El desconocimiento de la geografía
Soy docente de ciencias sociales, además de suscriptor y asiduo lector de su diario. En mi ejercicio profesional, en el que asumo la lectura de prensa como parte fundamental de mi labor, he notado las profundas deficiencias en lo que al conocimiento de la geografía respecta. Deficiencia que, pienso, es general en la sociedad colombiana.
En un artículo publicado el 1° de marzo sobre la Transversal del Sisga, la autora menciona equivocadamente que, al igual que en la vía Bogotá-Villavicencio, la cordillera Central es responsable de inestabilidades imprevistas. Sin entrar en el debate sobre si el accidentado relieve colombiano es la única causa de nuestra atrasada infraestructura —obviando corrupción y política—, es necesario corregir que la localización de las vías mencionadas es la cordillera Oriental; error que se le pasó tanto a la periodista como a los revisores del artículo, lo que puede apoyar mi hipótesis sobre nuestro desconocimiento del territorio. Asumo que tales deficiencias pueden venir de nuestro sistema educativo, pero los invito a reflexionar sobre el papel que, como medio, podrían desempeñar al alimentar el proceso que hacemos los docentes —quienes solemos desarrollar ejercicios de análisis de noticias—, educando a sus lectores con la inclusión de información cartográfica en sus notas periodísticas: un mapa del trazado de la vía aportaría más al documento que las imágenes de los tramos pavimentados que lo acompañan en la edición impresa. Consejo que sirve para toda la información que con tanto rigor y responsabilidad El Espectador pone a disposición del país y sus suscriptores.