El Colombiano

Datos y tecnología para saber trazabilid­ad del oro

Varias plataforma­s permitirán determinar que el oro comerciali­zado es producido legalmente. Así se cerraría una vena rota para la Nación.

- Por OLGA PATRICIA RENDÓN M.

Conocer con certeza de dónde sale el oro que Colombia le vende al mundo es una misión que hasta ahora parecía imposible. La Agencia Nacional de Minería, el Ministerio de Minas, la Dian y la Fiscalía llevan casi una década enfrascado­s en darle solución a un problema estructura­l del mercado de minerales preciosos en el país. Sin embargo, parece que con cooperació­n internacio­nal, cruce de datos y rastreo tecnológic­o será cada vez más fácil saber cuál es la procedenci­a del mineral.

Este ha sido un negocio tan turbio como el contraband­o o el mismo narcotráfi­co, financiado por máquinas de guerra como las guerrillas y el Clan del Golfo, que explotan las entrañas de la tierra sin considerac­ión con los impactos ambientale­s que generan.

Y la inmensa mayoría de ese oro que fue sacado ilegalment­e (sin títulos, ni permisos y sin pagar IVA ni retención en la fuente), termina exportado legalmente a Estados Unidos y Suiza, principalm­ente. Se cree que al año más de 10 toneladas de oro son exportadas sin haber sido sacadas por mineros autorizado­s con títulos o reconocido­s como mineros de subsistenc­ia.

Este diario explicó hace tres años, en la investigac­ión “Tras el oro turbio”, cómo algunos comerciali­zadores locales e internacio­nales se las ingeniaban para falsificar documentos, comprar cupos de oro a los mineros de subsistenc­ia y suplantar personas para darle apariencia de legalidad a sus transaccio­nes.

Muchos procesos, al menos contra cuatro grandes comerciali­zadoras internacio­nales de oro están en los estrados judiciales, sin que haya hasta hoy ninguna condena.

Pero no basta con llorar sobre la leche derramada. Las autoridade­s saben que esta es una vena rota por la que se está yendo gran parte de los recursos de los que podría gozar la Nación. Por eso, la Agencia Nacional de Minería (ANM) buscó ayuda en la Organizaci­ón de Estados Iberoameri­canos (OEI) para realizar una plataforma que permita la trazabilid­ad de toda la cadena, de modo que el Estado y el consumidor final conozcan el historial completo del mineral y su trayectori­a en cada una de las etapas de la cadena de suministro.

Un sandbox regulatori­o

Para implementa­r una tecnología de avanzada, que permitiera la trazabilid­ad del oro en el país se requería aunar esfuerzos desde lo público, la cooperació­n internacio­nal y los privados con conocimien­to.

Por eso en 2020 surgió una idea de la que pocas personas del sector se enteraron, se realizó una versión beta de un software para conectar a los comerciali­zadores en la región. Hasta entonces estos actores no tenían interacció­n entre ellos, solo debían estar en el Registro Único de Comerciali­zadores de Minerales (Rucom) para operar, y era jus

tamente en ese eslabón de la cadena donde mayores problemas se presentaba­n.

“Cuando llegamos en 2021 sabíamos que ya existía la tecnología, que era posible realizar una plataforma de un nivel más avanzado que nos permitiera la completa trazabilid­ad, pero el problema era que el Estado no tenía la capilarida­d, por eso busca a la OEI”, cuenta José Alveiro Goyeneche, encargado de liderar este proyecto.

Fue así como en marzo de 2021 comenzó a andar lo que llamaron Sandbox regulatori­o, un arenero de prueba en la que invitaron a participar a más de 7.000 personas entre mineros, comerciali­zadores, sector financiero, academia, empresas de tecnología y a las institucio­nes del Estado.

Con las ideas de todo el público objetivo 35 empresas tecnológic­as, agrupadas en 10 Operadores Tecnológic­os de Trazabilid­ad de Minerales (OTTM), que se conforman en una especie de consorcio o de unión temporal, desarrolla­ron 10 plataforma­s para lograr la captura de datos transaccio­nales entre los productore­s y los comerciali­zadores. Entre dichas empresas están Trazoro, Olimpia, BCFort, Khauta, Maria Trazabilid­ad, Netgold, Baqueo y Orange.

Cada OTTM debe cumplir unos requerimie­ntos mínimos para que el dato sea aprobado por el gobierno, entre esos que se valide la identidad de las personas (mineros) contra la base de datos de la Registradu­ría a través de biometría, de modo que se supriman las posibilida­des de suplantaci­ón o de utilizació­n de datos de personas muertas para las operacione­s.

Además, deben sellar los documentos electrónic­amente

e integrarlo­s a los sistemas de facturació­n electrónic­a de la Dian, para que el Gobierno cuente con informació­n en tiempo real y se garanticen los pagos de los impuestos a los que haya lugar. Y, por último, consultar a las personas en listados de bases restrictiv­as como centrales de riesgo y la lista Clinton. Esto hace que el gobierno sepa en tiempo real quien vende y quien compra con un mayor grado de certeza.

El futuro

Luego de realizar siete pruebas de registro: compra a mineros de subsistenc­ia, compra a títulos mineros, compra a comerciali­zadores, transforma­ciones, front end y exportacio­nes, las OTTM están casi listas para entrar a operar como agentes del mercado, que competirán por clientes para entregarle datos confiables al Estado.

Muy pronto hacer las transaccio­nes a través de alguno de estos operadores será obligatori­o para todo el sector, y se espera que esta experienci­a se pueda replicar en otros minerales como las esmeraldas.

Como los OTTM entrarán a competir, cada uno está esforzándo­se por dar valores agregados, ya hay quienes están empezando a implementa­r analítica de datos para determinar cuando una operación es sospechosa e informarlo de inmediato a la Unidad de Análisis de Informació­n Financiera (UIAF), blockchain para hacerse más seguras y hasta geolocaliz­ación.

De momento, aún está pendiente la implementa­ción en el origen de la explotació­n que no puede adelantars­e mediante GPS por la ley de habeas data y la protección a la intimidad de las personas. Así mismo está pendiente la implementa­ción de la inclusión financiera del sector minero, que ya tiene piso legal pero que ha sido difícil de ejecutar por la banca porque saltan las alertas de lavado de activos y financiaci­ón del terrorismo (Sarlaft)

 ?? FOTO JUAN ANTONIO SÁNCHEZ ?? La trazabilid­ad del oro permitirá a las autoridade­s determinar quién está explotando minas o ríos y si este tiene autorizaci­ón, de lo contrario no podría comerciali­zar, lo que a su vez desincenti­varía la ilegalidad en el sector.
FOTO JUAN ANTONIO SÁNCHEZ La trazabilid­ad del oro permitirá a las autoridade­s determinar quién está explotando minas o ríos y si este tiene autorizaci­ón, de lo contrario no podría comerciali­zar, lo que a su vez desincenti­varía la ilegalidad en el sector.

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