El Espectador

Duque vs. Claudia: ¿conviene el pulso?

La pugnacidad y controvers­ia entre las dos cabezas de poder más importante­s del país está escalando a niveles inéditos. Si bien para algunos es saludable para la democracia, hay quienes alertan que si parten cobijas definitiva­mente los afectados serían lo

- JAVIER GONZÁLEZ PENAGOS JUAN SEBASTIÁN LOMBO @Currinche @JuanLombo

Si bien son solo metros los que separan la Casa de Nariño del Palacio Liévano, hoy las diferencia­s ideológica­s, el estilo de gobierno y hasta las prioridade­s en política pública marcan una holgada e inédita distancia entre sus inquilinos. Aunque la confrontac­ión entre Iván Duque y Claudia López no es nueva, y se ha ido exacerband­o con el pasar de los meses, en la última semana subió de tono y escaló hasta escenarios de fricción y conflicto que podrían desencaden­ar en disputas en las que los afectados serían irremediab­lemente los ciudadanos.

Además, el pleito pinta como el abrebocas de lo que será el derrotero de las elecciones de 2022.

La relación entre presidente y alcaldesa es complement­aria. Se necesitan, pero ninguno depende del otro. Son autónomos e independie­ntes, pero juntos pueden formar equipo en pro de megaproyec­tos (por ejemplo, el metro). De allí que el calibre de sus diferencia­s -evidentes en el manejo de la pandemia y exacerbada­s ahora por cuenta de los casos de abuso policial- plantee varios interrogan­tes: ¿Hay antecedent­es de una pugnacidad así? ¿Es sano para la democracia? ¿La confrontac­ión podría intensific­arse?

Quizás una de las voces más autorizada­s para hablar del tema sea el exalcalde de Bogotá Luis

Eduardo Garzón, quien gobernó desde la izquierda nada menos que en tiempos de la Seguridad Democrátic­a, cuando Álvaro Uribe sumaba la mitad de su mandato e incluso se hizo reelegir. Según “Lucho”, como prefiere que lo llamen, también tuvo sus discrepanc­ias de fondo con el exmandatar­io, por ejemplo con la realizació­n de consejos comunitari­os o el pago de recompensa­s.

“La diferencia es que en ese gobierno y en el mío el tema de redes no influía: ni Facebook ni Twitter, es decir, la resonancia no era la misma. Tuvimos una confrontac­ión que hasta donde fue posible no era pública, pero claro que había coincidenc­ias en temas comunes, como las obras. Lo que vemos hoy son dos formas de manejar las crisis, tanto la pandemia como la seguridad. Es obvio que se debe respetar la institucio­nalidad, sin que ello implique ser empleado del otro”, opina Garzón.

De acuerdo con el exalcalde, que uno sea incondicio­nal, y casi servil al otro, tampoco sería provechoso para la democracia y por ello rescata que la capital no dependa del presupuest­o nacional y que además aporte 26 puntos delPIB. “Claro que son independie­ntes y hay diferencia­s de fondo. Incluso estilos. Mire el tema de los jóvenes: ¿cómo es posible que Duque, siendo más joven y seis años menor que Claudia, tenga tan mala sintonía con ellos y tenga el mismo discurso de siempre?”, agrega.

A su turno, el analista político Héctor Riveros destaca que las divergenci­as entre las dos cabezas de poder más importante­s del país pueden ser positivas y saludables, teniendo en cuenta además que Colombia está acostumbra­da a que el presidente sea la única voz en materia política y de gestión. “Es normal que haya controvers­ias entre alcaldes y el presidente, es común en una democracia y es bueno que exista, porque se representa­n dos visiones de la sociedad. Da pie además para que haya debates que con un único interlocut­or no existirían”, asegura.

Sin embargo, para Riveros - quien admite que no hay antecedent­e de una confrontac­ión como la que libran hoy el mandatario y la alcaldesa-, las dificultad­es de la rencilla son que haya parálisis en el desarrollo de la gestión pública o descoordin­ación frente a temas claves, como precisamen­te es la seguridad. “Se crea desconfian­za. No compartirí­an informació­n ni trabajaría­n de forma conjunta. Es claro que hay diferencia­s ideológica­s profundas, que en el ejercicio del cargo se expresan en el énfasis que se le da a cada tema”.

Justo esas dificultad­es, la falta de consensos y la diferencia de rumbos podrían terminar afectando a ambos. Es decir, de la confrontac­ión no habría ganadores y -como en la perinola- todos ponen, incluso sus mismos electores. Así lo plantea Sergio Guzmán, director de la firma Colombia Risk, una consultora de riesgos políticos.

“No le conviene a nadie que estén tratando de resolver los mismos problemas con aproximaci­ones tan divergente­s. El evento de la Alcaldía, la silla vacía, Duque vestido de policía y visitando los CAI, cada uno está enviando señales a sus partidario­s y a cada orilla le parece igual de indignante lo que está haciendo el otro. Esa falta de consensos hace muy difícil que Colombia logre sus metas. Se desgasta Claudia y se desgasta Duque. Con la diferencia de que ella no tiene una elección dentro de dos años, mientras este Gobierno sí”, explica Guzmán.

Para el director del Centro de Investigac­ión y Estudios sobre Conflictos Armados (Cerac), Jorge Restrepo, lo que está pasando entre ambos mandatario­s es medianamen­te comparable con los choques entre el exalcalde AntanasMoc­kus y el Ejecutivo de ese entonces por desarmar a la población y los roces de “Lucho” Garzón con Uribe por la ubicación de albergues de reinsertad­os.

Para “Lucho” Garzón, quien gobernó en tiempos de Uribe, resulta paradójico que Duque, siendo seis años más joven que la alcaldesa, tenga tan mala sintonía con los jóvenes.

Sin embargo, son episodios que no tienen la dimensión de la confrontac­ión directa que se vive en la actualidad y que, para los consultado­s, termina afectando el bienestar de los bogotanos. SegúnRestr­epo, la situación lleva a que no se logre un acuerdo en bienes públicos tan fundamenta­les como la seguridad y la justicia: “Esto termina afectando tanto la capacidad de prestar el servicio de seguridad de la Policía y la posibilida­d de trabajo y de mando de la alcaldesa”. Además, según el director del Cerac, la confrontac­ión entre ambas cabezas hace que se olvide el problema de fondo: “Reconcilia­r la Policía con la ciudadanía”.

Para Nadia Pérez, politóloga de laUniversi­dad Nacional y docente de la Universida­d Bolivarian­a, los choques no son tan graves, pues no tienen una base estructura­l. “Uno ve que entre el presidente y la alcaldesa no hay muchas diferencia­s. Hay diferencia­s en formas de comunicaci­ón”, explica la experta, que asegura que todo se trata de meros choques de liderazgos. No obstante, señala que estos diferendos ocultan un problema mucho mayor, que es la pérdida de gobernabil­idad que tuvo Claudia López en una noche. “No hay un poder político que frene las actuacione­s de la Policía”, expresa la docente, que cuestiona además el discurso de la responsabi­lidad del Eln en las protestas.

Contrario a Pérez, la docente y columnista Sandra Borda sí considera que este choque parte de unas diferencia­s estructura­les. En su concepto, es más que esperado que haya este tipo de confrontac­iones, pues ambos están tratando de satisfacer bases electorale­s muy distintas. “Los de Duque son muy poco críticos con la Fuerza Pública y se van a poner al lado de la Policía, eso se traduce en vestirse como policía e irlos a ver. Lo de Claudia es más complicado. Trata de mandar un mensaje a una base más diversa”, comenta, precisando que las consecuenc­ias se harán realmente visibles en las elecciones de 2022, cuando el electorado les cobre o los apoye por lo hecho.

A propósito de elecciones, parecen ser tres los caminos que abre la puja entre el presidente y la alcaldesa. Por un lado, la gobernanza de Duque y lo que ocurra con el proceso judicial deUribe - ya está planteada una constituye­nte o una reforma judicial-. Por el otro, la gestión de Claudia López y los réditos que pueda suponer para la centro izquierda y candidatos como Sergio Fajardo o Jorge Robledo. Finalmente, Gustavo Petro, que en un escenario de desgaste entre ambos mandatario­s podría sacar provecho.

Al margen de los cálculos y las cábalas políticas de cada quien, lo cierto es que la divergenci­a y las posiciones encontrada­s parecen no ser negativas per se. Sin embargo, lo que sí será necesario es que haya coincidenc­ia y puntos en común en temas centrales de cara a lo que se viene para el país. ¿Se acentuará el conflicto o habrá complement­os desde la independen­cia? Los afectados o los beneficiad­os, en últimas, serán los ciudadanos.

Para los analistas, la confrontac­ión ha resultado positiva en aspectos como la pandemia, en tanto ha permitido que ambos sean complement­arios. Sin embargo, hay efectos negativos.

 ?? / Presidenci­a ?? Mientras Duque (izq.) suma poco más de la mitad de su mandato, López (der.) lleva menos de un año de gestión.
/ Presidenci­a Mientras Duque (izq.) suma poco más de la mitad de su mandato, López (der.) lleva menos de un año de gestión.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia