Hank Aaron, el ídolo del béisbol que venció el racismo
El legendario beisbolista Hank Aaron, el segundo jugador con más jonrones de la historia y símbolo de la lucha por los derechos civiles, falleció el viernes a los 86 años de edad. “Estamos devastados por el fallecimiento de Hammerin Hank Aaron, uno de los mejores jugadores y personas de la historia de nuestro deporte”, dijeron las Grandes Ligas del béisbol en un comunicado.
Aaron, miembro del Salón de la Fama, fue una de las grandes estrellas del deporte de la pelota caliente y también un activista por los derechos civiles. Él mismo tuvo que enfrentar amenazas racistas cuando superó el récord de jonrones de Babe Ruth, que dejó en 755 antes de su retiro, en 1976, una marca que solo pudo batir Barry Bonds en 2017.
A lo largo de sus más de dos décadas de brillante carrera (entre 1954 y 1976), principalmente en los Bravos de Atlanta, El Martillo, como le decían, deleitó a los aficionados con sus deslumbrantes habilidades ofensivas, que lo llevaron a recibir numerosos reconocimientos, como el premio al Jugador más valioso (MVP por su sigla en inglés) de 1957 y 21 apariciones consecutivas en el juego de las estrellas.
“Fue un faro para nuestra organización, primero como jugador, luego en el desarrollo de peloteros y siempre con nuestros esfuerzos comunitarios”, le reconocieron los Bravos. “Su increíble talento y determinación le ayudaron a alcanzar los más altos logros, pero nunca perdió su naturaleza humilde”.
Una parte de la docena de récords que Aaron consiguió todavía está vigente, como el de mayor cantidad de carreras impulsadas (2.297) y total de bases alcanzadas (6.856). Aaron sumó 3.771 imparables y 624 dobletes.
El 8 de abril de 1974, el pelotero consiguió su jonrón número 715, superando la marca establecida por el mítico Babe Ruth casi cuarenta años antes. Una multitud de 53.775 aficionados celebró la hazaña en el estadio de Atlanta, aunque el camino hasta el récord fue un reflejo del racismo y la intolerancia que rodeaban este deporte. Durante las dos temporadas anteriores Aaron venía recibiendo cartas con mensajes de odio y amenazas de muerte por personas que no querían que superaba la marca de Ruth. Aaron sobrepasó las adversidades inspirándose en el pionero Jackie Robinson, el jugador que allanó el camino de los beisbolistas negros en las Mayores.
“Pensé que si él pudo levantarse y soportar los abusos que sufrió, yo podría hacer lo mismo y ser la misma persona, siempre y cuando Dios me diera la capacidad de jugar”, recordó en una ocasión.
“Qué momento tan maravilloso para el béisbol, para Atlanta y el estado de Georgia, para el país y el mundo”, dijo el narrador Vin Scully en la recordada retransmisión televisiva del récord de Aaron. “Un hombre negro está recibiendo una ovación en el sur profundo por romper el récord de un ídolo del béisbol. Es un gran momento para todos nosotros”.
Nacido el 5 de febrero de 1934 en Mobile (Alabama), el pelotero fue uno de los ocho hijos de Herbert y Estella Aaron. Un discurso de Jackie Robinson en un centro recreativo le despertó, a los 14 años, el deseo de ser jugador de Grandes Ligas. A los 18, Aaron militó en los Indianapolis Clowns, uno de los últimos equipos de las extintas Ligas Negras de béisbol, y en 1954 jugó su primer partido en las Mayores con los Bravos de Milwaukee, que en 1966 se trasladaron a Atlanta. A pesar de su versátil juego ofensivo, Aaron siempre será recordado por su impactante golpeo, que llevó a las Grandes Ligas a crear el premio Hank Aaron al mejor bateador de cada temporada.
Tras su retiro, en 1976, se convirtió en uno de los primeros ejecutivos negros de alto nivel del béisbol, al ser nombrado por los Bravos como su vicepresidente de desarrollo de jugadores.
Ingresó en el Salón de la Fama del Béisbol en 1982 y, en 2002, el presidente George W. Bush le concedió la Medalla Presidencial de la Libertad.