¿La música mejora la autonomía?
Los beneficios psicológicos para una persona que sufre esta enfermedad son incontables, aunque no evita el avance de la misma.
La música y el alzhéimer han tenido en los últimos años una relación extraña, poderosa, fascinante e intrigante para médicos y pacientes. Su tratamiento, diagnóstico y la posibilidad de que como terapia ayude a la memoria y retrase el deterioro de la mente de un paciente son cosas que hoy ocupan a la ciencia.
De acuerdo con la OrganizaciónMundial de la Salud (OMS), “el alzhéimer es un síndrome —generalmente, de naturaleza crónica o progresiva— caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal”.
Está comprobado que los síntomas del alzhéimer empeoran con el tiempo. Las personas pueden no reconocer a sus familiares, tener dificultades para hablar, leer o escribir, e incluso olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa, hasta llegar al punto en que necesitan cuidados totales. Sin embargo, algunos expertos de esta enfermedad están empleando la terapia musical, el recordar por medio de los sonidos.
Existen muchos textos médicos especializados en los que se afirma que pacientes en un estado avanzado de la enfermedad experimentan de pronto un despertar asombroso al escuchar una canción de juventud, esa música llena de ritmo que casi, sin saber cómo, desbloquea recuerdos y capacidades cognitivas que en algún momento se creen pérdidas.
Aunque algunos neurólogos sustentan que es nuestro cerebro el que, por una razón que aún desconocemos, preserva de forma intacta esas áreas vinculadas a la memoria musical a largo plazo, los psicólogos, terapeutas y familiares que atienden diariamente a sus seres queridos saben que la música es, por encima de todo, un consuelo para estas personas aquejadas por una enfermedad devastadora.
El alzhéimer suele comenzar después de los sesenta años y el riesgo aumenta a medida que la persona envejece. El riesgo es mayor si hay personas en la familia que tuvieron la enfermedad, que hoy se considera incurable.
Por esa importancia que tiene la música, hablamos con Paola Pico, psicóloga, magíster en Neuropsicología Clínica, especialista en Evaluación y Diagnóstico Neuropsicológico, especialista en Psicología Clínica y de la Salud y docente de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, uno de los centros de estudio que más atención les ha prestado a este tipo de enfermedades en el país.
¿Qué ocurre en un cerebro con alzhéimer?
Esta es una enfermedad neurodegenerativa, esto quiere decir que deteriora de manera progresiva e irreversible el cerebro. Por lo tanto, afecta procesos de la memoria, el lenguaje y el pensamiento, y genera demencia. A nivel cerebral lo que ocurre con el alzhéimer es que se da una acumulación anormal de dos sustancias: una es la proteína amiloide y la otra es la proteína taos. Esas sustancias se pueden almacenar en el cerebro de las personas durante años sin llegar a manifestar ningún tipo de síntomas, pero cuando la persona llega a la adultez mayor esas sustancias se acumulan tanto que forman una especia de placa cerebral y deterioran las neuronas, destruyendo las neuronas y sus conexiones. Lo primero que destruyen es una sección del cerebro que se llama el hipocampo, cuya función es guardar la información; por este motivo hay una pérdida de memoria.
¿Qué tan importante resulta la música como tratamiento?
Es importante que las personas sepan que esta es una enfermedad que hasta el momento no tiene cura. Ninguna práctica o tratamiento lo es, pero sí debe mostrarse como una forma de abordar el manejo de los síntomas como una forma de acompañar a las familias dentro del proceso de esta enfermedad. Algunas prácticas sugieren el acompañamiento con la música. Hasta el momento se ha encontrado que la música tiene una fuerte relación con las conexiones emocionales de las personas. Digamos que contribuye a que los pacientes activen esa connotación emocional de los recuerdos, que están acompañados de estímulos musicales. Eso ayuda a reforzar la relevancia emocional de los recuerdos de un paciente. Ayuda a los pacientes, hasta cierto punto, a generar cambios dentro de su estado de ánimo y controlar impulsos emocionales. Por más que la música ayude, lamentablemente hoy no hay un resultado sólido de que ayude a frenar el deterioro de la memoria o el daño cerebral.
Entonces ¿qué beneficios puede recibir un paciente de esta enfermedad al usar la música como tratamiento?
Los beneficios en términos psicológicos tienen que ver con la posibilidad de servir como claves para recordar información de momentos relevantes de su vida. La música puede ser esa pista que ayuda a evocar esos momentos. Otro beneficio es que se puede usar como estrategia para aprender información y vincular ese nuevo conocimiento con los sonidos, aprender una canción o a tocar un instrumento ayuda como estrategia de memorización y la última es que significa un impacto positivo en el estado emocional, que de alguna manera resulta una herramienta que promueve el bienestar emocional de estos pacientes.
›› Entre algunos expertos está muy bien vista la terapia musical, el recordar por medio de los sonidos.