El trabajo social
En Barranquilla y en el mundo existen cada vez más necesidades sociales, y siempre están en una aparente disminución, ¿pero acaso el desempleo y la falta de oportunidades no es materia de la distribución de la riqueza o para la mayoría de los casos de los recursos?; y no hablando en términos marxistas sino de la administración pública y los fines de estado. Proyectos y acuerdos que se encuentran ajustados a un presupuesto, como se traza la ruta de trabajo social a emprender, es decir el intento por satisfacer. Es entonces donde entra otro grupo de nuestra población decididamente dispuesta a brindar alternativas prestando sus servicios a esta estructura de manera desinteresada o poco onerosa, y sirven de filtro entre la administración y los contribuyentes, estos son los veedores, ciudadanos de espíritu crítico.
Cada vez más importante dentro de tanto desequilibrio no natural es importante saber cómo, dónde y de qué forma se están distribuyendo nuestros recursos, cuántas de las obras que se están realizando necesitan personal con las características propias de cada cual, y esto último debería ser, según la ley, socializado de manera anticipada con la comunidad. Entonces aquí entran otros actores sociales como lo son los presidentes de las Juntas de Acción Comunal (J.A.C.), quienes también prestan un servicio esencial sin honorarios, pero sumamente necesario para el desarrollo de nuestros barrios y quienes nos representan, y están en capacidad de presentar proyectos y organizar actividades en pro de nuestra comunidad. ¿Pero cuántos de nosotros siquiera sabemos quiénes son o en qué momento los escogimos? Estos son elegidos por nosotros y capacitados por el Estado, y deben ser multiplicadores de sus conocimientos, así que el pueblo tiene elementos, utilicémoslos y hagamos parte de ellos, recordemos que tenemos el deber de participar de la actividad social y el derecho a elegir y ser elegidos.