Ministerio de Justicia le pone la lupa al fentanilo en Colombia
El Observatorio de Drogas de Colombia presenta la más reciente radiografía sobre el uso del opioide sintético en el país. Aunque entrega un parte de tranquilidad por las bajas cifras de consumo y muertes relacionadas con el fentanilo, llama la atención sobre una reciente incautación de ampolletas provenientes del mercado legal que es, por mucho, la más grande reportada en la actualidad.
Aunque Colombia está lejos de vivir una crisis de salud pública como la que se da en Estados Unidos por cuenta del fentanilo clandestino, las autoridades nacionales vienen monitoreando rigurosamente la situación en Colombia desde 2018. Aunque no hay evidencia de que en el país exista producción de fentanilo clandestino -que tiene niveles de concentración que pueden ser letales y que causó hasta 1.500 muertes al día en Estados Unidos en 2023-, un nuevo informe del Observatorio de Drogas del Ministerio de Justicia entrega un nuevo parte de tranquilidad, al menos por ahora, de cómo se está moviendo este opioide sintético en el territorio nacional.
El primer hallazgo, y que coincide con reportes de la Policía, es que en Colombia solo se ha identificado el uso de fentanilo intrahospitalario, es decir, el que se usa con fines de paliar dolores intensos y que tiene menos niveles de concentración que el clandestino. Pero por ahora no hay evidencia de que se esté produciendo esta droga de manera ilegal. Ahora bien, el informe muestra que sí existe un aumento en las incautaciones, al menos desde 2018, cuando ocurrió el primer decomiso (ver infografía). El caso más reciente ocurrió en febrero de 2024 en Maicao, La Guajira, donde las autoridades reportaron la incautación de 2.000 ampolletas de fentanilo, la más grande registrada hasta el momento.
El uso problemático del fentanilo clandestino y otros opioides sintéticos es tan delicado, que, como explica el informe del Observatorio de Drogas, sus efectos pueden generar en las personas, en comparación con otros tipos de sustancias, consecuencias mortales. Según datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (autoridad de la salud en Estados Unidos), entre 2022 y 2023, de los 111.300 que fallecieron en Estados Unidos por sobredosis de drogas, el 70 % fueron por fentanilo u otros opioides sintéticos. Una crisis que ha sido alentada por carteles mexicanos, quienes han hecho un viraje de la cocaína al fentanilo. Entre ellos los hijos del Chapo Guzmán, líderes de una facción del cartel de Sinaloa.
Otro de los datos que llamaron la atención del Observatorio de Drogas del Ministerio de Justicia y Medicina Legal es que entre 2013 y 2023 se reporta un total de 30 casos de muertes asociadas al uso de fentanilo en el país. Pero ojo: se trata de muertes en las que las personas habrían consumido el opiáceo en un coctel letal de drogas. A su vez, en los centros de tratamiento por trastornos relacionados con el uso de drogas, las autoridades identificaron, entre 2021 y 2022, 21 casos de personas que buscaron tratamiento por consumo de fentanilo.
En diálogo con El Espectador, el viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa, Camilo Umaña Hernández, resaltó que aunque las cifras demuestran que Colombia por ahora está a salvo de una crisis de salud pública, es inquietante que las sustancias incautadas provengan del mundo legal. Es decir, “que vienen del sistema de salud y terminan en el mercado ilegal. En esto hay que llamar la atención y tenemos todas las alarmas prendidas. Lo más importante ahora es detectar estas redes y prevenir el consumo”, explicó el viceministro.
En marzo de 2023 las autoridades capturaron a dos fichas del cartel de Sinaloa en Colombia. La Dijín señaló en ese momento que los mexicanos querían dar los primeros pasos para consolidar un mercado de fentanilo. Sin embargo, tanto la Policía como el Minjusticia señalan que no hay evidencia de que haya un grupo criminal a gran escala intentando producir fentanilo clandestino o desviando el intrahospitalario. En todo caso, el informe del Observatorio de Drogas da un parte de tranquilidad, pero insiste en que no hay que bajar la guardia, pues en este caso, y en otros tantos de consumo problemático de sustancias, la clave está en la prevención.
››El Minjusticia propone hacer seguimientos más frecuentes de la situación, fortalecer las rutas por donde transite el fentanilo, campañas de prevención, entre otras medidas.