Taxis colectivos
Definitivamente en Barranquilla pasan las cosas más impensables, pero lo cierto es que ocurren. Un día se dio la noticia que se habían robado un cajero automático y para conducirlo hasta el camión que lo transportó, utilizaron para deslizarlo sin problema cáscaras de patilla (sandía). Este hecho ni en las películas de Hollywood se les habría ocurrido; ahora salta al ruedo otra gran hazaña de la delincuencia y es robar con datáfono a los pasajeros que utilizan el taxi colectivo. Para los que no conocen que es este aparatico les explico: una persona compra un producto o un servicio, el cliente le da al vendedor la tarjeta que puede ser de crédito o debito, el dueño de la tarjeta digita su clave y la transacción es abonada a la cuenta del establecimiento y descargada de la cuenta del dueño de la tarjeta; aquí salta la pregunta ¿en que momento recibe el delincuente el efectivo? Si la directora de Fiscalía dijera que la modalidad es el paseo millonario donde conducen al dueño de la tarjeta a un cajero automático se lo acepto, pero con datáfono es bien rarísimo. Abordando el tema en lo referente al taxi colectivo, se le hace a la ciudadanía un llamado para que no utilicen esta modalidad de transporte, para que no los atraquen bajo la nueva modalidad del datáfono, dando a entender que los taxistas que se dedican a este servicio son delincuentes, cuando no es así, habría que preguntarle a las autoridades que controlan y regulan el transporte individual de taxis por qué no se busca una solución a este transporte ya que en la ciudad existen otras modalidades que se utilizan y que las autoridades son permisibles en estas, es el caso de las camionetas de la Circunvalar, el Código prohíbe llevar pasajeros en el platón y no pasa nada; de las mototaxis, que se ha permitido el servicio, y para descongestionar la ciudad de estas se ha regulado que en algunas zonas está prohibido que transiten, pero no pasa nada. En una visita reciente a Quito, Ecuador, pude observar que existe taxi colectivo, el cual tiene una ruta trazada y es distinguido con el capó, la tapa de baúl y una franja de 20 centímetros en ambos lados de color rojo, los taxis son de color amarillo como en Colombia y pueden ser de cualquier marca. Está probado que lo único que sirve para que la ciudad tome orden es sentarse a buscarles solución a los problemas, y los de transporte son muchos, y dándoles garrote no se consigue nada, porque todo lo ilegal es apetecible, y si no el ejemplo más diciente fue el del alcohol, que fue negocio hasta que lo legalizaron, obligándolos a emigrar hacia otros negocios ilegales más rentables. El único garrote que necesita Barranquilla es el que le propine la Selección de béisbol a sus contendores, cuando inauguren el nuevo estadio Édgar Rentería.