Es absurdo bloquear los avances tecnológicos
SI LA INTENCIÓN DE VERDAD ERA concertar, el Ministerio de Transporte y la Superintendencia de Transporte empezaron muy mal. El borrador de proyecto de ley que se filtró para regular las plataformas de transporte demuestra un preocupante desdén por la tecnología, por la libertad de los usuarios y una flaca comprensión de la movilidad en Colombia. Peor aún, que el ministro haya salido a rechazar los bloqueos invitando al diálogo despierta dudas, pues sobre la mesa ya existía otra propuesta, y el Gobierno se ha dejado ver demasiado cercano a la presión de taxistas en su peor versión.
Ningún gobierno ha querido meterle el diente al asunto. El de Juan Manuel Santos prometió intervenir para salir luego con una regulación inútil. El de Iván Duque llegó hablando de economías modernas y su Ministerio de Transporte dejó morir los proyectos de regulación. Ahora el gobierno de Gustavo Petro, que ya mostró debilidad ante los gremios de motousuarios, escribió un borrador de proyecto que parece redactado en el siglo pasado. No solo no reconoce las complejidades del transporte moderno, sino que amenaza con dejar desprotegidos a cerca de 100.000 conductores que utilizan las plataformas tipo Uber y similares.
En el proyecto de ley, por ejemplo, se imponen multas de más de $10 millones a los usuarios de las plataformas, permite que la Policía envíe a patios los carros hasta por cuatro meses y castiga con multas de $60 millones a los dueños de bodegas e inmuebles que arrienden a las plataformas. En la práctica es un bloqueo. Por eso es extraño que, conversando con Blu Radio, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, haya dicho que la intención es encontrar “reglas mínimas concertadas con los conductores de las plataformas” y que “no venimos diciendo que pretendamos prohibir lo que tiene que ver con las plataformas, lo que buscamos es
‘‘El problema es la informalidad y la falta de reglas claras. Eso no se soluciona sancionando ni bloqueando los avances tecnológicos, sino con una regulación moderna e inteligente”.
que quienes las usen lo hagan en el marco de la ley. Si la plataforma presta el servicio de acuerdo con la ley, no tenemos problemas”. Así sea un borrador, muestra de entrada un desdén por la tecnología que preocupa.
También en Blu Radio, el representante de las plataformas, José Daniel López, dijo: “Existe una propuesta desde octubre de parte nuestra, me sorprende mucho que el ministro nos invite a proponer cuando eso es lo que llevamos haciendo desde hace cuatro meses”. Esto no hace más que reiterar que en el Ministerio de Transporte parece haber un doble discurso que despierta desconfianza.
Lo hemos dicho hace ya muchos años: es necesaria una regulación que elimine el sistema de cupos que tiene oprimidos a los taxistas, que garantice los derechos laborales de taxistas y conductores de las aplicaciones, y que permita los avances tecnológicos. El problema es la informalidad y la falta de reglas claras. Eso no se soluciona sancionando ni bloqueando los avances tecnológicos, sino con una regulación moderna e inteligente. Hace bien el Ministerio en hablar de concertación; ojalá lo cumpla en su actuar en los meses venideros.