Los pasos que ha dado el Gobierno para traer a Mancuso
Desde el pasado 21 de julio, el Gobierno colombiano fue enterado de que Mancuso podría no ser enviado a Colombia. Aunque en septiembre parecía haber un cambio de opinión al respecto, lo cierto es que la incertidumbre aún rodea el futuro de este exjefe par
Salvatore Mancuso terminó de pagar su pena a más de quince años de prisión —de los cuales pagó unos doce— en EstadosUnidos por narcotráfico el 27 de marzo de este año. No obstante, el trámite con que se definirá para dónde va, si Italia o Colombia, se ha vuelto un laberinto jurídico y administrativo sobre el que han recaído serias dudas con respecto a las actuaciones del Gobierno colombiano, que ya pidió su extradición. Por eso, la Procuraduría le envió un oficio al Ministerio de Justicia a comienzos de mes, preguntando, básicamente, qué ha hecho la administración Duque para conseguir que Mancuso vuelva al país a saldar sus deudas con la justicia y las víctimas.
El pasado 17 de septiembre, en un documento de 34 páginas conocido por El Espectador, la directora de Asuntos Internacionales de esa cartera, Camila Afanador, le contestó al Ministerio Público. Para empezar, la funcionaria argumentó que Colombia y Estados Unidos tienen un tratado de extradición vigente desde 1979 y que, aunque “no puede ser aplicado en Colombia”, porque las leyes aprobatorias fueron declaradas inexequibles en 1986, el Código Penal antiguo y el vigente reconocen la extradición como herramienta judicial. Superada esa discusión jurídica, el Ministerio pasó a explicar, recuadros en mano, todas las acciones que se han tomado desde el Gobierno en este tema.
En primer lugar, que la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla, la misma que recientemente expidió dos órdenes de captura con las que se profirieron circulares rojas de Interpol contra Mancuso, envió una solicitud al Ministerio de Justicia el 30 de marzo de 2020 —tres días después de que Mancuso hubiera cumplido su condena— para detener a Mancuso con base en dos expedientes en su contra por graves delitos como homicidio, desplazamiento forzado de la población civil y desaparición forzada. Esa petición llegó al Departamento de
Estado de Estados Unidos dos semanas más tarde y, según el Ministerio de Justicia colombiano, está “en estudio”.
“Nosotros cuantificamos alrededor de54.000 hechos que han sido confesados por Mancuso. Esto es tan grande, que es imposible que salga en una sola decisión. Se han dictado decisiones parciales. El Tribunal de Bogotá ha dictado dos sentencias hasta este momento, en 2014. Y esas dos sentencias se refieren a 1.500 crímenes, imagínese esa cifra frente a 54.000. Estamos hablando apenas de un 2,9 %”, le dijo en agosto pasado a este diario Carlos Pérez, presidente de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla. Para elmagistrado, si Mancuso quiere recobrar su libertad, debe estar en Colombia cooperando con la justicia y las víctimas.
El 3 de abril llegó otra orden de captura al Ministerio de Justicia. Esa venía del Juzgado 18 de Ejecución de Penas, que causó tanta polémica porque luego fue anulada: la defensa del exjefe paramilitar se dio cuenta de que la sentencia contra Mancuso, por la cual lo requería el Juzgado, había sido acumulada en una de las dos macrosentencias que existen en Justicia y Paz contra él. Por eso, unosmesesluego, la orden tuvo que retirarse. El Juzgado 1 de Ejecución de Penas, por su parte, le anunció al Ministerio de Justicia dos veces que también tenía una orden de captura contraMancuso, pero ni siquiera alcanzó a hacer la petición formal, pues los casos también se acumularon en Justicia y Paz.
La solicitud del Tribunal de Barranquilla avanzó en Estados Unidos. La propia ministra de Justicia del momento, Margarita Cabello, le pidió a la canciller Claudia Blum que pusiera en conocimiento del gobierno estadounidense el interés de Colombia en que Mancuso fuera deportado en razón de requerimientos judiciales pendientes. El 18 de abril pasado, el agregado judicial de EE. UU. envió un documento con preguntas que elGobierno hizo llegar al Tribunal. El 7 de mayo, el Departamento de Justicia de EE. UU. envió otros interrogantes para responderse “de manera prioritaria”. El 11 de mayo, la ministra Cabello se comunicó directamente con el fiscal general de EE. UU., William Barr.El 24 de junio pasado, Mancuso, que ya estaba bajo la custodia de la agencia de migración y aduanera de EE. UU. (llamada ICE), fue “detenido provisionalmente”. El 21 de julio, sin embargo, todo se vino al piso con la anulación de la solicitud de extradición: EE. UU. le advirtió a Colombia que no podía mantener a Mancuso detenido con fines de extradición. Ese día Colombia fue enterado de que Mancuso sería deportado, el país de traslado podría no ser Colombia y las otras dos solicitudes de extradición presentadas en abril y mayo estaban bajo revisión, pero que “ninguna ofrecía un fundamento legal suficiente para mantener detenido al señor Mancuso Gómez.
El pasado 6 de agosto, EE. UU. requirió “información adicional frente a las dos solicitudes de extradición elevadas por esa autoridad judicial en contra del solicitado”. La respuesta se la hizo llegar el Tribunal de Barranquilla una semana más tarde. El 18 de agosto, el Tribunal Superior de Bogotá emitió otra orden de captura que, dos días después, ya estaba en manos del Departamento de Estado de EE. UU., acreditó el Ministerio de Justicia. Este es el trámite en que más esperanza tiene el gobierno Duque. En ese momento se envió una nota verbal con la solicitud y se advirtió que se enviaría copia de la decisión completa del Tribunal, de más de 150 páginas, apenas se tuviera la traducción oficial.
Esa providencia traducida se remitió el pasado 3 de septiembre. El trámite sigue en estudio. Aunque funcionarios del gobierno estadounidense le dijeron al exjefe paramilitar que él no sería enviado a Italia, como se había autorizado inicialmente, sino a Colombia, lo cierto es que hasta la fecha Mancuso sigue en el Centro de Detención Irwin County, en el estado de Georgia. El propio gobierno estadounidense planteó la posibilidad de que Mancuso se escude en la Convención contra la Tortura para no ser deportado o extraditado a Colombia, y Mancuso ya ha dicho que, en este país, su vida corre un extremo peligro. ¿Cuál será el futuro de este importante exjefe paramilitar?
›› Aunque Mancuso ha dicho que quiere contar la verdad ante la JEP, ha puesto en duda su regreso a Colombia, pues teme por su seguridad.