Duque center o centro de adulones
EL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2013, LA sección en español –manejada desde Miami por latinoamericanos– del canal de televisión History, antes conocido como History Channel, anunció el ganador: el Gran Colombiano, que habría sido seleccionado mediante una dudosa encuesta realizada por internet. El presunto elegido para portar tamaño título fue Álvaro Uribe. Quienes no recuerdan el episodio, pueden imaginarse la vanidad que expelía hasta por sus poros Uribe Vélez quien, para ese momento, ya era un exmandatario altamente cuestionado por las violaciones gravísimas a los derechos humanos ocurridas en sus dos gobiernos (2002 -2010). Después de la ‘coronación’ del expresidente por History, un chequeo periodístico encontró, sin embargo, que su trofeo tuvo precio de canje: su gobierno había contratado al canal de Miami para la realización de la serie ‘Unidos por la Historia’. El lanzamiento de la “obra”, en 2010, se hizo en ceremonia con 200 invitados, presidida por el propio Uribe y por el gerente general de History, Eduardo Ruiz, quien vino para la ocasión.
Tres años después, Ruiz le otorgaba a Uribe, por encima de figuras como Galán, Gaitán, García Márquez y hasta el mismísimo Bolívar, la presea de grandioso nativo de todos los tiempos (ver web).
Lo que se hereda no se hurta, dicen los sabios del pueblo. Hace unos días nos sorprendió la noticia de que el famoso Woodrow Wilson International Center (WIC), en Washington, una “entidad ferozmente independiente”, según la describió su director Mark Green, abrió un espacio que llevará el pomposo nombre de ‘Iván Duque Center for Prosperity and Freedom’. Green anunció la buena nueva en entrevista con su huésped. El director del WIC definió a Duque de manera diferente a como lo recordamos aquí: “un verdadero líder no solo en Sudamérica sino a nivel mundial…” El colombiano respondió, emocionado, en inglés, idioma con el que se siente cómodo: “ambassador Green, is such an honor for me now to see the Duque Center coming to action…” (ver web).
Hace año y medio, el 9 de agosto de 2022, a tan solo dos días de que Duque dejara la Casa de Nariño, Green ya le había hecho un primer homenaje: lo nombró “miembro distinguido del Wilson Center por su importancia global en la defensa de la democracia” (ver web). Pero la historia no termina allí: el 3 de agosto de ese año 22, a seis días de que Green lo acogiera en el WIC, (y a cuatro de que Duque le entregará el mandato aP et ro ), el cuasi exp residente también distinguió a Green: lo invitó a la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena para imponerle una banda por el Bicentenario de las relaciones Colombia–Estados Unidos (ver web). Y más: en julio de 2020, la Casa de Nariño organizó una muy particular ceremonia conectada con Washington con motivo de la condecoración que Duque le otorgaría a Green, de la Orden de San Carlos en grado de Gran Cruz. El mandatario quiso, otra vez, hablar en su idioma predilecto: “Mark, I’m gonna break protocol… y voy a hacer mi discurso en inglés”. El elogio al gringo empezó suave: “no podría pensar en una persona más indicada para recibir esta Orden que usted…”, pero subió el tono halagador: “estoy convencido de que usted es la personificación del compromiso que Estados Unidos tiene con el desarrollo de América Latina…”. El inefable embajador Francisco Santos le impuso a Green, en la capital de Estados Unidos, la banda y la medalla (ver web). Duque conoció los méritos del republicano Green y Green los del uribista Duque cuando el primero se desempeñaba como coordinador de la agencia de su país USAID, nombrado por Donald Trump, y el segundo, previendo que en Colombia no tendría ningún futuro, planeaba su aterrizaje en Washington, bajo un acobija ultra conservador a. Todo se sabe.