Bielorrusia y el incierto apoyo de Putin
QUIERO RESALTAR QUE ESTE NO ES UN ANtieditorial en su totalidad sobre el régimen en Bielorrusia; es una corrección frente al primer párrafo, donde se mencionan las relaciones con Rusia: “El régimen de Alexander Lukashenko, que está en el poder desde 1994, se atornilla a su trono gracias al apoyo de Rusia”. Esta frase es incorrecta en esta época.
Aunque Lukashenko y Putin fueron amigos durante mucho tiempo, actualmente las relaciones entre Bielorrusia y Rusia son complicadas y podría haber una ruptura en la amistad de estos países por diversos motivos. Esto se debe, en parte, a la idea de unir ambas naciones. Rusia ha intentado presionar a Lukashenko, pero él ha respondido hostilmente y amenazó con tomar el petróleo ruso que atraviesa su territorio para llegar a Europa, además de intentar mejorar sus relaciones con algunos países como respaldo ante el abandono de Putin.
Ciertamente, muchos países no reconocen las elecciones del 2020 en Bielorrusia y buscan sancionar a la dictadura; sin embargo, las relaciones que está intentando formar Lukashenko no son convenientes a los intereses de Putin y el apoyo ruso ya no está garantizado como hace algunos años. En las manifestaciones de Bielorrusia hay muchos opositores al gobierno que están a favor de las buenas relaciones con Rusia y esto puede representar otro problema para Lukashenko, quien no parece tener intenciones de ceder.
De la misma manera, Rusia permanecerá constante en la idea de mantener a Bielorrusia a sus pies o incluso llegar a crear esa superpotencia al unirse con Bielorrusia, lo que supondría un cambio económico y político controlado por un nuevo organismo. Ambos países, además de haber tenido estrechos lazos, también dependieron el uno del otro; más Bielorrusia, que se apoyó en su vecino durante muchos años en muchos aspectos. Pero su situación solo empeora y, ante las sanciones, ha decidido cortar algunos de los comercios que necesitan atravesar Bielorrusia para llegar a Rusia. Esto ha ocasionado más ataques económicos entre las dos naciones, que alteraban sus comercios mutuamente.
Aun con el conflicto político, Lukashenko se vio obligado a solicitar ayuda de Rusia para controlar las enormes manifestaciones, que cada vez son más grandes, confiando en que tiene el apoyo prometido, pero esta podría ser una oportunidad para que Lukashenko pierda el poder y Putin gane apoyo en una reforma constitucional de Bielorrusia, o podría hacer una intervención en el país para mantener al último dictador de Europa.