El gas de la Costa
Los departamentos del Caribe no solo aseguran su abastecimiento de gas, sino el insumo para un gran clúster industrial que deberá tener un alto impacto en la economía regional.
El hallazgo de gas en aguas profundas del Caribe colombiano, es, sin duda, el más importante de la industria nacional de hidrocarburos en casi 30 años.
Después del descubrimiento de los campos de Cusiana y Cupiagua, en el departamento del Casanare, la exploración de las cuencas sedimentarias no había permitido un éxito semejante.
Mientras las reservas se agotaban, los hacedores de política generaban estímulos y promovían inversiones. Pero los resultado seguían en espera. Hasta que hace unos meses empezaron las señales.
Primero fueron los pozos Kronos 1 y Purple Angel 1, que tendrían en línea unas dimensiones importantes para lo que ya empezaba a animar a Ecopetrol. Pero con Gorgon 1 no cupo la menor duda: a una profundidad superior a los 2.000 metros, en el mar del sur de la Costa, tras una colosal movilización de recursos humanos y tecnológicos, se perfila lo que ya se ha dado en llamar una nueva provincia gasífera. Es muy prematuro aún para calcular las reservas, porque depende de las valoraciones que están en marcha actualmente, pero el mismo ministro de Minas, Germán Arce, comparó el tamaño con el de los campos encontrados en la Orinoquia, a finales de los años 80.
Se trata de un combustible limpio que, por lo demás, tiene una creciente cotización en el mercado internacional.
Por eso el festejo de las autoridades nacionales, desde el mismo presidente Juan Manuel Santos, que se apresuró a hacer el anuncio públicamente como una nueva señal favorable para la economía nacional.
Lo que prevén los funcionarios de gobierno es que la región extienda sus reservas de gas hasta al menos el año 2027, en especial para atender el consumo de hogares, transporte, comercio e industria. Y que adicionalmente desarrolle un gran clúster con industrias intensivas en uso de este energético, tales como plantas de generación eléctrica, factorías y transporte masivo.
El hallazgo es, pues, el comienzo de una gran cadena productiva que tendrá impacto sobre la producción de riqueza del Caribe y podría impactar favorablemente la calidad de vida de sus habitantes.
Ahí está, de hecho, la gran expectativa de la Costa. Porque este hallazgo llega en momentos en que, inclusive, había debates por un eventual desabastecimiento de gas, tras el declive de los pozos de Chuchupa y Ballenas, en La Guajira.
Despejada la incertidumbre, es de esperar que la prioridad de este recurso sea el consumo nacional y regional, si bien las mismas autoridades han hecho coincidir el hallazgo con el comportamiento de los precios en el mercado mundial.
Por otro lado, conviene que, desde ya, el sector empresarial deben empezar a constituir las firmas proveedoras y las universidades a preparar el recurso humano que va a demandar el nuevo desarrollo industrial, para que no ocurra lo de otros proyectos que se han visto precisados a contratar provisiones y mano de obra foráneas.
Sin pecar de excluyentes, el énfasis natural de esta oportunidad de desarrollo debe ser esencialmente para los costeños.
El hallazgo es, pues, el comienzo de una gran cadena productiva que tendrá impacto sobre la producción de riqueza del Caribe y podría impactar favorablemente la calidad de vida de sus habitantes.