Que vibre la Casa de la Selección
Barranquilla se preparó para generar las mejores condiciones en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez. El buen comportamiento del público en toda la ciudad será clave para gozar en pleno la fiesta en torno al partido.
Comienza un nuevo ciclo en el recorrido de la Selección Colombia de fútbol para alcanzar la clasificación a la Copa Mundial Rusia 2018. Las circunstancias no son las mejores, dado que los dirigidos por el argentino José Néstor Pékerman marchan sextos en la tabla de las eliminatorias, y hasta el momento han dejado escapar puntos cruciales.
Pero todo está en juego, y es ahora que el equipo debe sacar la casta; los jugadores, estrellas en distintas ligas del planeta, están llamados a demostrar su jerarquía y la madurez en su juego como conjunto. El técnico que devolvió a Colombia a los mundiales afronta, a su vez, el reto de acallar a sus críticos y dar cuenta de la asertividad de sus decisiones al seleccionar su nómina, la efectividad de su planteamiento en el terreno, su buen criterio para leer al rival y el pulso para reconducir el rumbo del partido, de ser necesario. La Amarilla no solo tiene la tarea de revivir ese fútbol musical que la ha hecho brillar tantas otras veces en su historia, y que la llevó a ser gran protagonista en Brasil 2014. En esta fase, la misión implica también lograr resultados, recuperar el terreno perdido y asegurar puntos para que no se escape la posibilidad de regresar a la máxima cita del balompié orbital.
Es hora de la eficiencia, porque los últimos tres pasajes y medio para Rusia están en disputa con otras cuatro selecciones de primer nivel que también están apretadas en puntos y sin asegurar cupo todavía: Argentina, Chile, Ecuador y Uruguay. La indiscutible Casa de la Selección se ha preparado para estar a la altura del desafío. En esta ocasión, el equipo nacional podrá quitarse de encima las molestias que les había representado a ciertos jugadores la vieja gramilla del estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Tras una importante inversión, el Coloso de la Ciudadela goza hoy de un campo de juego a la altura de los mejores del mundo, según lo han señalado los mismos jugadores. Están, así, dadas las condiciones para que las estrellas colombianas desplieguen lo mejor de su fútbol, sin peros sobre el nivel del escenario. El público barranquillero, fiel a su propia esencia, ya se ha encargado de infundir ese factor diferencial de ánimo y alegría con el que arropa al equipo, y que convierte a los partidos de la Selección Colombia en el mejor simulacro de la fiesta carnavalera. El enfrentamiento con Bolivia moverá en la ciudad y su área metropolitana unos $15.521 millones, según un estudio de la Cámara de Comercio. Hotelería, restaurantes, pasajes, ventas de licor y comercio informal entran en esa ecuación, que convierte el hecho de ser la sede de la Selección en una ventaja estratégica en la apuesta por el turismo, más allá de constituir todo un honor. El comportamiento ejemplar del público es el ingrediente que debe sellar esta fiesta, en la que Colombia está llamada a prender los motores hacia Rusia.
El juego con Bolivia moverá unos $15.521 millones, según un estudio de la Cámara de Comercio. Hotelería, restaurantes y pasajes entran en esa ecuación, que convierte el hecho de ser la sede de la Selección en una ventaja en la apuesta por el turismo.