El Espectador

Reclusos hacinados: el lío en los calabozos de Cundinamar­ca

Hay 16 estaciones de Policía con cupo para albergar a casi 250 reclusos, pero actualment­e hay más de 700. La Gobernació­n busca más espacio.

- VALENTINA CÁRDENAS dcardenas@elespectad­or.com @valeeentin­acch

En medio de la emergencia por el COVID-19, Cundinamar­ca enfrenta una grave situación en las estaciones de Policía del departamen­to: el hacinamien­to. Los 16 calabozos que existen en las estaciones de Policía habilitada­s en el departamen­to están a tope: tienen 250 cupos, pero actualment­e hay más de 700 reclusos. La Gobernació­n busca soluciones con los alcaldes, quienes, según la ley, son los encargados de resolver el problema.

De acuerdo con datos suministra­dos por la Secretaría de Gobierno a El Espectador, en total hay 731 personas en las 16 salas de Policía con calabozos, pero esta cifra varía constantem­ente con el paso de los días, por nuevas capturas. De esos detenidos, 70 ya están condenados. Los municipios con más reclusos son: Soacha (250 ), Facatativá (130), Girardot (96), Fusagasugá (51), Zipaquirá (50), Chía (44) y La Mesa (36). Del total de los retenidos, 653 son hombres y 78 son mujeres.

Leonardo Rojas, secretario de Gobierno del departamen­to, aseguró que la situación es grave. “Parte de lo que sucedió en la estación de San Mateo, en Soacha, donde varios reclusos terminaron incinerado­s, tiene que ver con estos problemas de hacinamien­to. Es un tema que prende las alarmas, porque desde el primer día hemos venido diciendo que el Instituto Nacional Penitencia­rio y Carcelario (Inpec) debe recibirnos los detenidos (condenados) que tenemos, porque las estaciones de Policía técnicamen­te no están hechas para mantener reclusos”, dijo.

De acuerdo con el artículo 17 de la Ley 65 de 1993, el Inpec solo puede recibir personas que ya estén condenadas, mientras que los detenidos, que son sindicados, son responsabi­lidad de cada entidad territoria­l, en este caso de cada municipio del departamen­to.

“Lo que pasa es que los alcaldes, en el 80 %, son de cuarta y sexta categorías y no tienen cárceles. Estas estaciones de Policía, si bien es cierto que están funcionand­o, no están en las mejores condicione­s y siempre ha sido un problema conseguir recursos para arreglar las instalacio­nes”, explicó Rojas.

Al respecto, el alcalde de Facatativá, Guillermo Aldana, explicó que la situación de hacinamien­to es complicada. “La estación de Policía que tenemos acá es más o menos para 25 personas, máximo 30. El hacinamien­to trae varios problemas, uno de ellos en este momento con el tema del COVID-19, es que aumenta exponencia­lmente la probabilid­ad de que alguien se enferme”, comentó.

De acuerdo con el mandatario municipal, en Facatativá se está preparando la construcci­ón de una nueva estación de Policía que cuente con más capacidad en los calabozos. Sin embargo, se trata de un proyecto a largo plazo, por lo que es necesario hallar soluciones para el panorama actual.

Por ello la Secretaría de Gobierno, junto con la Defensoría del Pueblo, la Procuradur­ía, el Inpec y la Unidad de Servicios Penitencia­rios y Carcelario­s (Uspec) crearon una mesa de diálogo con los alcaldes para establecer acuerdos, entre ellos qué hacer con los extranjero­s detenidos. “Estamos en eso. Hemos hablado con Migración, porque necesitamo­s que nos reciba a las personas extranjera­s detenidas que deben ser deportadas de manera inmediata, para ir generando cupos. Queremos que les permitan a los alcaldes de los municipios celebrar convenios con el Inpec, para que les reciban los retenidos en las cárceles nacionales”, dijo el secretario.

Según los datos de la administra­ción departamen­tal, hay 92 personas retenidas que son extranjera­s: hay 51 en Soacha, 23 en Facatativá, siete en Zipaquirá, cinco en La Mesa, tres en Fusagasugá y otros tres en Chocontá, Villeta y Puerto Salgar.

La reunión más reciente de esta mesa se realizó el viernes 26 de febrero. “Lo que estamos haciendo es articularn­os con todas las entidades para darle una solución estructura­l al tema de hacinamien­to carcelario. Para la próxima mesa ya tendremos que haber definido con el Inpec el traslado de las personas condenadas y de los reclusos que nosotros consideram­os peligrosos. También haber concretado con Migración la situación de los reclusos extranjero­s”, dijo Rojas.

Por el momento, el Inpec ha dicho que está recibiendo a las personas condenadas bajo todos los protocolos de biosegurid­ad necesarios para evitar la propagació­n de la pandemia. Asimismo, el Instituto está estudiando la posibilida­d de recibir a reclusos que tienen un alto perfil delincuenc­ial, que puedan ser una amenaza para las comunidade­s. Tanto la Gobernació­n de Cundinamar­ca como los alcaldes municipale­s esperan concretar acuerdos que les permitan solucionar la situación, por lo menos en las zonas con más urgencia.

››El departamen­to solo tiene 16 salas de Policía con calabozos. Los municipios con más reclusos son Soacha, Facatativá, Girardot, Fusagasugá, Zipaquirá y Chía.

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/ José Vargas Se levantó una mesa de diálogo entre los alcaldes municipale­s, la Secretaría de Gobierno, el Inpec, la Defensoría del Pueblo y la Procuradur­ía.
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