El Colombiano

Burocracia tiene en ruinas 4 predios del CES en Prado

Estos fueron adquiridos por la Clínica CES para extender sus servicios, pero falta la licencia.

- Por GUSTAVO OSPINA ZAPATA

Una casa en forma de castillo ubicada en la esquina de la calle 59 con la carrera 50C, barrio Prado Centro, que debería ser un orgullo para los habitantes, se ha convertido en un dolor de cabeza para el sector, pues hace más de un año se encuentra desocupada y los vándalos y habitantes de calle han aprovechad­o para saquearla y destruirla.

La casa, de tres pisos, es uno de los muchos inmuebles viejos de este barrio patrimonia­l y aunque no tiene ninguna declarator­ia en tal sentido, por lo menos sí hace juego con el entorno de Prado, donde las viviendas son diferentes al estilo que prima en la ciudad. No desentona.

Ese no desentona es un decir. Más bien no desentonab­a, porque desde que fue desocupada hace un año ha estado en el foco de la delincuenc­ia callejera, que lo convirtió en guarida para consumo de drogas, reuniones y saqueos, denuncian los vecinos.

Lo peor es que no es solo esta vivienda, identifica­da con la nomenclatu­ra 50C-02, sino que son otras tres aledañas, dos de las cuales sufren los mismos males: saqueo, malos olores, vandalismo, basuras acumuladas y hasta hábitat de plagas como ratas, zancudos y otros bichos que afectan la salud de los residentes, dice un vecino. El otro lo usa la clínica para guardar sus archivos.

“La desocupaci­ón de estas casas ha sido muy perjudicia­l para el barrio, esto siempre se ve con esa gente (habitantes de calle) bregándose a entrar y los vecinos sufrimos las consecuenc­ias, no hay tranquilid­ad”, se queja un señor de la tercera edad que prefiere no decir su nombre.

Jorge Alberto Estrada, arquitecto y habitante de Prado, afirma que las cuatro casas fueron adquiridas por la Clíni

ca CES —ubicada al frente— para extender sus servicios, pero el proyecto no se ejecuta. “Las casas están abandonada­s y los habitantes de calle las tomaron de refugio, se han intentado entrar a las casas vecinas por los techos”, afirma. Dice que se siente mucho ruido en el interior y hay un ambiente de insegurida­d.

Proyecto sin licencia

Con estas denuncias, acudimos a conocer la realidad de la situación y comprobamo­s que, en efecto, los inmuebles están en abandono. Les faltan ventanas y puertas y ninguna tiene techo. El ingreso incluso para los periodista­s está restringid­o debido a que ya no cumplen con las normas de sismorresi­stencia y los saqueos de los vándalos las han vuelto más endebles. Hay riesgo.

“La realidad es que las casas se empezaron a demoler por parte de la Clínica CES, pero pararon las obras y fue cuando empezó a pasar todo lo que hemos denunciado. El CES se ha reunido con nosotros, ojalá se solucione este problema”, expone David Gallo, presidente de la Junta de Acción Comunal de Prado.

Al respecto, la Clínica CES responde que los cuatro inmuebles fueron adquiridos con el fin de construir una nueva infraestru­ctura para ampliar sus servicios. Para adelantar su proyecto, desde el 25 de mayo de 2021 inició los trámites legales y civiles para obtener la licencia, pero pasado más de un año esta no le ha sido otorgada.

Los inmuebles han sido objeto de revisión e inspección por parte del Departamen­to Administra­tivo de Gestión del Riesgo de Desastres – Dagrd–, Planeación Municipal, el Departamen­to de Patrimonio y la

Curaduría 4 en el proceso de obtener los permisos para iniciar la intervenci­ón y la obra civil, lo que implica la demolición de las propiedade­s.

Con este aval las obras se iniciarían de inmediato, pues la Clínica es consciente de los perjuicios: “Los predios adquiridos han sido objeto de vandalismo y hurto por parte de habitantes en situación de calle y personas que han desmantela­do algunos enseres. Esta situación fue puesta en conocimien­to de la Fiscalía y la Inspección de Policía competente”, afirma la Clínica.

La entidad asegura que los trámites legales y civiles han tomado un tiempo aproximado de un año, lo que se encuentra dentro el rango legal de las diferentes entidades, debido a que Prado Centro es una zona de conservaci­ón patrimonia­l. Los permisos de intervenci­ón son más estrictos.

Mientras este permiso se da, para proteger la infraestru­ctura y salvaguard­ar la integridad de la comunidad vecina, la Clínica adoptó acciones como la instalació­n de reflectore­s para iluminar la calle, mallas, alarmas y concertina­s buscando que la propiedad no sea utilizada con otros fines diferentes a los del proyecto de expansión de sus servicios.

Tocamos en las puertas de los predios colindante­s, pero no hubo respuesta. En algunos inmuebles se han instalado alambrados con púas en las terrazas, buscando evitar que los ladrones traten de ingresar por los techos o muros aledaños. Una señal de temor y sensación de insegurida­d

“Los trámites legales han tomado un tiempo aproximado de un año, lo que está dentro del rango de las entidades”. CLÍNICA CES

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FOTO MANUEL SALDARRIAG­A La Clínica CES espera que le otorguen la licencia para la construcci­ón de su nuevo proyecto, pero pasado más de un año la aprobación no se da a pesar de los perjuicios.

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