Robots ganan terreno en la vida cotidiana
Diariamente hacemos uso de toda clase de dispositivos electrónicos que, principalmente, nos facilitan y simplifican una gran cantidad de problemas y obstáculos, ahorrándonos tiempo e incrementando la productividad. Esto los convierte en herramientas de trabajo. A partir de la revolución industrial se introdujeron máquinas y robots en las técnicas productivas a los cuales se les asignan tareas que antes desempeñaba mano de obra humana. La tecnología crece a pasos agigantados, trayendo consigo avances que impactan de forma directa la estructura de la sociedad; la idea de tener una máquina electrónica como asistente, ayudando en la oficina o en el hogar, ya no se percibe como una escena salida de una película de ciencia ficción sino como una parte de la vida cotidiana.
OFICIOS. Los robots vienen fabricados en todos los tamaños y programados para ejecutar todo tipo de funciones. Existen desde los más básicos que realizan tareas sencillas, hasta los más complejos que alcanzan el mismo desempeño que una persona que cuenta con títulos universitarios. Varios aparatos mecánicos ya están a merced de la humanidad, y para muchos se han convertido en una herramienta a la hora de llevar a cabo una tarea. Por un lado, están los robots que ayudan con tareas domésticas como ‘Cop Rose’, robot diseñado por científicos chinos, que cumple la función de limpiar ventanas y espejos, o el ya comercializado robot aspiradora. Por el lado de los robots que cumplen tareas más complejas, podemos encontrar los autos sin conductor fabricados por Google o la creación de ‘Androidol’, robot presentadora diseñada en Japón. Es indudable que la robótica ha contribuido a que la sociedad aspire a una mejora en la calidad de vida. En sectores como la medicina se han producido robots que ayudan en su diario vivir a personas con discapacidades, o en la ya mencionada producción industrial. Sin embargo, estos avances tecnológicos conllevan innegables repercusiones en el mercado laboral. Según revela un estudio realizado por el Banco Caixabank, en España, el 43% de los puestos de trabajo corren riesgo de poder ser automatizados a medio plazo con probabilidad de aumentar en los próximos 10 años. Como consecuencia inmediata de esta automatización muchas personas perderán sus empleos.
¿HERRAMIENTAS O COMPETENCIA?. Lo que comienza como una inofensiva herramienta para facilitar el día a día de una persona o una empresa, se convierte en el temor de muchos debido a que las nuevas tecnologías de inteligencia artificial permiten a los robots desarrollar tareas cada vez más complicadas. Un modelo puntual de lo anterior es ‘Ross’, el primer