Un barranquillero, nuevo directivo de la sociedad torácica de EEUU
El médico barranquillero Juan Carlos Celedón sería el primer latino en 115 años en ocupar este cargo.
“Toda mi carrera se debe al amor y a la pasión por el servicio a los demás y, en el caso mío, quise transmitir esto mediante la medicina y la ciencia”, afirma el doctor Juan Carlos Celedón Llinás, cuando se le pregunta sobre su sólida y larga trayectoria profesional.
Precisamente fue su experiencia uno de los criterios tenidos en cuenta para ser elegido como el Secretario Tesorero de la Sociedad Torácica Americana (ATS) para el período 2017-2018. El haber obtenido este reconocimiento inmediatamente lo llevará a posesionarse como el presidente de esta asociación en el 2020, convirtiéndose así en el primer latinoamericano en ocupar este puesto en los 115 años de historia de esta institución.
Para Celedón, el haber obtenido este título es un honor que lo enorgullece como barranquillero agrega “esta organización representa la sociedad de neumología a nivel mundial y está conformada por 15.000 miembros. Se había intentado en 2 o 3 ocasiones anteriores que un latino lograra quedar, pero no se había conseguido. Es un logro muy bonito porque es un reconocimiento que se le da a alguien que haya dedicado toda una vida a la investigación de enfermedades respiratorias”.
Barranquilla fue la ciudad que lo vio nacer hace 52 años. Desde que era muy joven, en el colegio, no perdió la oportunidad de dar lo mejor de sí mismo en cada meta propuesta y, con este esfuerzo, vino consigo su primer reconocimiento: recibió del Ministerio de Educación la medalla Andrés Bello, que lo designó como uno de los mejores bachilleres de Colombia.
Su inclinación por el ámbito de la salud y de la investigación científica lo motivó para obtener su grado en Medicina y Cirugía de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, hacer su internado en Medicina Interna en el Lincoln Hospital de Nueva York y su residencia en el Beth Israel Medical Center de esta ciudad.
Posteriormente, un Fellowship en Investigación en Enfermedades Respiratorias en el Laboratorio Channing del Brigham and Women’s Hospital y Harvard Medical School lo hizo merecedor del grado de Doctor en Salud Pública. Actualmente, es jefe de la División de Neumología, Alergia e Inmunología del Children’s Hospital de Pittsburgh y su trabajo investigativo está orientado a identificar los factores genéticos y ambientales que influencian el desarrollo del asma y el EPOC.
Los modelos a seguir de Celedón son su padre, el fallecido doctor Enrique Celedón, y su madre, Nora Llinás Osío. “De él aprendí la nobleza del ser humano y de ella, mi fe en Dios”, considera.
En cuanto al panorama científico del país, el doctor Juan Carlos establece que aunque en Barranquilla hay buenos médicos, no se le está dando la suficiente atención a este ámbito. “Hay que atrevernos a soñar más en grande”, concluye. envían señales que activan los sensores que provocan el movimiento. Esta prótesis tiene la capacidad de hacer movimientos finos y gruesos, además de girar y soltar.
Bonaveri señaló que “esta prótesis es funcional porque estamos usando las mismas señales del paciente para reproducir los movimientos. Esta vez se hizo personalizado, de acuerdo a las especificidades que requería el paciente y las cuales varían en cada persona”. Asimismo, indicó que “manejamos un algoritmo y es que dependiendo de la presión que la persona haga maneja unos valores y hace que la prótesis se mueva para hacer una función u otra”.
En el mismo sentido, el médico Angarita indicó que “en primera instancia se hace una valoración del paciente con una amputación y dependiendo de sus necesidades se hace una prótesis” como la diseñada para Darío que tiene una amputación de mano a nivel de la muñeca.
Resaltó además la labor hecha por los estudiantes, quienes hicieron todo el proceso de investigación y ejecución del mismo. “Lo más importante de la realización de esta prótesis es que nos damos cuenta de que en Colombia, en Barranquilla, tenemos personas que quieren hacer este tipo de inventivas”.
Liney Manjarrés, vicerrectora de investigación de proyectos y transferencia de la Uniautónoma, indicó que en este tipo de espacios – como los semilleros de investigación – “hacemos una proyección social de la investigación, cuya idea es que los proyectos tengan un propósito en la sociedad, lo que genera un doble efecto: en el estudiante por el aprendizaje y en la sociedad porque contribuimos a que de alguna forma se solucionen necesidades sociales”.
Diego Serrano, señaló que este trabajo lo llenó de mucha satisfacción porque descubrió que hay otras perspectivas de su carrera en la cual puede aportar a la sociedad desarrollando artefactos mecatrónicos al servicio de la medicina.
Por su parte, Óscar Álvarez indicó que durante la elaboración de la prótesis hubo una inversión de los estudiantes de aproximadamente dos millones de pesos y que la mayor colaboración económica la hizo la Fundación C. Camilo, misma por la que contactaron a Darío.
Ahora Darío tiene una nueva oportunidad de tener su mano derecha, esa que perdió casi al mismo tiempo en el que nació su hija y con la que había aprendido a hacer “la letra como me gustaba”.
Con voz nerviosa y entrecortada dijo que debe aprender nuevamente a hacer muchas cosas, pero que una persona le dijo: tú perdiste una mano, pero a cambio recibiste dos – haciendo referencia a su pequeña de cuatro años – . Hoy tiene un nuevo desafío y es volver a hacer el mismo hombre de siempre, con un regalo hecho a medida con el que va a poder seguir llevando una vida normal al lado de sus familiares.
* El nombre fue cambiado por petición del paciente