Abierto al diálogo
El magistrado Eduardo Cifuentes asegura que la única condición es que estén dispuestos a escuchar y mantener un diálogo constructivo. Cuenta que la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez le hizo un grave daño a la Jurisdicción y que con el actual fiscal, Fr
Eduardo Cifuentes, presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz, asegura que está dispuesto a conversar con los detractores de este tribunal, siempre y cuando estén abiertos a escuchar.
La gente quiere hablar de resultados. ¿Cuál es su balance de la Jurisdicción?
Tenemos resultados y seguiremos ofreciendo más resultados. Esa es una expectativa que estamos cumpliendo y que explica el inmenso trabajo realizado hasta la fecha. No ha sido una tarea sencilla en un tiempo tan breve como el de la Jurisdicción, haber sometido a la misma a 12.711 personas y, de otro lado, haber rechazado miles de solicitudes de ingreso y resuelto otros tantos miles de recursos de reposición, apelación, tutelas, medidas cautelares, además de otorgar tratamientos jurídicos especiales. Hasta la fecha se han dictado 36.990 decisiones, cifra de suyo elocuente del empeño de la JEP.
¿Cómo trabajará la JEP para este 2021 que seguirá igual, mientras arranca la vacunación?
El COVID-19 no puede inhibir la acción de la justicia. Nuestro compromiso es comenzar a entregar resultados en los siete macrocasos abiertos, con independencia de la vacunación. Los primeros autos de determinación de hechos y conductas (que son las primeras conclusiones de los casos de secuestro y falsos positivos) se van a conocer prontamente. A partir de eso, los responsables tendrán dentro del procedimiento de la JEP que aportar toda la verdad y asumir su responsabilidad o exponerse a recibir sanciones de prisión hasta de 20 años. ¿Se piensan abrir más macrocasos? Las organizaciones han pedido con urgencia los de desplazamiento y violencia sexual.
La JEP profundizará múltiples líneas de investigación y abrirá nuevos macrocasos. Vale la pena tener en cuenta que delitos como la violencia sexual ya se están abordando en varios de los casos abiertos, como el de reclutamiento de niños y niñas, y los casos territoriales del norte del Cauca, de Nariño y de Urabá.
¿Cómo está la relación con la Fiscalía General de la Nación? ¿Qué acciones tomó la JEP, por ejemplo, después de enterarse de que el ente investigador no les entregó 24.000 audios que el tribunal solicitó para el caso de “Jesús Santrich”?
Las relaciones con la Fiscalía que encabeza el doctor Francisco Barbosa son muy buenas. Y así tiene que ser en un país donde la Constitución ordena la colaboración armónica entre las entidades del Estado, máxime si pertenecen al mismo campo de la justicia y están sujetas al mismo arco de deberes. El caso Santrich culminó en la JEP con la decisión sobre su expulsión. La conducta del anterior fiscal (Néstor Humberto Martínez) afectó gravemente, y en términos mayúsculos, el ejercicio de las competencias de la JEP. Esto no se entiende ni se justifica en un Estado de derecho y representa un comportamiento absolutamente proscrito. Las órdenes y solicitudes de pruebas que formula un órgano de la JEP deben ser siempre acatadas y estrictamente cumplidas. ¿En qué cree que vaya a cambiar el país cuando se conozcan las
verdades de la guerra?
La JEP es un dispositivo contra la impunidad y por la verdad. Francamente me resulta difícil pensar que una persona sensata y de buena fe pueda oponerse a un mecanismo que se ha creado para sancionar las mayores atrocidades cometidas en Colombia en este largo y sangriento conflicto. Me comprometo a hacer más pedagogía al respecto y aspiro, por la vía de las realizaciones de la JEP, a que en torno de la misma se genere un consenso profundo por la justicia y la reconciliación.
Este año la Comisión de la Verdad entregará su informe final, ¿cómo ha ayudado la JEP a esta entidad para lograr este objetivo?
La JEP ha sido fuente de información. Buena parte de los tratamientos jurídicos especiales que gestiona la JEP suponen obligaciones para los comparecientes de concurrir a la Comisión a ofrecer verdad. Creo necesario que se extienda el término del mandato de la Comisión. De ese modo se podrá alcanzar mayor sinergia dentro del sistema integrado y se podrán satisfacer de mejor manera los derechos de las víctimas.
¿Se ha visto afectada la JEP con el
recrudecimiento de la violencia en los territorios? Líderes en Chocó dijeron que no hablarían más.
La justicia demanda vigorosa presencia y participación del Estado. Las víctimas y los mismos comparecientes muchas veces comparten el mismo territorio. Por regla general, los lugares donde se cometieron las mayores atrocidades son todavía zonas azotadas por la violencia. Sin una activa presencia y participación de todas las manifestaciones del Estado se torna ilusorio administrar justicia.Sin un compromiso real y eficaz de todo el Estado colombiano, exigido además por la conciencia humanitaria de la sociedad, lo acontecido en el Chocó se puede extender a otras zonas del país y, entonces, lo que habrá será un matrimonio perpetuo con la impunidad y la violencia.
¿Una condena de la JEP contra algún miembro de las Farc que esté en el Congreso lo puede inhabilitar para seguir con la curul?
Eso depende de qué tipo de sanción se imponga. Por ahora es importante recordar que el Acuerdo Final de Paz prevé que mientras no se haya producido una sanción, los comparecientes de las Farc pueden participar en política y ocupar cargos de elección popular. El artículo 31 de la Ley Estatutaria de la JEP (1957) señala que las sanciones alternativas y ordinarias, que contemplan penas de prisión, son incompatibles con el desempeño de cargos de elección popular.
¿Está dentro de su agenda entablar un diálogo con los detractores de la JEP, como la bancada del Gobierno?
Estoy dispuesto a reunirme con todos aquellos críticos de la JEP que estén abiertos a escuchar y a mantener un diálogo constructivo, con el fin de hacer pedagogía sobre la justicia restaurativa y el papel de la JEP. Como lo dije en mi discurso de posesión, la JEP está abierta a la crítica honesta y que se base en hechos reales, pero lo que no admitiremos será la difusión de afirmaciones sin fundamento fáctico.
‘‘Estoy dispuesto a reunirme con todos aquellos críticos de la JEP que estén abiertos a escuchar y a mantener un diálogo constructivo.
Eduardo Cifuentes, presidente de la JEP.