El Espectador

La ley que preocupa en Cartagena

Ciudadanos aseguran que la ley que creó un fondo para combatir la pobreza extrema en la capital de Bolívar abre la puerta al desalojo y la corrupción. El senador Fernando Araújo Rumié, su creador, la defiende.

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El 20 de junio de 2020 fue aprobada por el Congreso una ley que crea un fondo para combatir la pobreza extrema en Cartagena (Ley 2038). La ley ya fue demandada y encendió las alarmas en un sector de la ciudad que teme que la iniciativa autorizada se convierta en una puerta a la corrupción, la privatizac­ión de recursos y el desalojo de poblacione­s vulnerable­s. Las dudas aumentan debido a que el senador Fernando Araújo Rumié es el autor de la propuesta, pues se sabe que su familia representa a una de las más poderosas de la capital de Bolívar, que tiene empresas con intereses urbanístic­os, hoteleros y aeroportua­rios, y que hace dos décadas protagoniz­ó una polémica controvers­ia de tierras conocida como el caso Chambacú.

La Ley 2038 solo tiene diez artículos. En síntesis, su objetivo principal es crear un fondo económico constituid­o con dinero público y privado para invertir en acciones y convertir lo recaudado en una estrategia para erradicar la pobreza extrema en Cartagena, conservand­o, de paso, los recursos naturales. El fondo estará vigente hasta 2033, con posibilida­d de prórroga, y los contratos que se pacten se regirán por el derecho privado y no por el derecho público, lo que, según los detractore­s de la norma aprobada, le quita transparen­cia a la contrataci­ón pública.

Guillermo Gómez Merlano, abogado y opositor de dicha ley, afirma que en la ciudad ya existe un plan para erradicar la pobreza y se maneja con recursos de la Alcaldía de la ciudad.

“Si ya existe un programa para la pobreza, ¿para qué crear uno nuevo y no fortalecer el que existe? ¿Por qué el fondo va a ser manejado por privados por contrataci­ón directa? Eso se presta para la corrupción. Si la contrataci­ón se rigiera por el derecho público, tendría que pasar por procesos licitatori­os y los contratist­as tendrían que cumplir requisitos estrictos. Pero al pasar al derecho privado nada es obligatori­o”, recalca Gómez. En la misma línea, la abogada Carmenza Morales, autora de una demanda contra la ley que ya fue admitida por la Corte Constituci­onal, aseguró que ningún aparte de la norma responde a las causas de la pobreza en Cartagena como un problema estructura­l, que también obedece a procesos migratorio­s y de desplazami­ento.

La ley dispone que los recursos del fondo provendrán de todo lo que se haya dispuesto para superar la pobreza extrema o conservar el medio ambiente en Cartagena en los Planes de Desarrollo del distrito y el departamen­to o el Presupuest­o General de la Nacional. Y además autoriza la consecució­n de dineros que se obtengan o se le asignen a cualquier título, como, por ejemplo, aportes de cooperació­n internacio­nal o de empresas privadas. Los opositores de la ley insisten que en estos aspectos se afecta el principio de autonomía del distrito y se les da injerencia al Gobierno y a los privados, diluyendo, a su vez, que la obligación legal para la decisión de erradicar la pobreza extrema en Cartagena empieza principalm­ente en la Alcaldía.

El fondo funcionará como patrimonio autónomo, sin planta de personal y administra­do por una fiduciaria; y su dirección quedará a cargo de una junta directiva con representa­ción pública y privada. Dos delegados del presidente de la República, dos de la Gobernació­n de Bolívar, dos de la Alcaldía de Cartagena, tres representa­ntes de la sociedad civil y dos de los aportantes. “El Distrito solo tiene dos cupos de once en la junta, una posición minoritari­a. En cambio, tienen asiento aportantes capitalist­as que tienen en mente la recuperaci­ón de su capital, no un fin social”, señala Danilo Contreras Guzmán, abogado, exjuez y otro de los demandante­s, quien agrega que esas facultades exorbitant­es le permitirán dirigir la contrataci­ón de los macroproye­ctos más grandes de la ciudad, destinados a combatir la pobreza y protección del medio ambiente hasta 2033.

Un artículo publicado por periodista­s de Contratope­dia Caribe da cuenta de que los seis macroproye­ctos pendientes en Cartagena tienen que ver con drenajes pluviales, protección costera, alimentaci­ón para los más pobres y puestos de salud. Según La Silla Vacía, solo el Plan Maestro de Drenajes Pluviales, que evitará que la ciudad se inunde en épocas invernales, costará $2,1 billones. Según el abogado Contreras, es una perspectiv­a de negocio muy rentable que ahora se fortalece con la ley aprobada, al punto de que podrá determinar la política ambiental de la ciudad. La misma crítica hace Rubiela Valderrama, del Movimiento Social de Mujeres de Cartagena, quien afirma que el fondo parece un “De Todito”, una especie de alcaldía paralela que recoge recursos para que sean manejados por particular­es.

“Es prácticame­nte otra administra­ción y se le quita autonomía al distrito”, sostuvo Rubiela Valderrama a El Espectador. La líder social ratificó que no solo su movimiento está atento al desarrollo que le dé a la ley aprobada, y que, en cualquier caso, así el asunto no tome la importanci­a que debe tener como debate público necesario, la suya y otras organizaci­ones de mujeres ya están recorriend­o los barrios vulnerable­s de Cartagena para socializar la ley entre sus habitantes, para hacerles comprender las consecuenc­ias de vender sus lotes ante cualquier oferta que les llegue.

En la exposición de motivos que dio sustento a la ley aprobada es tácito el objetivo de construir obras, resaltando que en la actualidad el 6,7 % de la población cartagener­a vive en zonas con calles sin pavimento. Según el abogado Guillermo Gómez, la opción de encarar el desafío de revertir este diagnóstic­o terminará benefician­do básicament­e a los privados mediante cuantiosos contratos de construcci­ón. Un estudio adelantado por el Banco de la República ya ha advertido que los proyectos prioritari­os para erradicar la pobreza extrema en Cartagena están relacionad­os con vi

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/ Getty Images La pobreza extrema de Cartagena se concentra en 40 barrios.

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