Entre la emoción y la incertidumbre por el partido de Colombia
Mientras unos esperan con alegría la llegada del partido Colombia - Bolivia, otros aguardan con esperanza que su negocio se mueva.
Germán Visbal viajó 1.738 kilómetros desde Kendall, Florida, hasta Barranquilla para disfrutar de su familia, pero escogió justo esta fecha porque piensa encontrarse con otro gran amor: la Selección Colombia.
“Vengo muy contento. Estoy esperando que el equipo gane, me pego tremendo viaje con la esperanza. Si no gana se me aburre el viaje”, cuenta este barranquillero, productor de noticias en Univisión.
Para él lo importante es ganar, “si juega bien o mal lo importante es que gane, asegura. Es por esa sed de triunfo que ya compró boletas y alistó la ropa para disfrutar hoy de un nuevo capítulo de la amarilla en su búsqueda de un cupo al Mundial de Rusia.
Contrastando con la alegría y esperanza de Germán está Orlando Sánchez, un revendedor que no duda en decir “pesado, pesado” al ser preguntando por el flujo de boletas.
“No hay quien compre. Es una ruleta”, son sus palabras mientras carga un letrero que dice ‘Compro y vendo boletas’.
Mientras Germán lucha para que sus compromisos laborales no se crucen con los compromisos de la Tricolor, porque según cuenta “por mala suerte no he podido venir a partidos llamativos” y su próximo objetivo será contra Brasil, Orlando manifiesta que “la vaina está jopérica”. Lo primero que empacó este colombiano, que vive hace 17 años en Estados Unidos, fueron las camisetas de la Tricolor. “No sabía con qué ropa venía de viaje, pero sabía que tenía que traer la camiseta”, de esas camisetas son las que le sobran a Roberto Córdoba, quien hace 25 años se dedica a venderlas, pero para él este ha sido de los años más difíciles en su negocio.
“Espero que mañana mejore porque este año no ha sido muy fácil. Las ventas están quietas, la gente no anda animada”, expresa mientras un par de posibles compradores se acercan y le piden rebaja en un par de camisetas de mujer.
En la otra esquina sigue Orlando negociando entre revendedores, “porque de clientes externos nada, todo toca que si el uno necesita una boleta, yo se la compro al otro y luego a este”, ese ha sido su método para no quedarse con las entradas. EL METROPOLITANO. Aunque Orlando sabe que la venta de boletas no está buena, hoy volverá a su puesto desde las 7:30 de la mañana, no piensa repetir aquel partido del empate 3-3 entre Colombia y Chile, el peor en su historial de ventas.
Sin embargo es claro en decir que “el estadio se va a llenar” debido a que “hay morbo por la cancha. La gente está intrigada”.
Esta cancha también busca verla Germán, quien ya pasó por el recién remodelado estadio Metropolitano Roberto Meléndez y se imaginó “una cancha de tipo internacional. Espero no me defraude porque tengo entendido que invirtieron buen dinero en ella”.
Para Germán, Colombia debería jugar con Ospina, Armero, Mina, Zapata, Medina, Sánchez, Aguilar, James, Macnelly, Bacca y Muriel.
Todas las esperanzas suyas están puestas en los jugadores costeños, “son jugadores que ya conocen la cancha y se acomodan fácilmente”, asegura.
Quizá nunca se conozcan, ya que Germán no tiene que comprar boletas o camisetas en los puestos de Orlando y Roberto, pero ellos, mientras aquel disfruta junto a su hermano el partido en la tribuna de Occidental, buscarán, vender boletas y camisetas para llegar a su casa esta noche, además de con tres puntos más en la tabla de clasificación sudamericana, con la satisfacción de haber cumplido su tarea sin ninguna afectación financiera.