Tremenda fiesta se vivió en ‘los estadios’ de las esquinas de barrios
Las tiendas y estaderos de la ciudad volvieron a ser las ‘tribunas’ favoritas de muchos, para vivir el duelo de eliminatoria por el Mundial Euforia, desesperación y gritos de gol de los hinchas.
El duelo entre Colombia y Bolivia comenzaba a las 3:30, pero desde las 12 del día, el sancocho olía a partido de fútbol. Un aroma, que ni los débiles serenos, pudieron encubrir.
El decreto que proclamó la tarde de ayer cívica trajo a las tiendas, restaurantes y estaderos una avalancha de camisas amarillas que comenzaban el acostumbrado ritual de la antesala al partido. En tiendas como Donde John, en el barrio San José, este ambiente festivo previo es una costumbre que, según dicen, tiene 25 años, y nombre: ‘La futbolera’.
El reloj marca las 2:30 p.m. y personas como Yunellis Muñoz, enfermera en la fundación Sonrisas por Colombia, llegan todavía con sus uniformes.
“Hasta el mundial me lo viví aquí”, recuerda la mujer entre sorbos de la cerveza que pidió apenas se sentó en el local.
Otros como Wílmer Ariza, ven este día como una oportunidad para ganarse unos pesos de más trabajando. Cuida los carros que, con cada minuto que se acerca el partido, llegan con más frecuencia.
“El secreto es siempre estar pilas”, dice el vigilante, quien en días como estos se gana hasta el triple de lo acostumbrado.
Comenzó el partido y no había un boliviano a la vista en la carrera 21 con calle 46. 2-0 era la diferencia mínima