La intolerancia, pues, es sinónimo de intransigencia, terquedad, obstinación, testarudez por no respetar a las personas que poseen pensamientos diferentes, bien sea en el ámbito político, religioso, cultural, sexual, racial…
Por respeto a los lectores no me atrevo a citar las peores palabras y expresiones de intolerancia usadas en esta última contienda electoral. Francia Márquez, la candidata a la vicepresidencia por el Pacto Histórico, fue la que tuvo que soportar los más bajos oprobios. Contra ella se desataron los peores odios políticos, racistas, clasistas y antifeministas. La llamaron “King Kong”. La cantante Marbelle escribió en Twitter: “A mí me da asco Farc-ia”. Por su parte, Marbelle fue llamada “cerda” por un congresista del Pacto Histórico que salió en defensa de su candidata. Marbelle ripostó llamándolo “vaca”. También llamó “brincona, con ínfulas de Lady Di”, a Verónica Alcocer, esposa del presidente electo Gustavo Petro.
Rodolfo Hernández, candidato de última hora a la presidencia de las fuerzas de derecha, llamó “gavilla de criminales” a los dirigentes del Pacto Histórico.
Hasta el presidente de la República, el ministro de Defensa y algunos candidatos presidenciales se contagiaron del lenguaje de alcantarilla de las redes sociales.
Qué tristeza: como dice Augusto Trujillo en El Espectador, la intemperancia, la agresividad y la violencia verbal anidaron más en la cerrada cúpula del gobierno y del sectarismo a ultranza de los fanáticos que en la amplia base del elector común. Ojalá a partir de ahora sigamos su ejemplo
“Creo que la campaña electoral de 2022, que por fin terminó la semana pasada —¡qué alivio!—, será recordada por la intolerancia, el odio y las malas palabras usadas en contra de los rivales”.